Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 13 de mayo de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino V






El ambiente quedó enrarecido tras el suceso. Pocos minutos después dimos por concluso la rueda de preguntas y terminamos con conclusiones leyendo los documentos que habíamos firmado entre todos. Eran varios documentos donde dejaban por escrito el nuevo procedimiento de todos los partidos a la hora de aceptar personas en sus filas, también en los castigos que supondrían realizar actividades ilícitas mientras se representa al partido.

Minutos después del cierre del coloquio aceptamos que otros medios gráficos tomaran fotografías, hicieran pequeñas preguntas sobre temas relacionados con las condenas que se les aplicaría, para que pudieran emitirlo en sus resúmenes personales en sus emisoras nacionales e internacionales.

La pregunta mayoritaria fue el porqué elegir el teatro y no la televisión local. La respuesta fue obvia. Era un proyecto alejado de la televisión local, un proyecto para Internet, y nos habían cedido gratuitamente una de las salas del gran teatro. Para mí era como una representación sobre las artimañas que algunos gastan, una metáfora a la pantomima de unos pocos.

Terminamos media hora antes de lo previsto. Paulo y Yo nos quedamos sentados en uno de los camerinos. Él prendía un cigarrillo mientras comentaba que era lo único que le calmaba, había vuelto al tabaco después de varios meses sin tocar una cajetilla. Era el mismo discurso que me había soltado Kamijo. Aunque Kamijo empezaba a dejarlo gracias a un invento de un cigarrillo especial donde fumaba vapor de agua, pero le hacía el efecto como si fumara uno real.

-¿Estáis bien?-escuché decir a Kamijo abriendo la puerta tras un leve golpe en la madera.

-Sí, pero ese tipo me alteró.-respondí.-¿Qué no entienden? Ese tema no me incumbe.

-No lo entienden, seguro que ni conocía a Lexter pero ya sabes como son algunos programas de televisión.-comentó Paulo encogiéndose de hombros.

-Sea como sea hemos acordonado la zona por si ese loco intenta algo, salió corriendo cuando mis escoltas le echaron fuera.-murmuró Kamijo sentándose a mi lado.-El ambiente estará caldeado algunos días, es conveniente que seáis cautelosos.

El silencio se hizo nuevamente presente. Los tres nos mirábamos sin decir una sola palabra. Parecía que deseábamos escrutar el cerebro de uno y de otro, entre todos, y luego decir algo que estuviera acorde en ese momento tan incómodo. No habíamos fracasado, pero no había salido todo como esperábamos. Se había convertido en los minutos finales en algo dantesco, propio del absurdo televisivo que vomitan todos los canales a eso del medio día.

-¿Cómo va el embarazo?-pregunté para cambiar de tema.

-Muy bien, demasiado bien.-dijo con una leve sonrisa.-Atsushi es increíble sentir que la vida va creciendo. Es hermoso poder escuchar sus latidos en el aparato y poder ver sus movimientos.-sus ojos brillaban como los de un niño, realmente parecía feliz cuando hablaba de su hijo.-Aún no sabemos su sexo, pero en pocas semanas podré saber si es un pequeño príncipe o una hermosa princesa.

-Ya sólo quedas tú Paulo.-dije alzando y bajando las cejas.

-¡No!-exclamó.-Por favor no bromees Atsushi.

En ese preciso instante llamaron a la puerta y todos volvimos a quedar serios. La voz que se escuchó tras la puerta era la del agente que había estado presente en el coloquio. Kamijo fue hacia el pomo y lo giró permitiéndole entrar.

-Han detenido a Imai Hisashi.-dijo con una leve sonrisa.-Me han informado que él mismo se ha personado en el aeropuerto de la capital del país acreditando su nombre real, junto a su cómplice Kiyoshi.

No sabía cómo tomarme la noticia. Era una buena noticia porque ese maldito daría con sus huesos en la cárcel. Pero sólo le pondrían tentativa de asesinato y secuestro. Aunque por buen comportamiento y por haberse entregado le reduciría todo demasiado. Además, sabía que su organización podía comprar a cualquier juez. Ese maldito imbécil no estaría mucho tiempo entre las rejas.

-Estará en unos seis meses fuera.-sentenció Kamijo.

-¿Qué sucede? Pensé que se alegrarían.-comentó el agente quedando asombrado porque nuestros rostro permanecieron sombríos.

-Lo que ha dicho mi amigo es cierto, saldrá en unos seis meses.-suspiré y me encogí de hombros.-Supongo que los malos no son como en las pelis, en la vida real no terminan demasiado mal.

-No perdáis la esperanza.-comentó Paulo con una leve sonrisa.-Tal vez esos meses le hace recapacitar.

-Por favor no me hagas reír.-respondí con un tono de voz que sólo usaba para mis momentos de cínico sin remedio.-Ese hijo de puta tiene cuarenta y tantos años ¿crees que alguien tan mayorcito cambia? No estamos hablando de un niño que se mete en un reformatorio, estamos hablando de un adulto con un historial delictivo impresionante.

-Supongo que eso es un no.-murmuró reclinándose en el asiento, colocando sus codos sobre sus rodillas.-Imai volverá a las andadas muy pronto según tú.

-En cuanto cruce la puerta de la cárcel.-dije muy seguro de aquello.

-Pues se volverá a detener y volverá a prisión. Así hasta que se pudra.-dijo acomodando sus gafas.-Aunque yo siempre pienso que se puede reinsertar en la sociedad a cualquier persona, sea de la edad que sea. Si se comporta de esa forma, si está metido en una organización criminal, seguro que es porque ni su infancia ni su juventud fueron fáciles. Las personas que terminan como él son porque han empezado mal desde el principio, desde la cuna. Debería darte lástima Atsushi, no todos tienen oportunidades de salir de la miseria o de una vida dura.

-Ciertamente.-murmuró Kamijo.-No todos poseemos las oportunidades de enmendar nuestra vida, de empezar de cero. Además, lo hizo cegado por los celos. Supongo que ya no tienes porqué preocuparte, o tal vez sí.-susurró.-Quien debería de estar alertado es Mario.

-Bueno señores.-intervino el agente sintiéndose tal vez incómodo por nuestra conversación.-Debo marcharme hacia la oficina, me esperan.

-Le deseo un buen día.-dijo mi buen amigo tomándolo de las manos formando en su rostro una sonrisa gentil. Kamijo siempre era así, mostraba su mejor cara a pesar de estar terriblemente preocupado.-Suerte en sus investigaciones.

-Gracias, supongo.-murmuró apartándose para marcharse cerrando la puerta.

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Lestat de Lioncourt