Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 17 de agosto de 2010

Dark City - Capitulo 18 - Camino Vital - XXV


Dentro de unos días es mi cumpleaños, pero hoy me han regalado esto. No he podido evitar subirlo. Para mí ha sido un gran regalo, sé que tengo un par más esperándome pero... nada como un regalo antes de tiempo (además por una buena amiga)

Ayer no pude subir por problemas personales, así que este capítulo debió ser subido ayer... lo lamento.

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Cerré la puerta sin despedirme, no quería hacerlo. Ahora que sabía el peligro que podía tener al ser quién era, más que nunca, me daba rabia decir adiós porque podía ser el último. Mientras salía fuera me imaginé un mundo sin él, un mundo bastante gris e insulso. Supongo que se hizo importante en mi vida poco a poco hasta un punto en el cual no sabría a quién acudir si él no estaba, así que no sólo tendrían que cuidar de Jasmine y de su hijo sino también de mí y de todos aquellos que le apreciábamos.

Cuando llegué Jasmine se iba de vuelta con Kamijo, creo que simplemente le echaba de menos y no podía dejar que la situación se alargara en el tiempo. Phoenix simplemente se quedó pensativo tomando café mientras Jun jugaba con una colcha especial para bebés. Seth no se encontraba allí, se marchó a una excursión que se realizaba en la escuela de clases de dibujo.

Yo me senté junto a mi pareja observando como Jun desarrollaba cada vez más su vocabulario. Aquel juego tenía sonidos del campo, palabras, números y también parte del abecedario. Era enorme, pero no importaba que tomara parte del salón si él se divertía.

-Mamá mira.-dijo señalando un gato para aplastarlo y escuchar un maullido.-Gato.-al fin podía pronunciar bien la g, a veces le costaba. Entonces se levantó y dio un par de pasos para ir hacia otro animal.

Sus primeros pasos habían sido semanas atrás, pero parecía tomar más confianza y también práctica. Me sentía orgulloso de él, pero también me recordaba que quizás me perdía los primeros pasos de Yutaka Junior y Momo.

-Ven con papá.-dije levantándome para tomarlo en brazos.-¿Aún te llama mamá?

-Sí.-susurró Phoenix perdido en su mundo.-Lo siento Atsushi no estoy de humor hoy, creo que debería tumbarme un buen rato y dejarte a ti con el niño para que disfrutes de él.-sonrió leve antes de marcharse hacia las escaleras.

-¿Quieres jugar con papá?-pregunté y él tan sólo acariciaba mi ropa, creo que intentaba quedarse con el tacto y el color de las cosas.-Voy a ponerme otra ropa, jugamos un rato, te baño y doy la papilla para que luego duermas un rato de siesta.

-No siesta.-dijo frunciendo el ceño con ganas.

-Sí, siesta.-me agarró de una solapa y empezó a negar con la cabeza.-Ya veremos.

Estuve cuidando de él todo el día, Phoenix no lograba levantar el ánimo. Podía notar como se sentía tan aferrado a Jasmine como si fuera un hermano más, en realidad para mí también era parte de la familia. Jun no notó nada extraño, es más parecía más despierto que nunca o tal vez porque ya iba creciendo y creciendo convirtiéndose en un pequeño hombrecillo con mucho por conocer.

Ser padre es más que una palabra, unas obligaciones y un derecho. Ser padre es una virtud, un regalo, un sueño y un deseo para muchos inalcanzable. Cada día daba gracias a mi hermano por el regalo que me había otorgado, pero aquel día creo que estuve dándole las gracias por cada sonrisa que Jun me lanzaba con la palabra “papá”. Una palabra simple, de las primeras que un niño aprende, y creo que una importante en la vida de cualquier ser humano.

Cuando un niño crece sin padre se siente vacío, pero creo que es más bien el no saber qué ocurre y porqué otros lo tienen. Por eso creo que es bueno que los niños sean adoptados, que ningún niño quede en un orfanato más de unos días. Las adopciones deberían ser tomadas con mayor rapidez, encontrar padres adecuados para cada niño. Tal vez si yo no hubiera estado motivado o preparado para ser el padre de Jun él hubiera acabado de brazo en brazos en la familia de su madre. Nadie quería hacerse cargo de él, pero yo lo vi y no deseé que desapareciera de mi vida. Aún hoy cuando lo observo creo que es un milagro y que ese milagro dará frutos convirtiéndose en un buen hombre.

Si bien, sé que muchas mujeres son admirables porque cubren ese hueco con fuerza y amor. Jun no tendría una madre, si bien sí dos padres; aunque Phoenix era demasiado dulce y tal vez por ello Jun seguía insistiendo que era su madre. Ese día intenté explicarle que no era su madre, sino que tenía dos padres, pero me di por perdido.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt