Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 22 de mayo de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino XIII


-Más te vale que la cuides Mario, más te vale que cuides el niño que trae, o te juro como me llamo Atsushi Sakurai que te arranco el corazón y te lo muestro antes de acabar contigo.-después lo aparté acomodando bien su corbata.-Felicidades.-dije con una sonrisa como si nada.

Megumi se reía a carcajadas. Creo que recordó aquellos años, los buenos tiempos, donde apartaba a todo idiota que se acercaba a ella. Quería protegerla. Ella me inspiraba la misma necesidad que Yutaka y por ende actuaba prácticamente igual que con él.

-Y te quejabas de la reacción de Miho.-murmuró intentando calmar su risa.-Eso era lo que tenía que decirte, lo que tengo que darte uno me lo ha dado Josep y esto otro lo encontré hoy precisamente.-sacó de su bolso un video de VHS y junto a él un sobre fotográfico. Parecía que hoy era el día de traerme recuerdos a la mente.-Espero que te guste. La cinta es de cuando estaba en secundaria.

-Ya no tengo aparato VHS... pero creo que podrán pasármelo a DVD ¿deseas que te lo pase en el nuevo formato?-pregunté notando como Jun empezaba a intentar mirar el sobre.-¿Queréis pasar a tomar té?

-¿Estás cansada Megumi? ¿O quieres que nos marchemos a casa?-dijo Mario algo preocupado mientras la tomaba por la cintura, antes de besar su frente. Parecía que realmente iba a tomar responsabilidad con el niño, más le valía o lo destrozaba.

-Espera, quiero ver la reacción que tiene Cheshire al ver lo del sobre.-respondió estirando sus brazos hacia el pequeño.-Dame a Jun y abre el sobre.-sonrió dulce mientras tenía a mi hijo en sus brazos y este sólo se quedó observándola.-Abre el sobre, lo ves y nos marchamos. No recordaba que tenía cita con el médico y quiero descansar. -mi hijo no paraba de clavar sus ojos en ella, creo que por extraño que pareciese pocas veces lo tomaba en brazos una mujer. No sabía, ni sé, si los niños sienten que otros están desarrollándose en el vientre de las mujeres, pero sé que Jun no paraba de mirarla confuso y perdido en sus pensamientos infantiles.-Apenas se nota el embarazo ¿verdad? Pero es porque es niño, los niños dicen que tienden a no notarse tanto.

-Clarissa estaba enorme con Hizaki como con Hero.-comenté lidiando con el maldito sobre, estaba bien cerrado. Sonreí por inercia al ver la primera fotografía, sobretodo porque ahí vi a mis nietos. Hizaki tenía fotos en su móvil, pero no era lo mismo.-¿Te ha dicho cuándo puedo ir a verlos?-pregunté mirando una a una cada fotografía. Quería ver a mis nietos, tenerlos en brazos y sentir que el destino al final me recompensaba con algo como aquello.

-Suena duro lo que voy a decir.-miré a Mario cuando interrumpió.-Pero te detesta, detesta a todo el mundo inclusive a mí que yo no le he hecho nada. Creo que se confunde mucho en llevar su ira a otros que no tienen culpa.

Tenía seguro que era rechazo, odio, pero no me gustaba oírlo. Rompí en lágrimas por impotencia. Cualquier cosa que hacía para acercarme a ella no servía de nada.

-Es mejor que os vayáis.-dije de inmediato. No quería llorar frente a ellos. Tomé al pequeño de brazos de Megumi y él puso sus pequeñas manos sobre mis mejillas, parecía querer secarlas. Su rostro se volvió angustioso, sabía como se ponía cuando nos veía llorar.

-Error Mario, no lo detesta.-le corrigió.-Simplemente aún no se siente cómoda con Atsushi, no...-se quedó unos segundos en silencio intentando averiguar como expresar lo que deseaba decir.-No se siente cómoda y debes entenderla. Y sé que esto lastima, a mí me lastima que todo esto esté pasando pero tranquilo. Quédate tranquilo porque ella vendrá a ti, tú no tienes porqué buscarla aunque se que te gustaría eso. No debes hacer lo que haces siempre, simplemente deja que venga.-me tomó del rostro y secó mis lágrimas.-Deja que Miho sea quien ceda, deja que sea ella quién te busque.-sonrió leve y yo me serené.-¿De acuerdo?

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt