El resto del día fue tranquilo porque se marcharon a dar una vuelta al centro comercial, supongo que querían desahogarse paseando y comprando algún dulce. Se llevaron el bebé, Seth no estaba y yo no tenía ganas de hacer demasiado. Terminé tomándome el resto del día como si fuera un día de vacaciones.
No sé qué demonios ocurría a mi alrededor, pero no podía decirse que la calma llegara. Como si se tratara de una tremenda tormenta unos enormes nubarrones cubrieron mi alrededor y empezaron a descargar malas noticias. Lo que sucedía con Kamijo era sólo un reglón torcido, uno de cientos.
Creo que el único recuerdo agradable que tuve de esos días es que los informes médicos mostraban que el cáncer había remitido por completo, Phoenix ya estaba a salvo de esa terrible enfermedad que se estaba convirtiendo en pandemónium de cientos de familias. Antes el cáncer no era tan conocido, tal vez era eso, o quizás porque lo químico cada vez afectaba más a todo, desde la piedra más insignificante hasta algo tan vital como el agua y el aire.
En mi trabajo como empresario sufrí un duro golpe al ver como una de mis empresas debía echar el cierre, en uno de los países donde ocupaba un lugar de prestigio, era necesario cerrarla para que el resto prosperara y tal vez en tiempos menos revueltos volvería a levantar el negocio. Como músico, más bien como cantante, todo se volvía más precipitado. Tuvimos que retrasar unas semanas el lanzamiento porque yo quería hacerlo bien. Mi interés ya no era gustar al público, sino aplastar a ese idiota.
-Admítelo tienen esa fama, la pose de tipos malos, y una foto en comisaría.-comentó Hidehiko.-A las chicas de hoy en día les motiva los chicos violentos, los salvajes, greñudos sin oficio ni beneficio.
-Por eso Amaury es un Dios del metal y rock en la ciudad, está dando grandes pasos nacionalmente y empieza a ser conocido en países tan lejanos como Rusia. Ese mocoso está consiguiendo ser todo un ídolo de la crueldad, el despotismo, lo salvaje y la lujuria. Todo lo que le gustan a las damas y caballeros de hoy en día.-dijo Anii después de un ensayo, todos estábamos en un ascensor esperando llegar a unas grandes oficinas donde tendría lugar las fotografías para el album.
-Pero Amaury tiene un oscuro pasado.-comentó Yutaka con los brazos tras la nuca moviéndose hacia delante y hacia detrás.-Es uno de los chicos con mejor promedio en su escuela, también de la ciudad, es un artista increíble y tiene carisma. No sólo es pose. Además lo vivido cuenta.-todos le miramos.-¿Qué? No olvidéis que Miho es íntima suya. Os podría decir que es un adicto al chocolate y que vende su alma por una chocolatina de avellanas que suele llevar Cat, otro amigo de Miho, para controlarlo.
-Sé quien es ese chico.-dije interviniendo al fin.-Si quieren chicos malos, lo tendrán.
-¿Qué? ¿Estás borracho? Te recuerdo que quién anda medio ebrio siempre soy yo.-dijo Imai antes de abrazarse a Anii.-Tranquilo, hoy no bebí.
-Hay letras algo macabras, subidas de tono y también psicológicamente atrevidas en el cd. Lo hemos recubierto de una sutil capa de metáforas, pero todos sabemos qué quieren decir cada una de ellas.-dije desabrochando uno de los botones de mi camisa.-Señores hay que encontrar un look que sea extraño, que vaya más allá de la oscuridad y que demuestre que no estamos acabados ni mucho menos... sino que vamos a renacer de las profundidades.
-Vamos, que atraigamos raros y locos.-concluyó Imai, pero no tardó en sentir como todos le miraban reprendiéndole.
-Es buena idea.-comentó Hidehiko.-¿Qué has pensado?
-He pedido algunos complementos a Jasmine, complementos masculino no os asustéis, también en algunas tiendas donde Kamijo compra su ropa y la ropa de sus actores.-miré mis uñas largas pintadas de negro.-Confiad en mi buen gusto y criterio.
-¡Oh señor! ¡Estamos acabados! ¡Ten piedad!-gritó Yutaka para terminar riendo a carcajadas al ver mi cara seria, me había molestado. Sin embargo cambié el rostro cuando se puso de puntillas para revolver mis cabellos.-Confío en ti, todos lo hacemos.
-¿Cómo era eso de los mosqueteros?-interrogó Anii.
-Todos para uno y uno para todos.-sonrió de lado Hidehiko.
Fue lo último que hablamos en el ascensor que subía y subía hasta el rascacielos. Cuando llegamos la fotógrafa junto a todos los que nos maquillarían, peinarían, y harían nuevo estilismo, sentí pánico. Todos tenemos miedo a fracasar, pero el fracaso duele más cuando vas envejeciendo y dándote cuenta que hay oportunidades que no van a surgir siempre.
Creo que estuvimos casi dos horas esperando a estar listos, todos iban de un lugar a otro con las prendas y las pruebas. Además, tenían que maquillarnos y peinarnos, hacer que luciéramos como nunca. Cuando me miré al espejo con mi bastón entre las manos y aquel cabello algo revuelto sonreí. Fue un impulso de satisfacción. Yutaka tenía el pelo algo más claro, pero no demasiado, siguiendo con su corte habitual algo más degradado. Su ropa le quedaba perfecta. Imai se resistía a que cortaran algo su cabello, gritaba a la peluquera por cada corte que hacía para quitar peso a esa melena de león. Consiguió alborotarlo como ella deseaba, sí, pero a regañadientes de mi buen amigo. Su tinte era rubio, era el único de todos nosotros que podía soportar un color como aquel. Hidehiko sin embargo simplemente tuvo que alisar sus cabellos dándole algo de forma, poco más. Anii amenazó con que tocaran su forma de llevar sus cabellos, siempre tuvo cresta y se la perdonaron, pero tuvo leves reflejos blancos en las puntas dándole un toque extraño. Todos estábamos listos.
La ropa que usamos eran camisas simples, salvo la mía que sería con chorreras, y corbatas mal anudadas para ellos. Los pantalones eran de cuero, las botas eran algo altas y muy pesadas para Imai, porque le gustaba mostrar su rabia en escena y qué mejor que una fuerte pisada. Las chaquetas eran de corte moderno, tenían algo de visual kei pero sin propasarse. Me gustó el detalle de mi broche en la solapa, era plateado con formas extrañas creando una calavera.
-¿Y bien?-pregunté cuando estábamos todos para entrar en la zona del estudio donde nos tomarían las fotografías de estudio, luego tendría que ser algo más urbano.-¿Tengo mal gusto?
-Me gusta, me gusta para llevarlo todo a casa.-comentó Imai mirando como lucían sus botas, parecía encantado con lo que había encontrado para él.
-A Max le dará un infarto.-murmuró Yutaka al ver su maquillaje, profundizaba su mirada y su dulzura se evaporaba para mostrar algo de agresividad en sus facciones.
-No es para tanto.-dije dirigiéndome, y dirigiéndolos, hacia donde teníamos que colocarnos.
No sé qué demonios ocurría a mi alrededor, pero no podía decirse que la calma llegara. Como si se tratara de una tremenda tormenta unos enormes nubarrones cubrieron mi alrededor y empezaron a descargar malas noticias. Lo que sucedía con Kamijo era sólo un reglón torcido, uno de cientos.
Creo que el único recuerdo agradable que tuve de esos días es que los informes médicos mostraban que el cáncer había remitido por completo, Phoenix ya estaba a salvo de esa terrible enfermedad que se estaba convirtiendo en pandemónium de cientos de familias. Antes el cáncer no era tan conocido, tal vez era eso, o quizás porque lo químico cada vez afectaba más a todo, desde la piedra más insignificante hasta algo tan vital como el agua y el aire.
En mi trabajo como empresario sufrí un duro golpe al ver como una de mis empresas debía echar el cierre, en uno de los países donde ocupaba un lugar de prestigio, era necesario cerrarla para que el resto prosperara y tal vez en tiempos menos revueltos volvería a levantar el negocio. Como músico, más bien como cantante, todo se volvía más precipitado. Tuvimos que retrasar unas semanas el lanzamiento porque yo quería hacerlo bien. Mi interés ya no era gustar al público, sino aplastar a ese idiota.
-Admítelo tienen esa fama, la pose de tipos malos, y una foto en comisaría.-comentó Hidehiko.-A las chicas de hoy en día les motiva los chicos violentos, los salvajes, greñudos sin oficio ni beneficio.
-Por eso Amaury es un Dios del metal y rock en la ciudad, está dando grandes pasos nacionalmente y empieza a ser conocido en países tan lejanos como Rusia. Ese mocoso está consiguiendo ser todo un ídolo de la crueldad, el despotismo, lo salvaje y la lujuria. Todo lo que le gustan a las damas y caballeros de hoy en día.-dijo Anii después de un ensayo, todos estábamos en un ascensor esperando llegar a unas grandes oficinas donde tendría lugar las fotografías para el album.
-Pero Amaury tiene un oscuro pasado.-comentó Yutaka con los brazos tras la nuca moviéndose hacia delante y hacia detrás.-Es uno de los chicos con mejor promedio en su escuela, también de la ciudad, es un artista increíble y tiene carisma. No sólo es pose. Además lo vivido cuenta.-todos le miramos.-¿Qué? No olvidéis que Miho es íntima suya. Os podría decir que es un adicto al chocolate y que vende su alma por una chocolatina de avellanas que suele llevar Cat, otro amigo de Miho, para controlarlo.
-Sé quien es ese chico.-dije interviniendo al fin.-Si quieren chicos malos, lo tendrán.
-¿Qué? ¿Estás borracho? Te recuerdo que quién anda medio ebrio siempre soy yo.-dijo Imai antes de abrazarse a Anii.-Tranquilo, hoy no bebí.
-Hay letras algo macabras, subidas de tono y también psicológicamente atrevidas en el cd. Lo hemos recubierto de una sutil capa de metáforas, pero todos sabemos qué quieren decir cada una de ellas.-dije desabrochando uno de los botones de mi camisa.-Señores hay que encontrar un look que sea extraño, que vaya más allá de la oscuridad y que demuestre que no estamos acabados ni mucho menos... sino que vamos a renacer de las profundidades.
-Vamos, que atraigamos raros y locos.-concluyó Imai, pero no tardó en sentir como todos le miraban reprendiéndole.
-Es buena idea.-comentó Hidehiko.-¿Qué has pensado?
-He pedido algunos complementos a Jasmine, complementos masculino no os asustéis, también en algunas tiendas donde Kamijo compra su ropa y la ropa de sus actores.-miré mis uñas largas pintadas de negro.-Confiad en mi buen gusto y criterio.
-¡Oh señor! ¡Estamos acabados! ¡Ten piedad!-gritó Yutaka para terminar riendo a carcajadas al ver mi cara seria, me había molestado. Sin embargo cambié el rostro cuando se puso de puntillas para revolver mis cabellos.-Confío en ti, todos lo hacemos.
-¿Cómo era eso de los mosqueteros?-interrogó Anii.
-Todos para uno y uno para todos.-sonrió de lado Hidehiko.
Fue lo último que hablamos en el ascensor que subía y subía hasta el rascacielos. Cuando llegamos la fotógrafa junto a todos los que nos maquillarían, peinarían, y harían nuevo estilismo, sentí pánico. Todos tenemos miedo a fracasar, pero el fracaso duele más cuando vas envejeciendo y dándote cuenta que hay oportunidades que no van a surgir siempre.
Creo que estuvimos casi dos horas esperando a estar listos, todos iban de un lugar a otro con las prendas y las pruebas. Además, tenían que maquillarnos y peinarnos, hacer que luciéramos como nunca. Cuando me miré al espejo con mi bastón entre las manos y aquel cabello algo revuelto sonreí. Fue un impulso de satisfacción. Yutaka tenía el pelo algo más claro, pero no demasiado, siguiendo con su corte habitual algo más degradado. Su ropa le quedaba perfecta. Imai se resistía a que cortaran algo su cabello, gritaba a la peluquera por cada corte que hacía para quitar peso a esa melena de león. Consiguió alborotarlo como ella deseaba, sí, pero a regañadientes de mi buen amigo. Su tinte era rubio, era el único de todos nosotros que podía soportar un color como aquel. Hidehiko sin embargo simplemente tuvo que alisar sus cabellos dándole algo de forma, poco más. Anii amenazó con que tocaran su forma de llevar sus cabellos, siempre tuvo cresta y se la perdonaron, pero tuvo leves reflejos blancos en las puntas dándole un toque extraño. Todos estábamos listos.
La ropa que usamos eran camisas simples, salvo la mía que sería con chorreras, y corbatas mal anudadas para ellos. Los pantalones eran de cuero, las botas eran algo altas y muy pesadas para Imai, porque le gustaba mostrar su rabia en escena y qué mejor que una fuerte pisada. Las chaquetas eran de corte moderno, tenían algo de visual kei pero sin propasarse. Me gustó el detalle de mi broche en la solapa, era plateado con formas extrañas creando una calavera.
-¿Y bien?-pregunté cuando estábamos todos para entrar en la zona del estudio donde nos tomarían las fotografías de estudio, luego tendría que ser algo más urbano.-¿Tengo mal gusto?
-Me gusta, me gusta para llevarlo todo a casa.-comentó Imai mirando como lucían sus botas, parecía encantado con lo que había encontrado para él.
-A Max le dará un infarto.-murmuró Yutaka al ver su maquillaje, profundizaba su mirada y su dulzura se evaporaba para mostrar algo de agresividad en sus facciones.
-No es para tanto.-dije dirigiéndome, y dirigiéndolos, hacia donde teníamos que colocarnos.
3 comentarios:
¡Hola "Cherry Boy"! Jaja! Recuerdo que me contaste eso ^-^
Soy Blanca, la novia de Alucard, espero me recuerdes n_n mira que no sabía que tenías blog, hasta que encontré un comentario tuyo en otro blog. Disculpa si mi comentario no viene al caso con tu novela, solo quería saludarte, desearte que todo vaya bien con tu vida y tu novia n_n
Bueno, ya tengo donde venir a leer la novela puke ya no encontré tu metroflog o.O
Saludos! ^-^
¡Hola "Cherry Boy"! Jaja! Recuerdo que me contaste eso ^-^
Soy Blanca, la novia de Alucard, espero me recuerdes n_n mira que no sabía que tenías blog, hasta que encontré un comentario tuyo en otro blog. Disculpa si mi comentario no viene al caso con tu novela, solo quería saludarte, desearte que todo vaya bien con tu vida y tu novia n_n
Bueno, ya tengo donde venir a leer la novela puke ya no encontré tu metroflog o.O
Saludos! ^-^
Oye tio por cierto, quería saber si me podía mandar una foto tuya. No pienses mal XD... Te comento, en una página de Argentina están promoviendo una cápsula del tiempo que será abierta en 200 años & yo puedo mandar cosas referentes a mi vida cotidiana, me gustaría incluirte, ya que como sabrás, el internet es parte de mi vida, & en internet conocí personas de que alguna manera siempre las recuerdo, claro, si no quieres respeto tu decisión.
Te dejo la página que habla de la cápsula ^-^
http://www.capsula2210.com/
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