Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 2 de agosto de 2010

Dark City - Capitulo 18 - Camino vital IX


-¡Es tu culpa!-gritó Jasmine.-¡Debiste hacerle entender! ¡Es al único que suele hacer caso! ¡Mi matrimonio se derrumba! ¡Voy a perder a Kamijo!-exclamaba entre sollozos antes de ocultar su rostro en el pecho de Phoenix.

-¿Qué ocurrió?-pregunté sin saber a qué venía todo eso.

-Emmanuelle llamó al teléfono de la casa y ella dijo que donde estaba su Kamijo, así que discutió con Kamijo y este se fue de casa.-comprendía que podía molestarse, además ella no me parecía inocente como para hacer aquello por descuido.

Yo simplemente resoplé. No quería saber nada sobre ese asunto, era asunto de ellos dos y no de nosotros. Yo ya había contribuido demasiado a la causa y en más de una ocasión salí afectado. Mi deber como amigo no iría más de dar apoyo y ánimos a ambos, pero no me metería en sus decisiones. Fue tarde cuando aprendí la lección, si bien no la iba a olvidar.

-Lamento la situación en la que te encuentras Jasmine, debe ser duro y seguro que es insufrible. Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, hay una habitación de sobra que usa Hero cuando viene.-era único que podía ofrecer, era poco pero no podía hacer más.-Mañana tal vez lo ves con otros ojos, más calmado.

-¡No me puedo calmar Atsushi!-se derrumbó por completo.-Atsushi-balbuceó con sus manos sobre su rostro.-Siempre que amo a alguien todo termina destrozándose, no consigo ser feliz con las personas que amo.

-Kamijo está dispuesto a todo para conseguir el bebé, salvo a dejarte. Ten eso seguro Jasmine.-dije de forma calmada mientras Phoenix seguía acariciándolo con cara de angustia.-Phoenix ve a la cocina por un zumo o agua, por favor.-él asintió y yo me senté junto a Jasmine en el sofá.-Sólo está manteniendo a Emma por el bebé, hace tiempo que no la ve inocente en absoluto.

-¡Y por qué no me lo dice!-gritó mirándome acusadora.

-Porque tú no le creerías ¿o sí?-ahí agachó la cabeza y me abrazó.-Ten paciencia, si no puedes con la presión para eso estamos nosotros. Pero te aseguro que Kamijo jamás haría nada que te dañara a ti y ni a la relación que tenéis.

-Necesito a Kamijo, lo necesito más que nunca. Esto me está hundiendo, ya casi no tengo ideas para nuevos diseños, y sólo lo veo feliz cuando piensa en el niño.-me miró a los ojos.-Atsushi ya casi no me abraza ni yo lo hago con él, sólo discutimos.-suspiré escuchando sus palabras, acariciando sus largos cabellos e intentando pensar qué decirle.

-Está decidido.-dije levantándome para quedar frente a él.-Tómate el zumo, ve al baño y quédate ahí hasta que te relajes. Cuando consigas relajarte ve al cuarto y descansa. Necesitas que tu mente desconecte al menos un día.-comenté antes de arrodillarse frente a él tomándole de las manos.-Kamijo no es como yo, no comete errores de infidelidad. Yo los cometí, tuve que estar a punto de perder a Phoenix, para comprender que todo lo que hacía era arruinarme la vida.-me levanté para ir hacia la cocina, quería hablar con Phoenix antes que viniera al salón.

Al entrar en la cocina lo vi recargado sobre la encimera llorando. Estaba sufriendo al ver a Jasmine en ese estado, yo también lo hacía porque era amigo mío, pero intentaba reprimirme para no aumentar el desasosiego que tenía por la situación. Abracé a mi pareja besando su frente, sintiendo su frágil cuerpo junto al mío, mientras él se aferraba a mi ropa.

-Odio no poder hacer nada.-murmuró.-Pensé que él jamás le haría daño.

-Y no se lo hará, sólo deja que actúe.-susurré antes de besar sus labios.-Ve y dale el zumo, no quiero que te vea llorar porque él se sentirá aún peor. Yo iré al jardín, necesito relajarme un rato. Si necesitáis algo estaré meditando ahí fuera.-él asintió mientras le decía todo aquello en susurros.

Como dije me fui al jardín, me quedé sentado en el centro de este donde estaba el pequeño cenador. Allí quedé como ido pensando en las palabras de Kamijo, estaba seguro que encontraría una solución acorde las circunstancias. Era inteligente, muy inteligente, y actuaría con cautela, lo cual le daría doble fortaleza a todos sus pasos.

Phoenix vino junto a mí pasadas unas horas, se sentó a mi lado y terminó derrumbándose. Yo simplemente acaricié sus cabellos en silencio, era bueno que sacara todo pero no que lo hiciera frente a él. Me preocupaba que reviviera momentos que habíamos pasados, no era bueno recrearse en el pasado si no se sabe afrontar.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt