Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 5 de junio de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino XXVI


En el hospital tan sólo nos dedicamos a pasarnos los trozos de las canciones, los arreglos que le haría cada cual, pero no a dialogar sobre la obra en sí. Realmente era un buen proyecto y parecía tener algo más que una buena puesta en escena. Era una novedad que cantaran varios grupos en directo, canciones como si fuera una banda sonora, aunque fuera tras los actores y prácticamente escondidos. No querían usar un cd, porque deseaba que sonara en directo y el directo siempre era más espectacular que algo grabado.

Yutaka llegó finalmente con su pareja, más bien con su perro guardián, que cargaba todo su equipo de fotografía. Anii llegó veinte minutos después que su hermano. Finalmente todos pedimos algo de alcohol para brindar, Imai llevaba su quinta o sexta cerveza y seguía como si no hubiera bebido ni gota de alcohol.

-Yo creo que deberíamos de componer otra, tener una más en la manga.-comentó Hidehiko quedándose callado de nuevo mientras hacía papiroflexia con las servilletas.

-Tiene razón.-asintió Yutaka.-Mejor que sobre, que puedan elegir.

-Pero no hay tiempo.-replicó Imai bufando acostándose en la barra.

-Tú no tendrás tiempo porque siempre andas retrasando todo para el último día, por eso siempre vamos cortos de tiempo. Pero si nos ponemos a ello con todo el alma, como si perdiéramos la vida en cada segundo, seguro, doy por hecho, que conseguiríamos acabar una más y ensayarla para la grabación.-comentó Anii mientras garabateaba corazones en una servilleta.

-¿Me llamas bago?-preguntó alzando una ceja.

-Dejado, te llamó dejado.-añadió Yutaka comenzando a reír bajo abrazándose a Max.-Y él lo sabrá, convive contigo.

-Yo creo que podría tener una mañana, pero me gustaría más que la hiciéramos todos.-me miraron sorprendidos.-¿Qué? Antes elaboraba las canciones pero todos añadía algo, cambiaba algo que no le gustaba y me dabais consejos. Antes era así y quiero que siga siéndolo ahora. Somos un grupo ¿no? Actuemos como tal.-dije antes de dar un golpe sobre la barra.

-Enérgico.-murmuró Hidehiko.-Aunque con razón.

-¿Nos vamos al estudio?-pregunté bajándome del taburete.-Mejor dicho, nos vamos al estudio.

-Oye, yo estoy bien aquí.-dijo Imai mirando al camarero.-¡Pon otra!

-¡No!-dijo Anii tirando de él.-Lo que quiere es la cuenta, por favor.-el chico se quedó sin saber qué hacer.-¿A quién harás caso? ¿A un ebrio o a mí?-él asintió y fue hacia la caja para darle el ticket con todo lo que había bebido.

Después de escuchar los gritos de Anii ante todo lo que había bebido Imai y de ponernos de acuerdo sobre ciertos aspectos, además de tener que soportar las miradas de Max, llegamos al estudio y nos pusimos manos a la obra. Por momentos recordé viejas canciones que hacía tiempo que no tocábamos, que ni siquiera llegamos a tocar en público.

Pero más allá de los recuerdos era todo nuevo, un estudio diferente al que usamos la última vez y con nuevo proyecto. Me senté en el suelo y saqué todo lo necesario para comenzar a escribir. Siempre había libretas y bolígrafos en ese estudio. Creo que era porque sabía que a veces no traíamos nada, ni los instrumentos. Me tiré en el suelo sin importar como me miraba aquel chico y empecé.

Línea tras línea sentía que la cosa marchaba. Hide se sentó a mi lado observándome sin más. El resto ojeaban los arreglos de las demás canciones. Teníamos que ponernos ese mismo día manos a la obra, porque no podíamos permitirnos perder más tiempo del poco que teníamos.

-¿Cómo vas?-preguntó después de una media hora.

-Ya casi.-respondí.-¿Me traes una soda de la máquina del pasillo?-pregunté alzando la vista para entregarle un par de monedas.

-Voy, yo iré a fumarme un cigarro.-comentó antes de salir del estudio.

-Estamos perdidos en esta noche que parece eterna, no podemos desvelar el secreto de la vida en dos palabras. Un te odio no basta, es demasiado escueto para un sentimiento tan desagradable. Te perdí antes de tenerte, te aborrecí antes de perderte. Aquí estoy intentando afrontar esta situación extraña e impensable. Nos conocimos en estas mismas calles y nos perdimos en ellas. Estamos perdidos en esta noche, estamos perdidos para siempre. Hemos perdido la fragancia dejándonos llevar hacia la locura. Un te odio no basta, es demasiado escueto para un sentimiento tan grande. He perdido todo lo que quería en este juego, nos hemos perdido y hay que afrontarlo.-empecé a tararear dejando que Yutaka se quedara observándome. Parecía que no pero podía ver sus reacciones a pesar que mi flequillo caía sobre mis ojos y parecía leer el papel.-Una última carta, un último adiós insolente, para terminar guardándola en el cajón olvidado de mi alma. Nos torturamos esta noche, nos torturaremos toda la vida. Dejaremos a un lado el derroche para preparar la huida. Hoy me marcho y tú también, nos marchamos, a pesar de estar perdidos para el resto de nuestra existencia. Hemos perdido, esto ha sido una derrota más en nuestra lista.-me levanté y le pasé la nota a Anii.-Hay que modifcar, pero creo que es suficiente.

-Atsushi aquí tienes tu soda.-dijo Hidehiko entrando en aquel ambiente extraño.-¿Qué sucede?

-Atsushi hizo su nueva canción.-comentó Imai quitándole la nota a Anii para observarla tarareando bajo frase por frase.-Creo que tengo el ritmo.-miró a Yutaka.-¿Me ayudas tú o tu hermano?

-Necesito aire.-murmuró Yutaka alejándose de Max para salir del estudio.

-Muy bonito tu numerito.-gruñó su pareja para ir detrás de él. Hide lo agarró y lo dejó quieto a su lado.-¿Qué haces?

-Necesita estar solo.-murmuró.-Dame la hoja Imai.-dijo extendiendo su brazo mientras se la ofrecía y le echó una ojeada rápida.-Sí, definitivamente necesita estar solo, tranquilo que sabe cuidarse y sobretodo sabe volver aquí. Tú es mejor que te relajes y te sientes.

-Le hizo recordar tu mierda de carta.-gruñó Anii encarándome.

-¡Está en el puto libro!-exclamé.-¡Joder que no lo hice a posta!

-Te creo.-susurró Hidehiko.-No harías que se sintiera mal, no ahora.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt