Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 4 de junio de 2009

Dark City - Swimming in Blood - Capítulo 6 (parte IX)

Nuevo blog donde se puede seguir al primogenito varón de Sakurai... Hizaki Sakurai




Él llegó primero a la línea de meta y levantó una polvareda enorme. Se sacó el casco y yo hice lo mismo.

-¡Sakurai power!-gritó y no dudé en reír. La verdad es que ese era el poder de los Sakurai, amábamos el riesgo o más bien el riesgo nos amaba a nosotros.-¿Dónde has dejado a tu maridito?-interrogó mientras bajaba notando la moto de Miho.-¿Quién es? No me digas que lo trajiste.-y luego recordó.-¡Ah demonios! Si va a ser mis masculinidad en persona.-pero entonces se quedó callado observándola, esa mirada la reconocería en cualquier parte. Eran los ojos de un adolescente con las hormonas revueltas observando a una mujer, porque eso era. Le conté que era algo masculina en su forma de vestir y desde entonces creo que tenía una imagen distorsionada de la realidad.

-¿Ves? Nada masculina, sin embargo yo que tú dejaría de imaginármela desnuda o cometerías incesto.-comenté pasando mi brazo sobre sus hombros.-Entonces yo, mi pequeño saltamontes, tendría que castrarte y no me gustaría.-le propiné un pequeño cachetazo y él salió del shock.

-Así es niño bonito, soy tu hermana mayor.-se había bajado de la moto y caminaba hacia nosotros, rogué porque no hubiera escuchado toda la conversación. Sabía que podían terminar golpeándose nada más por orgullo. Ambos eran réplicas mías, unas replicas perfeccionadas.-Así que debes de portarte bien conmigo, que ante todas las circunstancias.-se bajó las gafas de sol y sonrió de lado señalándose con el pulgar de su mano izquierda.-Soy la mayor, te guste o no.

-Yo no me meto con mujeres, prefiero hacerlo con hombres. Nosotros nos pegamos, vosotras humilláis que es peor.-eso me recordó a Clarissa. Entendió que no podía poner a mis hijos en mi contra regalándoles nada, regañándoles por ir conmigo o hablar de mí. Quizás su orgullo no le permitía hacer aquello o tal vez se dio cuenta de que era un buen padre. Podría ser infiel, el peor de los amantes, no escuchar a mi pareja en ocasiones e incluso llegar a mentir descabelladamente. Sin embargo, era un buen padre y me preocupaba por mis hijos, por todos mis hijos.-Hizaki Sakurai encantado de conocerla.-su forma de extender la mano, de hablar, su tono de voz y su sonrisa eran idénticas a las mías.

-¿Qué tienes ahí?-pregunté al ver como había tapado, y mal, un golpe con un poco de maquillaje.-¡Hizaki!-grité algo furioso.

-Si me pego o me dejo de pegar no es cosa tuya. ¡Tengo dieciocho ya!-gritó mientras seguía pendiente de aquel golpe.

-Hizaki.-chasqueé la lengua y lo reprendí con la mirada.-Te he dicho mil veces que dejes de meterte en peleas absurdas. ¿Qué fue esta vez? ¿El novio de alguna chica? ¿un competidor?

-¡El puto nuevo amor de Lexter!-gritó con furia.-¿Feliz? Ya no lo voy a volver a ver, tranquilo.-su rostro estaba frío, pero sus ojos querían comenzar a llorar.

-Ya pasó, tengamos una buena mañana. Disfrutemos de tener esto para nosotros ¿verdad Miho?

-Ah sí.-comenzó a empujar la moto hasta la línea de meta con media sonrisa.-Tengamos un buen día.-al pasar frente a él sonrió ampliamente.-Mira como te pisoteo niño bonito.

-¡¿Qué?! ¡Soy el ganador de esta pista!-gritó subiéndose a la moto y colocándose el casco al final. Sus ojos lo decían todo, había encontrado a la olma de su zapato y yo me alegraba que al fin conociera a una persona que lo pudiera retar.

Ellos iniciaron una persecución intensa. Iba tras ellos, parecían competir sin más. Yo disfrutaba de la carretera. Nada más llegar al partido hice una petición al ayuntamiento, este circuito fue uno de los proyectos que llevé a mi partido para que lo expusieran. Sin duda un logro y un triunfo que disfrutaba cada vez que podía. Estaban inalados pero Hizaki, quizás por la furia que nublaba su raciocinio, tomó mal una curva y se desestabilizó permitiendo que ella ganara por segundos. A mí no me importaba ganar o perder, es más pasé por delante de la meta y seguí con la moto. Era una pista dura con un trazado impresionante. Cuando paré me quité el caso, estaba bien retirado de ambos y observé el cielo. Fui hacia la puerta de las gradas y me recosté en ellas.

-Libertad, bendita libertad.-susurré colocándome las gafas de sol.

Noté un ligero alboroto, pero estaba tan cómodo enfrascado en mi mono de cuero y el sol dándome en la cara. Sí, sin duda sabía amar las pequeñas cosas que únicamente los felinos apreciaban. Estar tumbado al sol era uno de mis mayores vicios ocultos, y no tan ocultos. Giré mi rostro hacia el otro lado de las pistas, allí estaba Hizaki con otro muchacho. Este era más bajo, delicado y delgado. Sonreí pensando que era un amigo, pero luego lo vi besarlo colgándose de su cuello.

-¿Qué?-interrogué notando algo familiar en la escena. Miho se aproximaba a mí sentándose unos peldaños más hacia arriba, donde los toldos y la zona de sombra.

Mi mente se desplazó a tiempo atrás y recordé esa misma situación con Uta... nuestros primeros besos e Hizaki y juraría que seguramente tenía la expresión de chico duro. Sí, era idéntico en mí y daba por hecho que ese chico lo tomó como pasatiempos. Terminé de levantarme con aquellos recuerdos metidos en mi cabeza, caminaba de forma pesada hasta quedar sentado junto a mi hija.

-Miho.-dije al sentarme junto a ella.-¿Puedo verlo?-escribía o quizás anotaba algún pensamiento. Fuera lo que fuera deseaba saberlo, ya no por curiosidad sino por conocerla mejor. Era una extraña y yo para ella seguramente seguía siendo un conocido más. No quise preguntarle por su amigo, cuando lo hacía se derrumbaba y prefería verla con esa expresión abstraída.

-Claro.-me la pasó con una leve sonrisa. Pero no me fijé en las letras, había una fotografía que me llamó poderosamente la atención. En ella estaba mi pequeña con aquel hombre, parecían felices y eso me hizo sentir tranquilo. Cuando iba a dedicarle unos minutos a su creación apareció mi hijo con aquel muchacho.

-Papá este es Yue. Su madre es francesa, pero su padre es coreano. Nació en corea, vive aquí ahora y...-él se veía tan rojo y nervioso, creí que se caía.-Y bueno salgo con él.

-Le prefiero a él antes que a las golfas con las que a veces sales o al idiota ese.-fue mi sentencia.

-Hice comida para usted y su…sus hijos.-balbuceó y suspiró.-Estoy algo nervioso.-se agarró a Hizaki y le sonrió.-Yo no pensaba verle, sólo iba a dejar el paquete y me iba.-me miró y esa mirada era la de Uta, enamorado y desesperado porque le hiciera caso.

-Me recuerdas a alguien.-susurré.

-¿Sí? espero que sea por algo bueno.-apoyó su cabeza sobre el hombro de mi hijo y miró el cuaderno que tenía en mis manos.

-A mí también me recuerdas a alguien, alguien muy familiar.-el chico se sonrojó ante las palabras de mi hija.

Miho me miró dando una gran calada al cigarrillo. Ella había descubierto mis pensamientos, ambos estábamos conectados en ese mismo instante. Pero ella veía un Uta de cuarenta años, yo veía al chico de hacía más de veinte años.

-Debo de marcharme.-su timidez, sus caricias y sobretodo su cuerpo delgado pegado al de mi hijo… no había dudas. El rostro de Hizaki era frío, no veía amor en su mirada sino un destello lejano, quizás, de preocupación.

-Cierto, debes de ir con tu hermano mayor al desguace.-recordé entonces esa mirada, era la mía, la que usaba de forma fría con Uta en los primeros meses de nuestra relación. No estaba enamorado, sabía bien que únicamente lo usaba para no estar solo. Odiaba la soledad, le oprimía el pecho.-Donde vais a conseguir la pieza para el deportivo.-él asintió para luego besarlo en la mejilla.

-Nos vemos otro día.-se giró y comenzó a marcharse dejando las pequeñas fiambreras. Su rostro estaba iluminado cuando se giró y abatió su mano para terminar de despedirse.


-Espero que seas feliz con él Hizaki.-dije y él simplemente se recostó junto a nosotros. Su rostro se cubrió por sus gafas de sol y su seriedad, la que últimamente usaba, se hizo presente.

-Tu novio es bastante mono.-añadió Miho esperando que aquel comentario le reconfortara.

-No seré feliz.-declaró.-No le amo.-aclaró.-y no es mi novio formal. Simplemente salgo con él.-se incorporó tomando entre sus manos la comida que nos había preparado.

-Pues lo deberías de tomar como novio.-dije mirándole fijamente.-Quizás si no lo haces y llega otro o por circunstancias no disfrutas de su compañía... luego te arrepientes, te duele, te escuece y al pasar los años queda ahí la espina. Nunca podrás quitártela, jamás.-se lo decía desde la experiencia.

-Lo quiero, pero no lo amo y no puedo ser novio así.-dijo aquello encogiéndose un poco sobre si mismo.

-El amor no surge de la noche a la mañana ni se va de un día para otro, date tiempo.-era una verdad universal, el amor se va generando poco a poco al igual que desgasta. Hay que saber mantenerlo y eso pocos saben hacerlo.

-El viejo tiene razón.-ella seguía fumando y yo casi la mato al llamarme viejo, odiaba esa palabra referida a mí. Yo no me consideraba un adulto, ni un anciano. Era joven, me miraba al espejo y seguía viéndome como cuando tenía veinte años. Sin embargo, no dije nada. Me quedé callado escuchando el resto de su consejo.-Puede que si lo ilusionas con algo que no va a pasar la tome contra ti.-él se quitó las gafas y ella lo miró fijamente. Hubo unos segundos de silencio, se recalcaban quizás lo que habían dicho ambos.-Y después tendrás a un pasivo tratando de separarte de tu nueva pareja, todo por no haberle dejado las cosas claras desde un principio.-eso fue una indirecta hacia mí, es más sus ojos dejaron de posarse de los de Hizaki para quedarse fijos sobre mí.

-Eso no tiene nada que ver.-dije a Miho.-No creo que las cosas se dejen sin explicar, los hechos lo dicen todo.-miré fijamente a Hizaki.-No juegues con él, lo quieres para olvidar y si no olvidas a la basura. No hagas eso.-estaba regañándolo por algo que yo mismo había hecho.

-No quiero empezar nada tan pronto, hace nada decía estar enamorado de un hijo de puta. Ahora no quiero volver a enfocarme en una relación y él lo sabe.-mentía, lo notaba. Miho quizás no, no lo conocía. Su seriedad me decía que estaba enmascarando la verdadera situación.

-En fin, ahí tú sabrás, yo sólo te digo que no es bueno que lo ilusiones y que le mientas. A nadie nos gusta que nos hagan eso ¿verdad?.-interrogó apagando el cigarrillo al arrojarlo al suelo y pisotearlo.

-En fin.-dijo estirándose mientras movía el cuello de un lado a otro, después nos miró a ambos quedando frente a nosotros.-Estas cosas de las relaciones no se me dan muy bien que digamos.-a ningún Sakurai se les daba bien ese tipo de cuestiones, demasiado cabezotas y pasionales.-¿Y bien? ¿Qué hacemos ahora?

-Que no lo ilusiono. ¡Joder!-exclamó y le miré directo a los ojos.-¿Por qué no le sacas información a ella? Ella es la que tiene según tú novio formal... así porqué no empiezas a molestarla.-se había indignado y se dirigía a su moto.

-Hizaki no seas impertinente.-el se giró y me miró con aquellos ojos acusadores, esos de asesino que tan bien me caracterizaban.-Hablamos de lo mejor para ti, ella ya es adulta.-sí, adulta pero a ese cabrón me lo cargaba.

-¿Y tu cómo sabes eso?.-dijo algo inquieta, quizás por lo que pudiéramos pensar ambos.

-El amigo mafioso de tu madre me lo dijo.-comenté levantándome para quedar frente a ella.-No me parece bien que salgas con alguien que no tiene la educación de presentarse ante mí. Sé que quizás para ti aún no soy tu padre, pero aún así lo soy. Como lo soy quiero saber con quién sales, nada más. Únicamente me ha molestado eso.-me quité parte del mono y quedé con el pecho descubierto, tenía calor.-Voy a comprar un refresco, Hizaki ni te muevas quédate con ella.-

-Vale...-murmuró ante mi actitud bien sabía él donde iba, quería caminar y calmarme.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay, tengo que acabar de leer capitulo 4, pero a las 6 tengo una fiesta en mi escuela y tengo que prepararme... pero he visto tu nuevo blog, sobre Hizaki, y no puedo esperar para leerlo ^ ^ Tambien como otros capitulos de DARK CITY.
Es que tuve muuucho para estudiar y no pude escribir a ti, ni leer Dark City. Pero las vacaciones son muy cerca (19 de junio) ;)

Pues, he hablado con mi profesora de espanol sobre Los amantes. A ella le encanta esa peli, tambien como las otras pelis de ese director. Sabes algunas de esas que me puedas recomendar?

Besos,
Hitoshi

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt