Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 21 de mayo de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino XII

Hace unos días fue el día de las madres... como hoy toca algo sobre maternidad... os dejo este video.



Atsushi Sakurai canta a su madre, mujer que lo dio todo por él y que murió de cáncer hace más de dos décadas. Casi todas las madres dan todo por sus hijos, son pocas las que son capaz de dañarlos o no amarlos. Se lo dedico a todas :3


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Phoenix entró nuevamente en la habitación y se lo pasé. Él se aferró a su cuello pero luego estiró su mano hacia mí. Creo que él se creía dueño de ambos, que sólo él tenía derecho a darnos un abrazo o que jugáramos con él. Supongo que aquel beso lo veía como un juego y eso le irritaba.

Almorzamos algo temprano, pero él debía irse. La nana de la siesta se hizo un enfrentamiento bélico entre bufidos bajos de Phoenix al no conseguir que durmiera, y llantos de él porque no quería dormir. Finalmente se quedó dormido en mis brazos aferrado a uno de mis colgantes. Yo también me quedé en cierta duermevela, puesto que últimamente no descansaba demasiado con todo el asunto de la corrupción.

Estábamos en el salón notando la brisa agradable del jardín. Ya empezaban las temperaturas altas, casi asfixiantes, y aquello se hacía agradable. Permitía que mi sueño se desarrollara con facilidad. Aunque sabía que ese sofá era bueno para estar un rato, pero los riñones te los machacaba. No recuerdo bien que empecé a soñar porque el timbre sonó y gruñí pensando que Phoenix no se había llevado las malditas llaves.

Jun se despertó llorando y mientras iba hacia la puerta lo calmaba. Al abrir vi a Megumi con el melenudo de Mario, aunque él parecía haber dejado sus pintas de rockero atrás por un traje de chaqueta. El niño se frotaba los ojos de haber llorado, pero ya estaba apaciguado. Era fácil hacerlo callar si le prometías dulces.

-¿Ya te cambiaron la ropa?-interrogué alzando una ceja antes de abrir la verja.

-Oye, que yo también puedo vestir bien.-me reprochó que me divirtiera de su cambio de imagen.

-Sí, pero admite que es extraño.-respondí clavando mis ojos en Megumi, parecía mucho más joven que hacía meses. Las mujeres únicamente se ven así por dos motivos, el primero es obvio que son los tratamientos de belleza y el segundo según mi difunta madre es cuando gestan una nueva vida.-Muy extraño.-añadí sin apartar la mirada de ella.

Jun se puso inquieto estirando sus brazos hacia Mario, ya ninguna frontera lo separaba de nosotros y él parecía haber encontrado su fuente de diversión. Estiraba sus brazos y balbuceaba riendo.

-¿Quiere que lo cargue?-preguntó Mario todo orgulloso.

-No, quiere tu pelo.-y era cierto, quería tirarle del pelo. Era una manía que compartía con mi nieto Takumi, ambos parecían amar los cabellos largos para llevárselos a la boca.

-¡Qué cosas dices Cheshire!-respondió Megumi sonriéndome para después comenzar a dejar suaves caricias en las mejillas de Jun.-Hola Jun.-el niño de inmediato rió agarrándola de las manos.-Que guapo estás ¿Papi Cheshire te sigue poniendo la ropa que te he regalado?-sonreía mientras le hablaba y él simplemente balbuceaba como si pudiera hablar de forma coordinada y no a puro balbuceo y alguna palabra suelta.-Por cierto, tengo que darte y decirte algo, sólo espero que Kamijo no se haya adelantado.

-¿Qué pasó?-pregunté relacionando por inercia el tiroteo.-¿Lo dices por la detención de Imai?

-No es eso, es que está embarazada.-eso me hizo agarrarlo por la corbata pegándolo bien a mí, le encaré de tal forma que estaba a milésimas de su rostro con el mío. Mis ojos llameaban prácticamente y él tragó saliva.

-Más te vale que la cuides Mario, más te vale que cuides el niño que trae, o te juro como me llamo Atsushi Sakurai que te arranco el corazón y te lo muestro antes de acabar contigo.-después lo aparté acomodando bien su corbata.-Felicidades.-dije con una sonrisa como si nada.

Megumi se reía a carcajadas. Creo que recordó aquellos años, los buenos tiempos, donde apartaba a todo idiota que se acercaba a ella. Quería protegerla. Ella me inspiraba la misma necesidad que Yutaka y por ende actuaba prácticamente igual que con él.

-Y te quejabas de la reacción de Miho.-murmuró intentando calmar su risa.-Eso era lo que tenía que decirte, lo que tengo que darte uno me lo ha dado Josep y esto otro lo encontré hoy precisamente.-sacó de su bolso un video de VHS y junto a él un sobre fotográfico. Parecía que hoy era el día de traerme recuerdos a la mente.-Espero que te guste. La cinta es de cuando estaba en secundaria.

-Ya no tengo aparato VHS... pero creo que podrán pasármelo a DVD ¿deseas que te lo pase en el nuevo formato?-pregunté notando como Jun empezaba a intentar mirar el sobre.-¿Queréis pasar a tomar té?

-¿Estás cansada Megumi? ¿O quieres que nos marchemos a casa?-dijo Mario algo preocupado mientras la tomaba por la cintura, antes de besar su frente. Parecía que realmente iba a tomar responsabilidad con el niño, más le valía o lo destrozaba.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt