Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 12 de agosto de 2010

Dark City - Capitulo 18 - Camino vital XXII



No dejo imagen tampoco... sólo esto



For you princess


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Podría saltarme los días siguientes a ese, pero me saltaría parte de algo importante aunque a mí no me afectaba en absoluto. El despertar del día siguiente tenía varios titulares sobre la desaparición de la joven Kanon Sakine. Puede ser un titular más, una noticia relevante para pensar en lo bajo que ha caído la criminalidad y nada más. Pero había algo en ese titular y en ese nombre, era la chica que tenía que actuar en el teatro de Kamijo Yuuji. Su nombre estaba manchado por ineficacia, ya que él había puesto la seguridad con su empresa de escoltas en la casa de la joven y alrededores.

Jasmine se marchó de casa en su busca, sabía que las peleas podían dejarse a un lado y que Kamijo le necesitaba. No quería contactar con él, ya que siempre es duro encajar un golpe así. La policía lo tenía como parte de los sospechosos, porque suponían que había sido uno de sus hombres.

Até cabos y me di cuenta de todo, no tenía que ser demasiado inteligente si tenía conocimiento de lo acontecido el día anterior. Aquel chico que era parte de la familia de Kamijo era el causante. El nombre del muchacho era Yuki Nânjo de treinta y cuatro años, un chico nacido en los suburbios de Tokyo y llevado al buen camino por mi buen amigo. Eso era todo lo que decían de él, no querían dar más pistas sobre su posible paradero, pero sí aparecía una fotografía suya y la verdad parecía un chico común.

Yo no tuve que llamar a Kamijo, él pidió verme en un e-mail donde parecía rogar una conversación calmada para desahogarse. Acepté la visita a su hogar, Jasmine estaría en su tienda realizando los encargos para la próxima temporada y él estaría allí esperándome.

Llegué a eso de las once de la mañana, una hora apropiada para tomar un aperitivo y conversar de forma pausada. Antes de tocar al timbre escuché las cálidas y sensuales notas de piano, una partitura que desconocía aunque jamás fui muy ducho en ese tipo de género musical. Pulsé al botón y escuché como cesaba la música, sus pasos sobre el paret y también como se giraba el engranaje de aquella puerta.

-Bonjour.-susurró Kamijo observándome con los ojos cansados.

Su aspecto era algo desaliñado, pero seguía siendo elegante incluso en ese estado. Su camisa estaba mal abotonada, sus cabellos revueltos, llevaba unos jeans azul oscuro con el bajo desgastado y sus pies descalzos.

-No has dormido mucho.-dije esperando que me invitara a pasar.

-Adelante.-murmuró abriendo la puerta para girarse y caminar por el estrecho pasillo hasta el salón, donde se encontraba el piano de cola que tanto amaba.-Cierra, por favor.-dijo sin girarse ni un ápice hacia mí, para tocar nuevamente las teclas y hacerlo sonar.

Cerré la puerta y fui hacia la ventana, allí estaba el piano. La ventana estaba abierta y las cortinas se mecían levemente con la brisa que corría ese día. Lo miré fijamente y esperé que dijera algo, pero la tentación me pudo.

-Yuki ha secuestrado a la chica para que no le encierren por lo que hizo ¿no es así?-era atrevido preguntar eso, pero era mi amigo y debía ser sincero con mis conjeturas.

-No.-respondió con sinceridad mirándome a los ojos, se sabía la partitura de memoria y no necesitaba mirar al papel para seguir la obra.-En absoluto. Esta vez lo hizo para cumplir el trabajo que yo le encargué, el cual era cuidarla, tal vez lo ha hecho para así resarcirse de ese delito que ha cometido, ya que como tú y como muchos cree en el karma, o quizás porque le atrae la chica y quiere hacerse el héroe creando así una falsa imagen de inmortalidad alejándola de la visión de villano. Realmente Yuki es extraño, no sé porqué lo hizo, pero sí que en parte está la base real y tangible de peligro. Sospechamos que alguien desea secuestrarla, alguien de una banda contraria a la mía y también a muchas asiáticas, es una banda rusa. No sé porqué están tras ella, lo desconozco por completo, pero Yuki quiere averiguarlo y solucionar todo antes que alguien exponga de nuevo a Kanon.-suspiró y miró hacia sus dedos, sus finos dedos que se posaban con maestría sobre el piano creando una melodía dulce.-¿Quieres vino? He abierto una botella de Château d'Yquem.

-Es un vino caro.-respondí y él sólo sonrió.-De acuerdo.-me giré por la habitación y vi dos copas, una de ella tenía un poco de vino y la otra estaba limpia. Me eché un poco de vino y di un sorbo, era muy bueno.-¿Bebes para no pensar?

-Bebo para meditar.-susurró.-Soy extraño Atsushi, necesito una copa de vino y música melódica.-dijo caminando hacia mi para tomar su copa y beber un poco más de aquel vino.-Te hice llamar porque necesito hablar, nadie me cree cuando digo que Yuki no es tan violento.

-Es un asesino a sueldo, por mucho que lo camufles como lo camuflas.-sonrió cuando dijo aquello.-No seas cínico.

-No soy cínico.-respondió.-Es un matón, un buen informador y un gran escolta cuando quiere. Pero admito que la violación fue un descontrol por su parte, si bien sereno no sería capaz de dañarla. Creo que le gusta.-se sentó en el sofá cruzando sus piernas mientras bebía un poco más de su copa.-Atsushi te aseguro que no quiero modificar tu punto de vista, sólo desahogarme.

-Claro, como le gusta la viola y secuestra.-él frunció el ceño al escucharme decir aquello.-Está bien, te escucharé.

-Conocí a Yuki cuando intentaba robarme en una estación de metro.-dijo mientras encendía un cigarrillo.-Huyó cuando le hablé, ya que creía que no notaría que sus sucias manos estaban en mi impecable Armani.

-¿Y cuándo fue eso?-pregunté sentándome a su lado disfrutando del vino, pero también de la historia que estaba a punto de contarme.

-Yo había conseguido que Yoshiki fuera nuestro líder, yo era el segundo hombre en la organización y no me costó aniquilar a mi jefe. Nuestro jefe no era como yo, ni como Yoshiki. Era un hombre violento, grotesco, estúpido y por decirlo de alguna forma un tanto bufón y con un aliento peor que oler la basura de toda esta ciudad.-dio un nuevo sorbo y una calada a su cigarro.-Mi mujer.-dijo señalando el retrato que aún presidía el salón.-Ella se encariñó con Yoshiki, yo también, y decidimos ayudarlo. Todos los hombres de la organización le temían y odiaban a la vez, no habían tenido agallas de luchar contra su imperio de terror. Violaba a las mujeres e hijas de todos los que allí estábamos, si no tocó a mi mujer es porque a mí me estimaba como a un hijo. No sé porqué me apreciaba tanto, tal vez porque mi mujer era íntima amiga de la familia Fiorelli. Fiorelli era amigo mío, también detestaba a mi anterior jefe, y me ayudó a poner en marcha todo aquel plan. Así que Yoshiki desde ese entonces, hasta hace unos años, iba junto a mí a cualquier lugar. Ese día estaba aferrado a mi mano, era la primera vez que se sentía libre al fin de todo su pasado y él apareció.-me miró a los ojos y sonrió ampliamente.-Después de ver como corría Yuki me confesó que le parecía perfecto para moldearlo a la imagen y semejanza de todos los del clan.

-Yoshiki fue quién lo eligió.-él tan sólo asintió a lo que yo decía.

-Yoshiki se había enamorado de mí, creo que deseaba alguien a su lado que no fuera yo para así olvidarme.-hizo un inciso mirando el retrato y sonrió de forma amarga.-Rescaté a ese chico, le enseñé todo y mi mujer intentó que aprendiera modales. Creo que los modales fue lo único que no logró aceptar en todo ese proceso.-rió bajo y me miró.-Después vino Sho y Spider, también los encontré en la calle robando, y los hice parte de mi clan. Yuki fue quien los cuidó y educó a su forma, ya que aún eran prácticamente niños.

-Parece que eres Peter Pam.-alzó una ceja cuando dije aquello.

-¿Por qué?-preguntó con cierta curiosidad.

-Niños perdidos a tu cargo para luchar por sobrevivir y por aprender un oficio peligroso, pero un oficio al fin y al cabo.

-Yo lo veía más como una banda a lo Oliver Twist, pero tu visión me agrada más. Yo no obligo que sigan a mi lado, sólo les pido silencio, si bien se hicieron mi familia. Teru vino poco después de Sho y Spider, cuando habían pasado casi tres años. Teru se volvió la obsesión de Yuki, tanto es así que estaba siempre pegado a él deseando que le hiciera caso. Al principio lo molestaba, luego se volvió su confidente y por último su amante. Veo lo mismo en el caso de Kanon, claro que esta vez sus impulsos le han superado.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt