Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 23 de junio de 2010

Dark City - Capítulo 17 - Ironías del destino XLIV


Dejé el coche no muy lejos y lo hice en silencio. Phoenix se aferró a mi brazo y yo simplemente dejé la invitación del evento al portero. Al entrar vi a los orgullosos padres de otros alumnos y a estos mostrando sus obras. Sin embargo, había una enorme expectación en uno de los salones. Allí estaban los dibujos de mi hijo, colgaban de la pared expuestos ante todos. Los bocetos ya eran demasiado reales, los lienzos casi se podían tocar. Eran todos eróticos y desnudos sin piedad alguna, cicatrices de todo tipo se relejaban en uno de los modelos.

-La espalda de ese modelo es un amigo de Miho.-dijo Hero quedándose a mi lado.-Lo pinté antes que entraras al hospital. Un día me llevó Miho al local donde tocan, Hizaki también iba, y el chico se quitó la camiseta y ahí estaban las marcas.

-Amaury.-susurré quedándome sin aliento, mi hijo pequeño se estaba relacionando como si nada con ese psicópata. Sin embargo, no parecía ser demasiado peligroso si no le importunabas.

-Sí, ese mismo. Tiene una voz profunda y muy buena para el metal como para el rock, es bueno.-luego señaló el busto de una mujer, tan sólo la silueta.-Es mamá.

-Lo sé.-susurré colocando mis manos sobre sus hombros.

-Hice algunas siluetas de personas de distintas edades y luego las siluetas de cama, sexo sin compromiso de lo más pasional.-dijo antes de salir corriendo hacia un joven escuálido al que trajo hasta nosotros.-Él es mi profesor.

-Un placer conocerle, a su esposo ya lo conocía cuando trajo a ambos a clase.-lo decía por Seth que parecía tensarse aún más ese momento.

-Desearía conversar con usted a solas sobre mi hijo.-dije antes de tomar una de las copas de champagne que ofrecía un camarero al pasar junto a nosotros.-¿Podría ser?

-Sí, podemos hablar ahora o a lo largo de la noche. Además la madre de Hero me pidió lo mismo, estuvimos hablando hace unos minutos.-comentó alargando su sonrisa dando un leve vistazo a mi cuñado y yo simplemente afilé mi mirada.

-Ahora por favor.-respondí siendo poco flexible en mi tono de voz, era un mandato más que una petición.

-De acuerdo.-hizo un leve gesto para que lo acompañara hacia un amplio pasillo que daba a los despachos.

-Espérame aquí Phoenix.-dije a mi pareja antes de besar su frente.-No bebas demasiado.-sabía lo mal que le sentaba sólo un trago, no quería verlo alcoholizado por culpa de un par de copas de champagne.

Caminé tras Aniss observándole bien. Era un hombre esbelto, su cabello era largo y lacio que caía próximo a su cintura. Sus ojos eran almendrados y profundos, tenía una mirada increíble. Su aspecto era ambiguo, pero no su forma de andar desafiante y firme. Se notaba que era alguien con autoridad, aunque no autoritario. Tenía encanto, simplemente era eso.

Cuando abrió la puerta de su despacho se sentó y me indicó que tomara asiento en una de las sillas. Aún podía percibir el suave perfume de Clarissa en la estancia, era algo que no se olvidaba y que siempre me traía recuerdos contradictorios. Tomé asiento mientras él sacaba una carpeta con bocetos y los dejó frente a mí.

-Son bocetos que califico, no son trabajos para exponer.-dijo con una leve sonrisa.-Son magníficos, su trazo es limpio y no duda en absoluto al dibujar cualquier cosa. Sin embargo, está demasiado adelantado a los demás y termina aburriéndose. A veces alborota en clases, pero es normal, es inquieto y a veces demasiado observador.

-Yo sabía que tenía don para el arte, pero siempre pensé que era mejor que lo hiciera después de elegir su futuro. Sin embargo, él lo eligió desde niño porque quería ser caricaturista y bueno mi hijo mayor fue quien lo apuntó hace un año a esta academia.-lo decía mientras miraba aquellos bocetos, eran bailarinas e incluso seres extraños en un lugar aparentemente normal como una clase vacía.

-Tiene mucha imaginación.-murmuró cuando notó que me fijaba en los detalles de uno de los dibujos.

-Sale a su abuela.-respondí alzando la vista y clavé mis ojos en él.-¿Y Seth?

-Seth progresa a pasos de gigante, Hero suele ayudarle con algunos trazos y yo suelo animarlo a que termine arriesgándose. Ama realmente el dibujo, se siente cómodo y eso es lo importante.-le brilló leve la mirada y yo simplemente alcé una ceja.

-Su madre también dibujaba, como la mía, y creo que le comprendo en parte. Cuando dibujo siento que me comunico con ella, con parte de todo lo que logró enseñarme.-susurré clavando mis ojos en él.-¿Algo más reseñable que se haya olvidado?

-No, tan sólo tengo cosas buenas por decir de ambos.-respondió.-En serio, son buenos y llegaran lejos.

-Arigato.-dije estirando mi mano antes de tomar mi copa.-Ha sido un placer conocerlo.-Él apretó mi mano y yo me marché dando un sorbo a mi copa.

Por el pasillo tuve que detenerme ante un enorme mural. El mural lo había pintado la clase de Hero, cada uno había contribuido tal vez a realizar una porción de la obra. Noté en seguida cuales eran las partes de Seth y de Hero, de ambos, destacaban ante el resto. Ese fue el día en el cual me sentí más que orgulloso de Hero, más incluso que el día de su nacimiento.

Mientras iba hacia la sala lo vi. Vi al hombre que rondaba a mi mujer. Era un joven de unos treinta años, aspecto de lord inglés pero con un toque de moderno insufrible. Me reí al pensar que estaba celoso, pues no lo estaba, pero me parecía insufrible ese tipo de hombre. Él a mi lado me aburriría con sus comentarios de soy tan superior que apesto. Suponía que ese era uno de los puntos que Hizaki detestaba.

-¡Papá ven!-Hero dijo aquello aferrado a Clarissa, pero no la miré ni a ella ni a él sino al joven que les acompañaba.

Nuestras miradas se cruzaron y yo simplemente sonreí apartándola para no darle la más mínima importancia. Me aproximé a ellos mientras Phoenix estaba en el otro rincón de la sala conversando con su hermano.

-Atsushi Sakurai.-extendí mi mano con firmeza hacia él y noté su apretón algo enérgico.

-Pierre Bianchi.-respondió.

-Es un placer conocerlo después que me hablaran brevemente de usted, espero que pase una buena velada en un día tan importante como lo es para mi hijo.-noté como se tensaba intentando controlar la situación, los celos le podían y se notaba que me detestaba sin tan siquiera conocerme.

-Lo es también para mí.-dijo en un tono de voz sosegado, como si estuviera completamente relajado pero su mirada no lo era.

-¿Has hablado con el tutor de Hero?-interrogó mi ex con una sonrisa de satisfacción y orgullo.

-Sí, Hizaki hizo bien en traer a Hero a la academia como regalo de cumpleaños anticipado.-dije notando como él se escabullía para mirar las demás obras.-Verlo a él es como ver a mi madre, aunque también tiene mucho de ti se nota tu carácter en cada pincelada y eso es bueno.-sonreí cuando dije aquello.-Espero que disfrutes de la fiesta y si me lo permites, te sienta muy bien ese vestido.

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Y van 1000

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Lestat de Lioncourt