Daniel ha decidido hablar del Carnaval y los vampiros... ¡En fin! ¡Hermanos, hay que salir y disfrutar! La fiesta ya empezó.
Lestat de Lioncourt
Se aproxima el Carnaval en todas las
ciudades del mundo. Un estallido de color, risas, música y
misterios. Siempre habrá entorno al Carnaval algo de misticismo más
allá de los disfraces, máscaras y maquillaje. Nos introduce en un
mundo distinto que nos incita a soñar con lo imposible, pero también
con lo macabro. El Carnaval siempre ha estado presente en la vida de
los inmorales, es una celebración que nos hace pasar desapercibidos
igual que fiestas como Halloween.
Algunos vampiros deciden usar diseños
de ropa formal, o informal, que llevaron durante su vida humana. Se
dejan llevar por el sumo placer de ser un monstruo entre monstruo,
salvo que sus colmillos no son falsos y los cuellos que muerden
terminan aliviando su sed, matando a su víctima y destruyendo sueños
mientras roban tiempo. Porque somos ladrones de tiempo y recuerdos.
El Carnaval de Venecia es popular en el
mundo entero. Es una de las celebraciones más conocidas y que hacen
suspirar a muchos turistas. Marius vivió esos Carnavales en primera
persona, dejándose llevar por el vaivén de las góndolas y el
sonido de las liras, laudes y diverso instrumental de percusión. Las
afinadas voces de los cantantes venecianos deleitaban las fiestas
pomposas de las altas esferas. Artistas de todo tipo se concentraban
en numerosos palazzos donde los políticos y las fulanas se mezclaban
con las máscaras más llamativas.
Pudimos conocer algunas de estas
fiestas en los diversos libros que se han comercializado con la vida
de Marius y Armand. Pero, por supuesto, también en aventuras de
Lestat y los brujos que tanto llegó a temer y amar. Fiestas donde el
vino se derrama, igual que la sangre, y las carnes cálidas de los
jóvenes calientan las frías pieles de mármol de los numerosos
vampiros. El Mares de Grasa, o Mardi Gras, hace la delicia de los
habitantes de Nueva Orleans. Hasta hace poco se dividía la
celebración entre blancos y negros, pero ahora es una mezcla
explosiva que muestran multiculturalidad. Pero, como no, también se
habla del Carnaval de Brasil que es mucho más exuberante, llamativo
y dura días.
Se podría decir que los vampiros somos
hedonistas y amamos dejarnos llevar por los placeres mundanos. No
dejamos de ser mortales ni humanos, porque somos una mezcla perversa
de un espíritu insatisfecho con su vida y mortales atraídos por
vivir por siempre, con una juventud que nunca nos abandonará y que
nos permitirá seducir, conocer, comprender y sentir.
El Carnaval es una fiesta pecaminosa
donde uno se baña en pecado, pero también puede bañarse en sangre.
Quizás estos días bailen, canten o celebren junto a uno de los
nuestros. Cuiden su cuello.
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