Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 31 de diciembre de 2009

Dark City - capitulo 12 - El ojo del huracán (XXXI)



-¿Y la chica?-preguntó buscándola con la mirada.

-En el hotel, irás pasado mañana para conocerla. Hoy y mañana te doy de plazo para que te instales, tus muebles llegaron en perfecto estado y tu padre mandará hoy el resto de la ropa.-él asentía ante las palabras de mi amigo, aunque le costaba comprenderlas de forma exacta, pero a groso modo se defendía.

-¿Puedo sacarlo?-preguntó a una camarera que apareció prácticamente de la nada, venía a tomar nota a nuestro nuevo invitado.-Intranquilo, está molesto.-intentaba hacerse comprender y ella intentaba no sentarse en sus rodillas.

Desde que habíamos entrado llamamos la atención de todo aquel que estaba en el negocio, pero con él ya parecía un macroconcierto con la estrella del show y sus músicos completamente secundarios. Él parecía encandilar a todas con su aspecto de zarrapastroso motorista salido de las llamaradas del infierno con ese toque de extranjero perdido en busca de un hogar, un hogar entre las sábanas de cualquier a de las mujeres que allí se encontraban. Parecía no temerle nadie, a pesas de sus pintas, y más bien era un imán para las miradas de lujuria, inclusive la de algún que otro hombre.

-Puedes si se porta bien.-balbuceó ella algo sonrojada, para marcharse sin preguntar qué deseaba tomar.

-¡Grazzie!-dijo alzando leve la voz, sin ser un grito o un bramido típico de los hombres como él. Sí, definitivamente era un espécimen único, tenía clase a pesar de ese aspecto desaliñado de rockero.

Abrió con delicadeza la portezuela y el gato apareció. Sus ojos verdes parecían tener luz propia, junto a su porte daba aspecto de pantera. Sí, era una pequeña pantera que se sentó sin más en el borde de la mesa observando a todo el mundo.

-Konnichiwa Giovanni-sama.-susurré e hice que su atención recayera sobre mí.-Konichiwa.-dije con un leve ademán y él caminó hacia mí con sigilo, para acabar en mis brazos ronroneando.

-Le caes bien Atsushi.-susurró nuestro amigo.-Parece ser amor a primera vista.

-No le agradan rubios.-comentó Mario riendo bajo.-Pero sí morenos con.-hizo un leve gesto con su mano tirando de su cabello.-pelo largo.-dijo entrecerrando sus ojos para después recostarse en el asiento.

-Deberás darte tinte Kamijo.-comenté acariciando aquella magnífica criatura.

-No pienso abandonar mi color natural, amo mis cabellos dorados.-dijo mientras miraba de reojo a Mario. Su amigo acariciaba sus cabellos y rió bajo con sus ojos puestos en mí.

-Antes.-susurró meditando sus palabras.-Antes parecía Ricitos de Oro.-rió bajo y yo lo secundé.

-Lo sé, tengo su primera obra de arte sonora.-estallamos en carcajadas, sin embargo nuestro amigo seguía con el rostro incorrupto.

Sus ojos estaban entrecerrados y sus manos sostenían la taza de café. Sonrió con amargura y luego suspiró.

-Niños.-masculló.-Adultos que se comportan como niños ¿conocéis la palabra madurez? ¿la olvidasteis en el jardín de infancia?-dijo alzando una de sus perfiladas cejas rubias, aunque en un tono más oscuro.

-No conozco madurez.-intervino Mario.-no recordar significado.

-¿No hablas bien nuestro idioma?-pregunté dejando que su gato volviera a la gatera, parecía cómodo allí dentro aunque era un espacio minúsculo.

-No, bien no.-murmuró.-Pero mejor por escrito.

-¿Entiendes de ropa?-Kamijo me miró extrañado con esa pregunta.

-Mia madre ama andare alla moda, mi prende per accompagnare il suo e il mio punto di vista.-empezó aquella verborrea en italiano y poco o nada le entendí.

-Kamijo traduce.-él sonrió de forma poco confiable.

-Ricitos de oro no quiere traducir, ya que os entendéis muy bien.-respondió molesto dando un sorbo de café.

-Por favor.-siseé.

-Oh, sí faltaba el por favor.-dijo dejando la taza para carraspear.-Te ha dicho que su madre es una amante de la moda, y claro él la acompaña para dar su punto de vista. Los italianos son así, aman a sus madres por encima casi de sus mujeres.-creo que eso era un poco excesivo aunque, teniendo en cuenta que todos los hombres buscamos algo de nuestras madres en nuestras mujeres, podría darse pro cierto.

-Perfecto entonces.-respondí con una sonrisa.-Megumi será feliz a tu lado.

-¿La chica?-interrogó.-Debe ser hermosa.

-Cuidado gigolo que es la madre de mi hija.-dije frunciendo el ceño.-Cuídala, no metas tus manos en la masa porque puede salirte mala combinación.

-Sí, lo sé.-entrecerró los ojos y mostró una sonrisa afable.-Pero eso no le quita que sea hermosa.-arrastraba su acento por cada palabra y también se mostraba su esfuerzo por no usar su idioma natal.

Comenzamos a conversar sobre Megumi, pero no sé en que punto nos desviamos hacia la familia de Kamijo. Mario preguntó por su hermano y el rostro de Kamijo se volvió gélido. Parecía que nuestro amigo deseaba crear una muralla enorme para no hablar del tema. Sus ojos parecían entristecidos, e incluso pude notar un lejano brillo de amargura.

-Mi hermano sigue igual, en su mundo.-murmuró.-No ha crecido nada mentalmente, sigue creyéndose mis mentiras para no dañarle y dañándome con sus insultos. Últimamente parece encantado con imitarme, con destrozarme con nefastas ideas sobre mí y me duele verlo así.-suspiró mientras Mario acariciaba su cabeza como yo lo había hecho sobre su gato.-Odio verlo como un animal encerrado, también detesto ver mi propio reflejo con esa mirada perdida por los medicamentos. Pero no puedo hacer nada, es el mejor lugar donde puede estar e intento que sean amables con él a pesar de su nefasto comportamiento.

-Phoenix está igual con su hermano.-dije tomando sus manos.-Aunque tu hermano sufre trastorno de la personalidad y otros problemas mentales.

-Merci Atsushi.-susurró apartando sus manos.-Gracias por escucharme y por darme consejos. Espero que Seth vuelva a su estado normal, que deje definitivamente las drogas y cualquier problema para su salud.

Mario tan sólo nos observaba fijamente, como lo haría cualquier felino, sin entender demasiado bien lo que sucedía en mi hogar. Pero creo que había algo más, como dolor cuando escuchó drogas. Aunque teniendo en cuenta el pasado de Mario, el pasado de su familia, entendía claramente que en parte se sentía culpable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Que tal?

Que tengas suerte & amor en Ano Nuevo! Felicidades!

Btw., me encanta a SOAD. Has oido 'Aerials'? Pienso que esta cancion es la mejora de todas sus canciones.
Tambien, gracias a B-T, he encontrado un artista muy bueno- Peter Murphy. Le conoces? Es el vocalista de Bauhaus, el grupo de musica a la que a Atsushi le gusta mucho.

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt