Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 27 de marzo de 2010

Dark City - capitulo 15 - La polvora en el aire XI


Aquello era un espectáculo excepcional. Todo el mundo los observaba, pero sobretodo aquel mercedes tan lujoso. Aquel hombre besaba a su esposo haciéndole sentir minúsculo a pesar de sus centímetros. Reí a carcajadas al montarme en el coche y ver como intentaba hacer que se metiera dentro del vehículo.

Después de abandonar el hospital fui al estudio. Llevaba meses grabando un cd, ya había salido al mercado el anterior y fue un éxito. En esta ocasión deseaba hacer covers de grupos y cantantes que admiraba. Me costaba las de David Bowie porque mi inglés hablado era terrible. Tenía que ensayar una y otra vez para que todo quedara perfecto.

Mi hijo estaba en el estudio de al lado. Él grababa sin más sus canciones e incluso pedía ciertos tipos de arreglos en la música. Había canciones lentas, otras más rock y algunas con un ritmo extraño pero atrapante. En ocasiones iba a verlo y lo encontraba totalmente concentrado. Él estaba cantando y yo estaba en la zona de manipulación y grabación del sonido. No desafinaba ni un momento, no descansaba, y siempre con una sonrisa en sus labios.

Ese día salió de la gavina de grabación y me hizo un gesto con la mano para que lo acompañara. Echó un par de monedas a la máquina de café del pasillo y me ofreció un café con leche. Me miraba fíjamente a los ojos intentando decirme algo, no sabía qué era pero parecía hacerle feliz. Su mirada tenía un brillo distinto, su aspecto aún era más maduro que meses atrás y su sonrisa era radiante. Sabía que había un culpable para ese cambio, el culpable era Olivier.

-Me caso.-dijo aquello mientras daba un trago al café y lo escupí.

-¡¿Qué?!-grité quedándome impresionado por la noticia.

-Te dije que quería hacerlo, que deseaba pedírselo, y bueno lo hice.-me dio una leve palmada en la espalda y sonrió.

-¿Ya lo haréis? ¿Inminente?-pregunté y él negó.

-Tal vez en un año o año y medio. Es algo para ir preparándolo lentamente y no precipitadamente. Sobretodo más por él que por mí, por mí lo haría todo a la carrera sólo porque fuera mi esposo.-rió y bebió de su café.

-Hizaki eres muy joven, ya te lo dije por teléfono, pero si deseas hacer eso todo irá bien.-temía que fuera un matrimonio fracasado como el de su madre y el mío.

-¿Y? Soy un padre responsable, un hombre de negocios eficiente y un buen alumno en mi escuela.-me miró fijamente a los ojos.-Y bueno hay algo más.

-¿Qué?-pregunté algo preocupado.

-Tal vez cuando nos casemos adoptemos otro niño, creo que no es bueno para Takumi que esté solo. No sé. Hero me hizo madurar, entender cosas, tener responsabilidad y sobretodo tengo a alguien a mi lado para el resto de mi vida.-sonrió y se rascó la cabeza.-Sólo son planes de futuro.

Jamás había visto a mi hijo planificar el futuro. Nunca había escuchado palabras tan maduras de su parte. No era el mismo chico de hacía un par de años. Creo que ante mí tenía a un hombre a pesar que aún no cumplía los veinte años.

-Tienes razón.-fue mi respuesta.-Necesita un hermano a pesar de tener primos y niños de su edad.-suspiré.-A mí me gustaría darle un hermano a Jun, pero creo que sería demasiado para Phoenix y para mí.

-Jun es un caso a parte.-dijo riéndose.-Jamás pensaste que tendrías un hijo peor que yo. Incluso es más violento que yo a su edad. No sé papá, pero creo que es quién más genes de la familia tiene.-entonces se quedó pensativo.-Eso si quitamos a la princesita gato.

-¿Así la llamas?-pregunté.

-Sí desde que vi como queda la espalda de Josep después de una de sus sesiones.-dijo alzando y bajando las cejas.

-¡No digas esas cosas!-golpeé su nuca de inmediato.

Seguía teniendo sus momentos inmaduros, aunque supongo que eso lo hacía para molestarme y molestarla. Ellos siempre estaban peleándose, buscándose las cosquillas y a la vez demostrando unión. Aunque no habían crecido juntos se comportaban con total normalidad. Hero estaba siempre contándome como se peleaban y luego terminaban tomando helado los tres haciendo él de juez, como si él fuera el adulto.

-Mañana vuelve a la ciudad.-comentó.-Ya viene con los niños.

-¿Cómo son?-pregunté porque aún no había visto fotos de ellos.

-Aún no saqué las fotos de la cámara, pero tengo una en el móvil ahora que recuerdo.-me pasó el móvil después de buscar la imagen.

Creo que cuando los vi me quedé mudo. Eran perfectos. Aunque el niño parecía más pequeño. Sus ojos estaban abiertos, parecían saludar al mundo con la fuerza de un Sakurai. Agarré el móvil entre mis manos y sonreí. Eran mis nietos, los hijos de mi hija.

-Son más guapos que él tuyo.-comenté molestándole.

-¿Sí? Pues mamá dice que es igualito a ti, así que te acabas de llamar feo.-murmuró en un gruñido.

-Tu madre puede decir lo que quiera.-susurré sin apartar la vista de la imagen.

-Clara lo confirmó.-canturreó.

-Clara siempre metiéndose donde no le importa.-refunfuñé pasando el móvil.

Estuvimos hablando una media hora para luego ir cada uno a nuestro estudio de grabación. Me senté a meditar unos minutos mientras observaba el listado de canciones. Después estuve ensayando y grabando todo el día. Nada más llegar a casa me metí en la bañera y después hablé con Phoenix. Él me contó que Jasmine tal vez despertaba mañana, le dejarían de sedar con tanto calmante. Para mí fue una gran noticia. Nuestro amigo volvería a abrir sus ojos como mis nietos, ojos que volverían a contemplar el mundo para que todos volviéramos a respirar tranquilos.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt