Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 12 de junio de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino XXXIII


Alguien comenzó a tirar de mi camisa, era el tirón típico de Hero cuando era niño. Al girarme lo vi allí de pie y me impacté, porque su cambio físico iba aumentando y tenía mucho más mío que de Clarissa. Se aferró a mí sin decir ni una palabra, simplemente sonreía husmeando lo que yo husmeaba. Hizaki era bueno, tenía talento, y aún estaba descubriéndose sus posibilidades.

-¿Quieres ir a tomar un cacao?-pregunté colocando mi mano derecha sobre su cabeza.-Hace tiempo que no vamos juntos a tomar algo ¿te apetece?

-¿Esperamos a Hiza?-interrogó sin apartar la mirada de su hermano.

-Está ocupado.-respondí.-¿Qué te trae por aquí?

-Él, quiero hacer la portada de su próximo cd. Quiero dibujar su música, me interesa más que la galería.-sonrió al ver como su hermano se apasionaba aún más con la canción que interpretaba.

-De acuerdo, pero podemos esperar a que termine tomando un cacao.-dije colocando mis manos sobre sus hombros, para luego abrazarlo como cuando era un niño. Me parecía increíble que creciera tan rápido.

-De acuerdo.-comentó mientras sacaba un bloc de su bandolera.-Quiero que veas lo que he estado dibujando en clases, algunas irán en la exposición de fin de curso.-me miró fijamente a los ojos.-Papá es mañana.

-¿Son bocetos?-interrogué antes de tomar el bloc.

-Sí, pero míralos cuando lleguemos a la cafetería.-dijo apartándose de mí para echar a caminar hacia el pasillo.

Verlo de espaldas era verme a mí. En un principio sus rasgos eran más parecidos a ella, pero creo que la maldición de mis genes les hacía terminar evolucionando en rasgos prácticamente idénticos a los míos. Yo fui tras él para quedar con rapidez a su altura. Estaba orgulloso de él, aunque no pudiera pasar todo el tiempo que quería a su lado. Además, él iba creciendo y pronto no me necesitaría.

Ambos llegamos a la vez a la cafetería y las puertas automáticas se abrieron para que todas se quedaran observándole, ya no era yo la generación que interesaba sino él. Aparentaba un par de años más porque había dado un buen estirón y porque la ropa disimulaba su inocencia, porque aún era un niño.

Me senté frente a él en una de las mesas del fondo que daban justo a un gran ventanal, este daba al jardín del estudio de grabación y la verdad es que era una bonita vista. Abrí el bloc y lo que encontré no fue nada inocente. Pasé página por página y él sólo se recostaba contra el cristal bostezando leve.

-Hero son todos desnudos, escenas de sexo, escenas demasiado eróticas para que las pinte un niño de tu edad.-dije como reclamo y él sólo sonrió.-Tu madre pensará que soy una mala influencia.

-Son tus genes, no influencia.-respondió rápido incorporándose.-No sólo son desnudos de sexo. En ellos muestro mis sentimientos, la pasión desbordada en contra de la frialdad de este mundo decadente y sin sentido.-soltó esa parrafada dejándome asombrado y él rió a carcajadas.-Bueno, en realidad sí son escenas de sexo.

-¿De dónde sacas ese léxico?-dije cerrando el bloc cuando vino una de las camareras.

-Papá soy más culto que Hizaki y más maduro que él, aunque me gusta seguir haciendo cosas de niño.-se giró hacia la chica y sonrió, ella le devolvió la sonrisa para luego tomar la libreta.-Tienes una bonita sonrisa y tus manos se ven cálidas.

-Gracias.-dijo algo sonrojada.-¿Qué deseas tomar?

-Yo quiero un batido frío de chocolate y tu número de teléfono.-eso hizo que ella se sonrojara todavía más y no supiera donde meterse.

-¡Niño!-exclamé y él sólo rió.

-Sería una buena modelo para mis nuevos proyectos.-respondió.-No me he presentado, me llamo Hero Sakurai de la Rosa.-extendió su mano hacia ella y la aceptó aún sonrojada y en silencio.

-Yo me llamo Sophie Morris.-respondió anotando el pedido de mi hijo tras retirar su mano.-¿Y modelo de qué?

-Soy artista pero concretamente pintor y fotógrafo, aunque la fotografía únicamente me gusta en blanco y negro para luego darle alguna pincelada de color con pinturas y otros materiales.-se quedaba clavado observando sus ojos, como si quisiera taladrarla con la mirada.

-No está de broma, se lo aseguro.-intervine nuevamente y me miró.

-Conozco el apellido Sakurai y también a usted.-dijo con una sonrisa.-¿Qué tomará?

-Granizada de café.-respondí.

-Ahora traigo sus pedidos.-dijo apartándose aún algo nerviosa por el comportamiento de Hero.

-¿Se puede saber qué haces?-pregunté mientras él se dedicaba a anotar algo en su servilleta.-Hero te estoy hablando.

-Anoto mi teléfono, por si ella no quiere darme el suyo. Si tiene mi teléfono puede pensárselo y llamar, yo no puedo venir todos los días a insistir.-alzó su vista del trozo de servilleta y me miró.-Papá necesito modelos, ya me cansé de los que uso normalmente. Quiero gente común pero con algo que destaque. Por eso hago lo que hago. Necesito inspiración papá, inspiración. Las mujeres son el mayor don que podemos tener los hombres, nuestras musas, aunque también acorralo a hombres para rogarles que sean mis modelos.-suspiró al ver como le miraba.-No hago nada mal papá, es algo importante para mejorar.

Ella vino para dejar mi granizada y su batido, pero él la tomó de la muñeca ofreciéndole la servilleta. Por unos segundos dudó, pero terminó guardándoselo en el bolsillo del delantal que llevaban allí las empleadas. Cuando se marchó hacia otra mesa él se quedó observando su batido con aquellos enormes ojos de niño, era de las pocas ocasiones que mostraba su edad real y no una madurez falsa.

-Me he quedado pensativo.-dije antes de dar un trago a mi bebida.

-¿Por?-interrogó alzando una de sus cejas para luego beber casi la mitad del batido y llevarse las manos a la cabeza.-Frío, frío...-murmuraba cerrando los ojos para luego abrirlos y volver a dar otro sorbo a la bebida.

-En eso del mayor don que podemos tener.-respondí.-¿A quién se lo has escuchado?

-A ti.-lo dijo con total franqueza.-Me baso en experiencias propias y comentarios que he escuchado, pero jamás los repito si no los he experimentado.-tomó una servilleta y se secó los labios.-Por cierto ya no me gusta la petarda de Aura, es peor que ir con la boca abierta en un descapotable y que se te llene la boca de bichos.-reí a carcajada limpia cuando dijo aquello.-Está siempre tras chicos mayores y todos son gays los que le gusta, le gusta el profesor Aniss pero al profesor le gustan más los chicos y creo que le gusta Seth.

-¿Aniss?-interrogué.-¿Uno escuálido de rostro de no haber roto un plato?-aquello le hizo reír, porque realmente le caricaturicé muy bien en una sola frase.

-A Seth le gusta Aniss. Aunque no sé si se gustan por atracción puramente mental o también física.-se terminó su batido dejándome a cuadros.-¿Qué?

-No, nada.-respondí intentando sintetizar todo lo que me contaba.-¿Entonces no te gusta Aura?

-No, prefiero la chica con la que salgo.-tenía novia y ni me había enterado.

-¿Tienes novia? ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¿Desde cuando? ¿Por qué no me lo has dicho antes?-empecé con las preguntas típicas de un padre, estaba entre preocupado y orgulloso.

-Tengo novia, no te importa como es. Pero si deseas un dato que te valga la pena y sea objetivo, para nada subjetivo, no soy tu hombre. Aunque te podría decir que es rubia, de padres del norte de Europa pero que no es nada fría en la cama.-me desmontó por completo la imagen de mi hijo, sobretodo cuando se levantó y me dio un ligero golpe en el hombro.-¿Cómo creés que puedo pintar algo tan realista sin probarlo?-echó a caminar y casi correr hacia la puerta.-¡Voy a ver si Hiza terminó!

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt