Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 9 de enero de 2010

Dark City - capitulo 12 - El ojo del huracán (XXXVIII)

Hace mucho tiempo comencé a amar una canción extraña de Buck-Tick, creo que fue poco después de conocerlos que di con ella. Una canción que sin duda el video es increiblemente extraño, ya no sólo por la letra y su ritmo. Hoy me levanté cantándola en tono bajo...ha vuelto a mí y a mi memoria.

La foto es mía, la hice hace tres años y la he editado. Los ojos son así, no es de la edición... y no, no es de cuando vi los scan de Heaven... sino de mucho antes. Por eso a veces bromeo con "oh... Atsu y yo tenemos el cerebro conectado".



Desde aquí quiero saludar a Anna :3 ella sabe quien es, a veces me comenta y en ocasiones no tengo tiempo para responderle a todas sus dudas y preguntas. Espero que hayas empezado bien el año. ¡Un saludo!

Ayer fue un cumpleaños muy especial... el de David Bowie... uno de mis mitos del rock, mitos vivientes y leyendas duradeas. En poco tendré su nuevo lanzamiento y creo que sufriré un orgasmo el día de mi santo... que es para ese día cuando me lo entregaran.

Miho si ves esto... todo lo anterior es mi momento gay... imaginate yo con mascarilla y pañuelo en la cabeza cantando la canción anterior... mientras limpio el polvo. Moviéndome a saltos como en el Explosion de Atsushi...

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Salí de la habitación con paso firme hacia mi despacho. Me di media vuelta antes de girar el pomo, y entrar, él se había quedado pensativo con Jun en sus brazos jugueteando con sus cabellos. Cerré con llave, no quería que abriera la puerta y escucharlo discutir más tiempo. Fui hacia la estantería y conecté un pequeño equipo de música.

Empecé a buscar entre las cajas donde escondía mis viejas cassettes, también cds y en algunas pequeños vinilos, uno en especial. Quería uno de mis discos compactos donde había covers de varios grupos que imitaron al genio David Bowie. Era prácticamente nuevo, lo había grabado noches atrás tras una búsqueda por la red. Algunos eran completamente desconocidos para el gran público e incluso novatos en la música, pero había otros como Bauhaus, Langley Schools, Happy Rhodes, Tally Brown, Nirvana o Placebo. Sobretodo los dos últimos muy conocidos. Además de ellos había pistas de conciertos en vivo del gran maestro de maestros. Lo encontré en una de las cajas de color negro que tenía regadas entre algunos libros de Oscar Wilde y Umberto Eco.

Al empezar a escuchar Ziggy Stardust en voz de Bauhaus sonreí con satisfacción. Fue difícil de conseguir esa pista sin que se escuchara algo distorsionada. Me recosté en el diván que tenía en un rincón de la habitación y mi humor comenzó a cambiar. Comencé a dejarme llevar, hasta que me descubrí moviéndome por la habitación buscando algún papel en blanco.

Como si estuviera totalmente en plena abducción por la magia de la música; inicié algunos trazos de líneas sin importancia en un folio, que poco a poco fue tomando forma de ojo de mirada profunda. La tinta oscura se iba desparramando, y manchando, por el impoluto folio. A buen ritmo las pistas iban sucediéndose una tras otra hasta llegar a mi favorita, el gran maestro ponía su voz junto a Brian Molko para llenar la habitación de la melodía de 20th century boy.

Toda mi molestia se fue con aquel dibujo, toda. Me quedé completamente relajado y apagué el reproductor, para ir junto a Phoenix. Él se encontraba en el salón dormido con el bebé en sus brazos. Me di cuenta, una vez más, de lo afortunado que era al tener una familia y alguien a mi lado. Recordé sus palabras una vez más y todos mis fracasos por hacerlo feliz, mis desastres por egoísmo y me lancé a llamar a una floristería.

Dicen que un lo siento siempre viene bien acompañarlo con flores, así que pedí doce docenas de rosas rojas y que la acompañara una tarjeta donde sólo estuviera la palabra “Gomen”. Quería pedirle perdón por no avisar que llegaría tarde, perdón por todas mis meteduras de pata y a la vez agradecerle que estuviera a mi lado. Necesitaba demostrarle que le amaba y ese gesto le gustaría más que unas simples joyas.

Él seguía dormido con Jun sobre su cuerpo, aferrados uno al otro, y yo allí observándolos. Así que terminé por sentarme en la alfombra frente a ellos mientras marcaba otro número, esta vez el número de una de las pastelerías más caras de la ciudad. Pediría una pequeña caja de bombones artesanales y un pequeño pastel de nata, sin demasiada azúcar, para el bebé.

Después de hacer mis pedidos me marché a la ducha. Estuve prácticamente media hora tras un potente chorro de agua caliente, hacía tiempo que no estaba tanto tiempo de ese modo. Me puse mi albornoz y busqué por los cajones con paciencia. Quería ponerme algo cómodo y descansar junto a ellos. Terminé por unos pantalones negros gruesos, anchos y deportivos, junto a la sudadera que iba a juego y una camiseta del mismo color.

El timbre sonó y él gritó para abrir la puerta, yo me quedé en el borde de la escalera contemplándolo todo. Primero fueron las flores que fueron llenando el salón poco a poco. Él me miraba incrédulo mientras firmaba y le entregaban la tarjeta. Aún no había dicho nada, tampoco se habían marchados los chicos de la floristería, cuando llegó el paquete de dulces de la pastelería.

-¿Atsu qué es todo esto?-preguntó mientras bajaba por la escalera.

Yo bajé en silencio y permanecí callado incluso cuando me aproximé a los repartidores. Los chicos de la floristería esperaban para que pagara todo y así lo hice, al igual que con el muchacho de la pastelería. Todos se llevaron una propina por haberlo hecho en tiempo récord.

-Tengan cuidado.-dije notando que la verja aún estaba abierta y bajé junto con ellos.-La salida puede tener poca visibilidad.-comenté con una sonrisa.

-Lo hemos notado, gracias por el aviso.-dijo el chico que llevaba la camioneta de las flores.

-Hasta la próxima y gracias por llegar rápido.-sonreí cerrando la valla para girarme y ver que Phoenix corría hacia mí lazándose a mis brazos.

-Te amo.-susurró llorando aferrado a mí.-Te amo.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt