Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 12 de agosto de 2010

Dark City - Capitulo 18 - Camino vital XXI

Señores se nos están derritiendo las neuronas a un paso acelerado. Aquí no hay quien respire, por lo tanto no estoy muy atento a todo lo que es subir a diario... pero ya para cuando termine la ola de calor seguiré como siempre. Hoy no actualizo con una edición prefiero hacerlo con el siguiente video para su disfrute personal, y mío también... es el nuevo pv de B-T

Y esto es para la novia de Alucard :3... Lo siento u.u no me agrada la idea u.u que te diga tu novio lo neurótico que soy XD. También que estoy encantado de saber de ti, que espero que lo estés llevando todo bien (estudios o trabajo, porque ya no sé si estás trabajando o aún estudias... ya que eso no lo he preguntado a tu novio XD) y que también disfrutes de días menos calurosos que nosotros (45 grados... confirmado por varios termómetros de la ciudad)





La ropa que usamos eran camisas simples, salvo la mía que sería con chorreras, y corbatas mal anudadas para ellos. Los pantalones eran de cuero, las botas eran algo altas y muy pesadas para Imai, porque le gustaba mostrar su rabia en escena y qué mejor que una fuerte pisada. Las chaquetas eran de corte moderno, tenían algo de visual kei pero sin propasarse. Me gustó el detalle de mi broche en la solapa, era plateado con formas extrañas creando una calavera.

-¿Y bien?-pregunté cuando estábamos todos para entrar en la zona del estudio donde nos tomarían las fotografías de estudio, luego tendría que ser algo más urbano.-¿Tengo mal gusto?

-Me gusta, me gusta para llevarlo todo a casa.-comentó Imai mirando como lucían sus botas, parecía encantado con lo que había encontrado para él.

-A Max le dará un infarto.-murmuró Yutaka al ver su maquillaje, profundizaba su mirada y su dulzura se evaporaba para mostrar algo de agresividad en sus facciones.

-No es para tanto.-dije dirigiéndome, y dirigiéndolos, hacia donde teníamos que colocarnos.

La sesión de fotos fue intensa. Creo que jamás me hicieron tantas fotografías, ni para el otro álbum ni para el día de mi boda con Clarissa. Recuerdo que eran unas doscientas fotografías que sacaron del enlace de nosotros con los invitados, cortando la tarta y brindando. Si bien, esa sesión era flash tras flash y perdí la cuenta de cuantas veces sentí que mis ojos ardían después de la ráfaga.

Yutaka parecía encantado, se notaba que su pareja era fotógrafo y estaba más que acostumbrado a que le tomaran foto tras foto. Posaba mejor que todos nosotros, la fotógrafa decía que tenía una mirada entre tierna y dura, perfecta para que la cámara le diera su cariño.

El hermano era más rudo, se mostraba en silencio como si estuviera tramando una de las suyas o simplemente empezara con sus amenazas convencionales. El maldito también tenía ese toque de experiencia, Imai parecía orgulloso de él y sin embargo él era un pato cuando le dijeron que tenía que posar normal.

-Yo no sé posar normal, yo tengo mis poses.-respondió y la chica rió bajo.

-¿Cuales? ¿Creés que sabes más que yo?-él simplemente empezó a mirar con furia la cámara y a jugar con el decorado como si fuera un gamberro más, uno de tantos que se pasan la vida en la calle.-Perfecto, tú pon las poses que quieras y yo tomo las fotos.

-Egocéntrico.-murmuró Hidehiko calando su cigarrillo.

-Como todos nosotros.-dije apoyándome en él.-¿Y bien? ¿Has descubierto ya qué hacer para cambiar? ¿O se te pasó esa crisis?

-Se pasó, ahora tengo la crisis de mi mujer. Mi mujer quiere ser madre, lo lleva intentando en secreto años y me lo confesó ayer. Fue al ginecólogo hace unas semanas y al parecer no puede ser madre.-lo dijo serio observando como seguía posando nuestro compañero.-Tal vez adoptemos en unos años, ahora se siente frustrada.

-Comprendo.-susurré aquello sin comprenderlo realmente, pero podía imaginar cómo se debía sentir alguien que deseaba algo con tanto esfuerzo y que no valiera para nada.

La sesión duró casi tres horas, entre cambios de escena, maquillaje nuevamente después que los focos nos hicieran sudar un poco. Salimos a la calle en la furgoneta habilitada para seguir con las imágenes promocionales. Fuimos directamente a un bosque, colocaron todo y empezaron a tomarnos fotografías dejándonos posar como nosotros creyéramos y ellos elegirían las perfectas para el álbum.

Terminamos agotados, con ganas de tomar un refresco y un almuerzo rápido. Después de quitarnos el maquillaje y volver a la ropa normal decidimos comer con los fotógrafos y maquilladores. El almuerzo fue rápido, comida precocinada de un restaurante de comida rápida, o más bien basura.

Cuando llegué a casa quería darme un buen baño y no escuchar a nadie, y al llegar no había nadie. María había limpiado, se notaba el aroma a los productos desinfectantes que ella usaba y había una nota preguntándome si deseaba que llevara un traje al tinte. En la nevera había dos notas pegadas, una era de Seth que decía que no volvería hasta después de la hora de la cena y la otra era de Phoenix. La nota de mi pareja era nada más recordándome que tenía que llevar al pediatra a Jun, que luego irían al parque y por último darse un capricho. El capricho lo sabía bien, seguro que era ir a tomar dulces o helado en una d ellas pastelerías que tenían como favorita tanto Jasmine como él.

Así que lo tuve todo bastante fácil. Llené la bañera, puse esencias, me metí y encendí la radio que teníamos para el baño. Fue relajante escuchar clásicos de los ochenta y setenta, regresar mentalmente a una época que ya no volverá y que me traía recuerdos de todo tipo.

Cuando salí había pasado casi una hora, Phoenix no regresaba y yo terminé por ponerme a jugar con los videojuegos de Seth y Hero. Parecían sencillos, pero no lo eran. Para mí el tetris era un vicio, un gran juego, no comprendía eso de ser espadachín de reinos lejanos con elfos y enanos ayudándome. Creo que me quedé dormido después de intentar jugar a ese nuevo entretenimiento, cuando abrí los ojos todo estaba recogido.


No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt