Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 25 de octubre de 2009

Dark City - capitulo 11 - Nuevos Aires (XIX)


-Ese patán le obligaba a mantener sexo incluso cuando él no quería, lo golpeaba y lo trataba como un trapo.-sus ojos se volvieron llamaradas.-Así que cuando supe que nos rondaba lo dejé tomando helado, salí hacia el parking del centro comercial y lo encerré junto a mis hombres en un local abandonado.

-¿Y?-interrogué mirándolo fijamente.

-Primero le hice gemir de dolor, después un disparo certero entre ceja y ceja hizo el resto.-dio su última calada apagando la colilla en la mesita del merendero.

-¿Qué has hecho con el cuerpo?-me preocupaba su seguridad, que esos impulsos le llevaran al fin.

-Lo llevaron a una obra de una de las empresas constructoras de un buen amigo, allí lo echaron al cemento fresco en una cuba… después ese bloque de cemento ha ido a parar al mar.-rió bajo.-Capone lo llamaba zapatos de hormigón o cemento.

-Kamijo.-dije algo incrédulo, a penas podía procesar todo.- ¿Y si averiguan que fuiste tú?

-Maté a un muerto.-masculló.- ¿Es pecado sacar la basura? Tan sólo recicle, lástima que algunos residuos tóxicos caigan al mar. Pero dicen que sobre el hormigón o los barcos hundidos se puede crear coral y nuevas viviendas para los habitantes del fondo marino.-rió bajo nuevamente.-Curioso le he dado un hermoso ataúd sin pretenderlo ¿verdad?-interrogó.-No iba a permitir que alguien como él volviera a la vida de Jasmine.

-Dios.-murmuré y él sonrió de forma encantadora.

-Tratemos algo más agradable, más artístico y atrayente.-pestañeó de forma inocente.-Es que hablar de muertes no lo es, no me gustaría acabar hablando de coronas de difuntos.-jugaba con su zippo de diseño, me di cuenta que tenía grabada una K sobre una rosa abierta.

-¿Qué tramas?-interrogué.

-Pues tu hijo me ha dicho que puedo ayudar a su representación y puedo intervenir ayudándolo, como haces tú y Phoenix. Me han dado una información sobre un corto. Tendría que ir a rodar a Japón un par de semanas, pero volvería con una experiencia nueva.-sonrió de aquella forma amable y cargada de elegancia.-Además he pensado que podría grabar un videoclip en París, quedaría romántico y sería un bonito regalo para él viajar. Claro que el niño…

-El niño lo tendría que cuidar yo.-Kamijo asintió.-Es por su carrera, su profesión y su gran pasión. No veo el problema.

-Eres muy considerado, por unos instantes pensé que me echarías a los perros.-colocó sus codos sobre la mesa del merendero y su mentón sobre sus manos.-Eres un gran hombre Atsushi Sama.

-¿Irás a París al fin?-interrogué obviando la zalamería.

-Sí, espero que en este viaje Jasmine termine entendiendo que él lo es todo.-declaró apartando algunos cabellos de su frente.

-¿Qué sucedió para que terminarais discutiendo?-no podía imaginarme a ellos dos discutiendo, era casi imposible.

-¿Recuerdas mis revistas de contenido pornográfico y erótico?-nada más escuchar esas palabras de su boca empecé a reír a carcajadas.

-¡No! ¡Imposible! ¡El hombre que jamás sería descubierto!-me reía de lo inocente que podía ser, creía que su pareja nunca terminaría averiguando sobre su pequeño vicio.

-Las descubrió, las tiró todas a la basura.-reí bajo al escuchar aquello.-Pero lo peor no fue eso.

-¿Qué?-interrogué con ganas de saber todo lo posible sobre el tema.

-Se sintió despreciado, piensa que amo más a las mujeres que a él.-suspiró.-Nunca te dije como lo veía antes, para mí era una mujer incluso en la cama. Me costó dar el paso hacia la bisexualidad y creo que hacia el amor incondicional hacia él.-algo había escuchado, pero no todo.-La primera vez que estuvimos juntos estaba tan aturdido que creí que era una hermosa mujer, había oscurecido y yo había tomado un poco de champaña. Para mí fue conquistar los labios de un ángel, pero luego me comporté como un patán al saber quién era mi pareja en la cama.-puso sus manos sobre su rostro.-Estoy tan avergonzado de ello, tanto.

-¿De tu reacción?-pregunté mirándolo fijamente.

-Por supuesto. Durante semanas estuvimos viéndonos como amigos, simples amigos, él amaba el arte y yo también. No sólo el arte, amo la moda y la música. Un hombre como él era buena compañía, no tenía amigos tan dedicados a esos temas. Más bien, no tengo amigos tan volcados en los diseños de pasarela.-sonreía como hipnotizado al confesar aquello.-Además, tenía una belleza tan parecida a una flor. Era como ver un jardín completo florecer ante mí, florecer de forma atractiva y con un aroma tan atrayente.-susurró de forma confidente.-Su ropa y el maquillaje le hacían ser una mujer, era como llevar a una chica colgada de mi brazo. Hacía mucho que no tenía una persona así en mi vida, desde la muerte de mi primera esposa. Me dejé guiar por las apariencias y por los recuerdos, le hice daño deseándolo como mujer y no como hombre.

-Kamijo no es tu culpa, hasta ese instante tu mente no concebía algo así en tu vida. Es muy normal el miedo a los cambios, por ello evitamos la realidad.-él suspiró al escuchar aquello, pero sabía que no le quitaba cargo de conciencia.-Prosigue.

-Ahora cuando vio las fotografías de mujeres pensó que yo le dejaría por una, que me veía con mujeres y que estaba con él por pena. No, realmente no sé que pudo pensar. Su mente es demasiado complicada a veces, es imposible de entender lo que puede cruzarse por ella.-abría y cerraba el zippo, hasta que lo guardó en su chaqueta.-Quiero llevarlo a París, paseos románticos y pedirle la mano. Compré el anillo en la tienda que me indicaste, fue algo que me dije que debía hacer. Si bien.-dijo algo aturdido.-no sé si me dirá que desea casarse conmigo, pues él sabe todo lo que te he contado a ti. Mucho es que siga a mi lado, doy gracias en cada segundo que pasa y no cambia de opinión.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt