Eran jóvenes aquellos agentes, uniformados con el uniforme de policía nacional, y bastante huesudos. Estaban allí parados con una pequeña carpeta y tras ello su vehículo. Abrí la verja y la perra esta vez no corrió hacia ellos, se quedó en la caseta observándolos de forma atenta.
-¿Es usted Atsushi Sakurai?-interrogó uno de ellos, el más joven a mi parecer.
-Así es.-respondí.
-El médico que atendió a su hijo ha realizado una denuncia.-fruncí el ceño cuando escuché aquello.-Tranquilo, no es a su hijo a quien buscamos. Su hijo ha sido víctima de una droga que se usa para violaciones, asaltos… entre otros delitos. Debido a que es imposible de encontrar en sangre si no se toma a tiempo, ya que se diluye, el médico hizo una prueba sanguínea nada más entrar en el hospital. Junto al resultado, de una leve muestra de droga en su organismo…-estaba cabreándome hacia límites insospechados en mí, mi corazón bombeaba con fuerza y mis ojos lanzaba llamaradas.-Sabemos que han sido atacados en la celebración de su enlace matrimonial, pero aunque no desechamos ninguna posibilidad no creemos que haya sido el criminal conocido como Imai. Si bien, creemos que puede ser un antiguo amante o alguien que quiera ajustar cuentas con él.
-Mire mi hijo no está involucrado en drogas ni en ninguna trama extraña.-dije bastante molesto.-Aunque lo de amante me recuerda al pequeño numerito que tuve que aguantar el día de mi boda, aunque no lo disfruté del todo por fortuna.-uno de ellos comenzó a escribir.-Busquen a Yue Wook.
-Sí, es el mismo nombre que nos dio Maxwell River.-murmuró el mayor de los dos.-Y tranquilícese según sabemos esa droga se licua fácilmente por el organismo, tan sólo le dieron una dosis mayor de la habitual y le causó malestar.-sí, podría decir lo que le diera la gana pero yo no podía tranquilizarme.-Lamentamos haberlo importunado, ya nos marchamos.
-Buenos días y adiós.-dije cerrando la puerta bastante molesto.- ¡Phoenix dame mi agenda! ¡La agenda de negocios!
-¿Qué pasa?-dijo bajando las escaleras con el bebé.
-Tú dámela.-estaba que echaba chispas, pero intentaba relajarme. Algo había pasado y el único capaz de hacer todo aquello, quitando a Imai de la lista de posibles, era Yue.
Phoenix fue hacia el mueble donde había dejando nuestras agendas, para que no me sobrecargara de trabajo me la escondía. Era así de terco, no entendía que aunque tuviera hombres de confianza en mis empresas me gustaba dirigirlas, desde las sombras claro. Cuando me la entregó fui inmediatamente a por el inalámbrico.
-Jim.-dije de inmediato alguien levantó el teléfono.
-¿Sakurai?-interrogó.-Atsushi ¿qué diablos sucede? Dijimos de vernos en una semana, ya lo confirmamos.-murmuró algo aturdido.
-Mi hijo y el tuyo, ya sabes que sucede.-respondí con un tono de voz molesto.
-Ya lo dejaron, no lo supe bien todo hasta que se acabó.-musitó en un suspiro.-¿Ahora te enteras? Tranquilo, Yue no molestará a Hizaki. Ya Hizaki tomó al afeminado ese como pareja.-me molestó que insultara como si nada a Olivier, afeminado o no era la pareja de mi hijo.
-Te diré que alguien ha drogado a mi hijo, una droga que se usa para someter a las personas al control de quien se la da. El primer sospechoso de la lista es tu hijo. Si me entero que es él, si lo confirmo, me importará una soberana mierda que tú y yo seamos amigos. Tu hijo se acordará bien del apellido Sakurai.-lo último lo dije en un gruñido.
-¡Calma!-gritó desorientado, pude notarlo en su tono de voz.-¿Qué le ocurrió a Hizaki?-preguntó aún más confuso.-¿Está bien?
-Tu hijo estuvo persiguiendo al mío varios meses, lo sé. Mi hijo no me contó todo, pero estuve vigilándolo.-respondí intentando no alterarme demasiado.
-Sí, cuando me enteré que lo hizo le castigué y le expliqué que las cosas acaban.-no se molestó, sabía que si yo acusaba de algo a alguien es porque tenía una gran corazonada o datos.-Pero dudo que haya sido Yue, al menos déjame dudarlo.
-Jim, somos amigos y entiendo que quieras proteger a tu hijo. Pero espero que si tiene que pagar por algo que ha hecho al mío lo haga, que no lo protejas como haces siempre.-aquello era una sentencia, si no lo tomaba como tal era un imbécil.
-De acuerdo, pero seguramente todo lo lleva ya la policía ¿no es así?-interrogó.
-Sí.-respondí de forma más sosegada.
-Deja que ellos cumplan su misión.-dijo antes de colgarme.
-¡Me cago en todas tus castas Wook!-dije en un alarido y el niño se quedó asustado mirándome.
-Papá está cabreado mi amor.-susurró Phoenix besando su sien.-No le hagas caso, se pone feo cuando se enfada.-murmuró caminando hacia la cocina con María. Ella aún estaba nerviosa y yo estaba que mordía.
Fui a la ducha, de inmediato, y salí sin decir nada. Me daba igual si Phoenix pensaba que fue una imprudencia, pero al llegar pedí que me dijeran donde estaba mi hijo. Supuestamente descansaba y su pareja estaba con él. No quería molestarlo demasiado, hablé con el doctor que llevaba su caso y todas las sospechas ya sólo caían hacia Yue.
-¿Es usted Atsushi Sakurai?-interrogó uno de ellos, el más joven a mi parecer.
-Así es.-respondí.
-El médico que atendió a su hijo ha realizado una denuncia.-fruncí el ceño cuando escuché aquello.-Tranquilo, no es a su hijo a quien buscamos. Su hijo ha sido víctima de una droga que se usa para violaciones, asaltos… entre otros delitos. Debido a que es imposible de encontrar en sangre si no se toma a tiempo, ya que se diluye, el médico hizo una prueba sanguínea nada más entrar en el hospital. Junto al resultado, de una leve muestra de droga en su organismo…-estaba cabreándome hacia límites insospechados en mí, mi corazón bombeaba con fuerza y mis ojos lanzaba llamaradas.-Sabemos que han sido atacados en la celebración de su enlace matrimonial, pero aunque no desechamos ninguna posibilidad no creemos que haya sido el criminal conocido como Imai. Si bien, creemos que puede ser un antiguo amante o alguien que quiera ajustar cuentas con él.
-Mire mi hijo no está involucrado en drogas ni en ninguna trama extraña.-dije bastante molesto.-Aunque lo de amante me recuerda al pequeño numerito que tuve que aguantar el día de mi boda, aunque no lo disfruté del todo por fortuna.-uno de ellos comenzó a escribir.-Busquen a Yue Wook.
-Sí, es el mismo nombre que nos dio Maxwell River.-murmuró el mayor de los dos.-Y tranquilícese según sabemos esa droga se licua fácilmente por el organismo, tan sólo le dieron una dosis mayor de la habitual y le causó malestar.-sí, podría decir lo que le diera la gana pero yo no podía tranquilizarme.-Lamentamos haberlo importunado, ya nos marchamos.
-Buenos días y adiós.-dije cerrando la puerta bastante molesto.- ¡Phoenix dame mi agenda! ¡La agenda de negocios!
-¿Qué pasa?-dijo bajando las escaleras con el bebé.
-Tú dámela.-estaba que echaba chispas, pero intentaba relajarme. Algo había pasado y el único capaz de hacer todo aquello, quitando a Imai de la lista de posibles, era Yue.
Phoenix fue hacia el mueble donde había dejando nuestras agendas, para que no me sobrecargara de trabajo me la escondía. Era así de terco, no entendía que aunque tuviera hombres de confianza en mis empresas me gustaba dirigirlas, desde las sombras claro. Cuando me la entregó fui inmediatamente a por el inalámbrico.
-Jim.-dije de inmediato alguien levantó el teléfono.
-¿Sakurai?-interrogó.-Atsushi ¿qué diablos sucede? Dijimos de vernos en una semana, ya lo confirmamos.-murmuró algo aturdido.
-Mi hijo y el tuyo, ya sabes que sucede.-respondí con un tono de voz molesto.
-Ya lo dejaron, no lo supe bien todo hasta que se acabó.-musitó en un suspiro.-¿Ahora te enteras? Tranquilo, Yue no molestará a Hizaki. Ya Hizaki tomó al afeminado ese como pareja.-me molestó que insultara como si nada a Olivier, afeminado o no era la pareja de mi hijo.
-Te diré que alguien ha drogado a mi hijo, una droga que se usa para someter a las personas al control de quien se la da. El primer sospechoso de la lista es tu hijo. Si me entero que es él, si lo confirmo, me importará una soberana mierda que tú y yo seamos amigos. Tu hijo se acordará bien del apellido Sakurai.-lo último lo dije en un gruñido.
-¡Calma!-gritó desorientado, pude notarlo en su tono de voz.-¿Qué le ocurrió a Hizaki?-preguntó aún más confuso.-¿Está bien?
-Tu hijo estuvo persiguiendo al mío varios meses, lo sé. Mi hijo no me contó todo, pero estuve vigilándolo.-respondí intentando no alterarme demasiado.
-Sí, cuando me enteré que lo hizo le castigué y le expliqué que las cosas acaban.-no se molestó, sabía que si yo acusaba de algo a alguien es porque tenía una gran corazonada o datos.-Pero dudo que haya sido Yue, al menos déjame dudarlo.
-Jim, somos amigos y entiendo que quieras proteger a tu hijo. Pero espero que si tiene que pagar por algo que ha hecho al mío lo haga, que no lo protejas como haces siempre.-aquello era una sentencia, si no lo tomaba como tal era un imbécil.
-De acuerdo, pero seguramente todo lo lleva ya la policía ¿no es así?-interrogó.
-Sí.-respondí de forma más sosegada.
-Deja que ellos cumplan su misión.-dijo antes de colgarme.
-¡Me cago en todas tus castas Wook!-dije en un alarido y el niño se quedó asustado mirándome.
-Papá está cabreado mi amor.-susurró Phoenix besando su sien.-No le hagas caso, se pone feo cuando se enfada.-murmuró caminando hacia la cocina con María. Ella aún estaba nerviosa y yo estaba que mordía.
Fui a la ducha, de inmediato, y salí sin decir nada. Me daba igual si Phoenix pensaba que fue una imprudencia, pero al llegar pedí que me dijeran donde estaba mi hijo. Supuestamente descansaba y su pareja estaba con él. No quería molestarlo demasiado, hablé con el doctor que llevaba su caso y todas las sospechas ya sólo caían hacia Yue.
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