Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 12 de mayo de 2013

Entrevista con el maestro


La cámara enfocaba un elegante pasillo de piedras vistos y unos escalones bastante inclinados. La escalera en forma de espiral esperaba y parecía llegar a una sala inferior, la cual era mucho más fresca que las superiores y sólo se podía apreciar por el color de las piedras. En ésta ocasión se había desplazado más allá del lugar habitual. Su camarógrafo tenía aún algunas leves ojeras, pues era aún un humano común y corriente, sus largos cabellos estaban algo revueltos y su camisa blanca estaba arrugada. Acababa de llegar en autobús desde el aeropuerto más cercano y cruzado varios canales en góndola como marcaba la tradición de todo aquel que pisaba Venecia. Porque sí, estaban en la encantadora, embriagante, mascarada y, en ocasiones por la pésima limpieza de los canales, apestosa Venecia.

El murmullo de las aguas quedaba atrás, y era un murmullo encantador. La leve iluminación recreaba un entorno agradable, y muy sutil. Pronto las pisadas cesaron y una encantadora habitación perfectamente iluminada se desnudó ante la lente. David entraba junto a su cámara en la hermosa estancia y allí, donde los micros habían sido colocados por otros muchachos horas atrás, se encontraba Marius, el Romano, sentado en una silla dorada estilo romano. La alfombra que pisaba sus pies envueltos en aquellos encantadores, y cómodos, zapatos italianos favorecían a su traje negro con camisa roja, abierta en los primeros botones, y aquel clavel tan abierto, exuberante como una mujer atractiva, colocada en el ojal. El maestro de Armand, Lestat y tantos otros se encontraba con su melena perfectamente peinada y una sonrisa suave en sus labios algo finos.

David, el cual caminaba con cautela, llevaba en esta ocasión un traje negro, camisa blanca de algodón de una importante firma italiana al igual que su traje, una corbata en el mismo tono que la camisa de su entrevistado y unos zapatos estilo mocasín muy cómodos pero para nada caros ni ostentosos. No llevaba papel alguno para seguir la conversación, pero sí un libro entre sus manos. Era el libro de Sangre y Oro con una encuadernación sublime, propia de un artesano y no de una editorial de grandes tiradas.

-En ésta ocasión nos hemos desplazado hacia el palazzo veneciano de Marius, nuestro milenario maestro. Muchos nos quedamos defraudados por los escasos detalles que dejó en su libro, pero otros nos rendimos a sus encantos hundiéndonos de lleno en su historia- comentó mirando a la cámara mientras se acercaba a una silla similar a la del maestro- ¿Me permite tomar asiento? Es un placer, por no decir que es casi mágico, estar aquí junto a usted en ésta maravillosa noche.

-Agradezco vuestros halagos -respondió el rubio manteniendo su sonrisa mientra su mirada color turquesa no perdía detalle de los movimientos, tanto del entrevistador como de el camarografo. Si bien aquel joven vampiro no era del todo de su agrado, mantuvo la compostura, disponiéndose a contestar- Adelante, tome asiento por favor -agregó al momento de extender su mano y señalar la silla de forma cordial- Es un gusto para mí, recibir vuestra visita y sobre todo responder toda pregunta o duda que poseáis.

Decidió tomar asiento mientras el cámara al fin apoyaba con suavidad sin que la imagen se distorsionara. La acústica del lugar era excelente y casi no se necesitaba micrófono. David cruzó sus piernas de forma masculina y observó al frente donde se hallaba Marius esperando sus preguntas.

-Muchas personas le conocen por tener reglas, las cuales ha ido imponiéndose con el paso de los siglos, y sin embargo en otras ocasiones les hemos visto quebrarlas. Éste comportamiento y su indudable parecido en rasgos con Lestat le han hecho ser comparado, cosa que usted mismo ha odiado. Una de las personas que primeramente le comparó fue su temperamental y encantadora mujer, Pandora, la cual dijo que podían incluso ser familia. ¿Cómo se siente actualmente ante tales afirmaciones? Pues inclusive en su libro dijo que evitaba a Lestat pese a cierto cariño que tiene hacia él.

Se tomó un momento para meditar la pregunta y escoger bien sus palabras para poder responder. Fue un silencio tenso para ambos, pero David estaba ensimismado con el momento acariciando su libro.

-Bueno... aún hoy en día no me es agradable que me comparen con él. Tal vez tengamos cierto parecido físico, pero fuera de eso no hay nada más -frunció levemente su ceño por lo que iba a responder- No me agradan los que rompen las reglas, aún cuando yo mismo he roto algunas -en eso se inclinó para apoyar sus codos sobre sus piernas mientras entrelazaba sus dedos, y apoyaba su barbilla sobre estos- Oh, pero no con esto quiero decir que sienta desprecio por ese pupilo tan rebelde que he tenido. No, le tengo cariño y aprecio, pero su rebeldía y su cinismo ante ciertas circunstancias me exasperan.

Aún así, por mucho que Marius dijera que no se parecían en nada, David sopesó sobre sus reglas y como odiaba que otros no las cumpliera, aunque él no las siguiera, y recordó a Lestat, el bravo y estúpido Lestat, respondiendo prácticamente lo mismo a un miembro de Talamasca que se había inmiscuido en su casa en New Orleans la noche en la cual conoció a Tarquin Blackwood.

David sonrió de forma leve con gesto sencillo y de aparente calma, intentando no mostrar que meditaba sobre lo respondido. Marius lo había aclarado, por lo tanto no tenía porque ahondar en la herida.

-¿Cuál es la relación con su otro pupilo? Hablo de Armand, el cual estuvo apartado de usted porque decía estar contaminado y apartado de la inocencia que tenía Lestat -intervino mirándole a los ojos, perdiéndose unos segundos en ellos- ¿Qué relación tienen ambos ahora?

Ante esa pregunta su rostro serio y algo severo, enseguida cambió por uno de decepción y algo de tristeza. Pues sin razón alguna el pelirrojo había desaparecido dejándolo en el abandono. David lo desconocía, pues no se inmiscuía en la vida de los demás hasta que otros le invitaban a adentrarse por sus pasadizos.

-Nuestra relación ahora es netamente maestro-pupilo... -de nuevo frunció su ceño- Yo le amaba; no, aún le amo, pero parece que poco le importó. No me tuvo en cuenta y prefirió irse tras- hizo un leve quiebro y un murmullo dejó que el nombre del nuevo capricho de Armand explotara en su lengua- Daniel -masculló el nombre del joven y rubio vampiro con desagrado- Si alguna vez vuelve ya no creo consentirle y perdonarle su osadía -finalizó su respuesta negándose a decir más y adoptando una nueva posición defensiva al cruzar sus brazos y echarse hacia atrás.

Decidió en ese momento cambiar de táctica para que el sabor amargo de la entrevista finalizara, así que desistió en preguntar por sus creaciones de momento. Sabía que Pandora tendría que salir, así como Bianca, pero prefirió aplazar el inmiscuirse de esa forma en sus relaciones.

-¿Ha pensado hacer cine? Es un amante de la fotografía, compró un televisor a Madre y Padre, estuvo interesado en cada invento nuevo e incluso logró reproducir cuadros de diversos autores con sus sutiles cambios plásticos. Usted es un mecenas, posiblemente habrá oído hablar de algún guión cinematográfico que ha deseado tomarlo para echarle un ojo, o ambos, y al fin hacerlo realidad- David se escuchaba apasionado porque amaba el arte tanto como los misterios, la música y todo lo que pudiera tener historia, su propia historia, le atraía.

Para él no pasó desapercibido el cambio de tema, pero aún así le agradeció con una leve sonrisa el que lo hiciera.

-Si lo he pensado, ha sido un proyecto en mente que he tenido desde que descubrí el uso de una cámara filmadora e hice mis primeras grabaciones sobre nuestros Padres. Aunque a decir verdad, aún no sé que tema elegiría para realizarlo. He pensado en llevar a las pantallas del cine las aventuras y desventuras de nuestro travieso Lestat... pero no. Sólo me dedico a filmar, también a la fotografía y uno de mis principales modelos ha sido Louis y sus mellizos. En cuanto a la pintura pues he decidido dejarla por un lado, por el momento, e idear como poder realizar esa película.

El ego de Lestat agradecería que enfocasen sobre él todas las cámaras posibles, pero David no dijo nada. La historia de Lestat no sólo era la del engreído, excéntrico, desconcertante y también buen amigo, y en ocasiones amante, que todos conocían. Era la historia de todos, de como se conocieron y como seguían sus vidas gracias a un nexo común.

-¿Qué opinión tiene sobre el hundimiento de Talamasca? En las últimas décadas han sufrido grandes golpes hasta quedar casi en la piel y los huesos. Es un anciano que intenta correr pero ya no puede siquiera levantar a su nieto. Sin embargo, hay seres como yo apegados a sus normas, o más bien a su sistema, y seguimos investigando. ¿Qué opinión tiene de las indagaciones que tiene Talamasca ahora y las que tuvo en el pasado? Sabemos que tuvo amplios contactos, la carpeta con su nombre es casi una biblia e incluso han tenido obras suyas en sus manos. Una de ellas es la de Armand, el cual se representaba como una figura divina o celestial con su rostro aniñado e imperturbable.

-Talamasca... -nuevamente cambió de postura, descruzando sus brazos mientras apoyaba el tobillo derecho sobre su rodilla izquierda- Es una pena que una institución tan grande y tan antigua como esa haya sido presa de la decadencia, pero no se podía esperar otra cosa. Todo llega a su fin con el paso del tiempo, así como también es una pena que los últimos miembros recientes la hayan dejado caer con semejantes atropellos. Solamente espero que todo lo que posean sobre mí no caiga en malas manos.

-No lo está porque está en mi poder, logré salvar mucha documentación y la estoy usando para mis investigaciones las cuales es por mero placer- respondió con rapidez intentando despreocuparlo antes de lanzar la siguiente cuestión- ¿Cuándo acabará la guerra no declarada, aunque duradera por milenios, entre usted y Mael?

-Esa es una cuestión que solo el idiota de Mael puede responderte -dijo con un tono agrio y mirada severa- Si alguien me ataca es natural que yo me defienda, y yo sólo me defiendo de sus estupideces. Fin del tema -sentenció de forma tajante.

Temió preguntarle por la extraña relación que tenían, pues aunque parecían discutir siempre había momentos en los cuales parecían asociarse sin problemas. Era algo más allá de una simple cuestión de honor, era más allá. Ambos eran testarudos y querían llevar la razón, algo impensable en temas tan antiguos cuyos hechos ya habían sido borrados por el paso del tiempo.

-Disculpe mi atrevimiento pero deseo preguntarle sobre dos mujeres. Una de ella es Bianca, de la cual nada se sabe, y la otra es Pandora. Con la última viví unas confidencias encantadoras, intensas e interesantes como es ella. Decía desear apreciar el amor, la verdadera pasión, y querer reunirse con aquellos que Lestat había conocido. ¿Qué ha ocurrido con ambas en sus vidas? Es un hombre que ha sido marcado por mujeres, del mismo modo que el resto de compañeros de aventuras de nuestro alocado príncipe.

De nuevo le había acertado un duro golpe al indagar sobre las personas que alguna vez amó y al final terminaron separándose. Tal es el caso de Armand y Pandora que eran los que más le dolían.

-Sinceramente no sé nada de Bianca y tampoco me interesa saberlo. Jamás le perdonaré lo que hizo y no deseo hablar de ella -sus palabras fueron frívolas y cortantes- En cuanto a Pandora... -hizo una breve pausa, esbozando una sutil sonrisa- Leí el libro que escribió sobre ella y me resultó una gran sorpresa el saber a profundidad su propio punto de vista ante todo lo sucedido entre nosotros. Es verdad que por mis terribles actitudes la orillé a dejarme, pero luego me arrepentí e intenté dar con ella para disculparme y arreglar las cosas- hizo un breve silencio y continuó dejando fascinada a la cámara. Unos sentimientos tan profundos eran admirables de verse desnudos ante el objetivo- Lamentablemente el daño es tan grande que por mucho cariño, o amor que nos tengamos, no podemos volver. Nuestro tiempo como marido y mujer que vivimos hace más de dos mil años se han terminado y aunque me han visto rogar e ir tras ella intentando convencerla, sé que nada volverá a ser igual- David lo miraba conociendo esos sentimientos. La intensidad de la mirada de Marius era la que él mismo podía ver al espejo cuando pensaba en Mona- La amo, mucho más de lo que alguna vez llegué a imaginar, pero si ella no quiere volver más conmigo no puedo hacer nada.

Suspiró pesadamente antes de continuar la entrevista. Era una declaración que cortaría el aliento a cualquier hombre enamorado. La intensidad del amor de Marius era notable en cada palabra, gesto y en esos ojos que parecían rogar una oportunidad aunque no se humillaría a eso, al menos no frente a la cámara.

-¿Qué sintió al ver a su discípulo frente a la pequeña pantalla? Pareció que incluso le agradó tanto como a él verse tan mediático. Él no fue quien hablo, la caja de Pandora fue abierta por Louis y él sólo se dejó seducir por el encanto. No ha sido el primer vampiro en decir de su existencia, pues Nicolas iba por las calles agarrando a los visitantes del teatro exclamando que todos eran vampiros- dijo con una leve sonrisa en sus labios-. Retomando la pregunta anterior ¿le agradaría una película de su vida? O quizás una película donde hablase de historia, ya que ese era su arduo trabajo en tiempos de la gran Roma.

-Debo confesar que al ver el rostro de mi irreverente pupilo en las pantallas de la televisión causó en mi una gran furia y peor cuando me topé con ese libro "Entrevista con el vampiro", sentí enormes ganas de ir tras la cabeza de ambos seres tan impíos. Sin embargo, no lo creí prudente y tras analizar detenidamente la situación lo dejé pasar y hasta cierto punto me resultó algo atractivo. Es por ello que ahora estoy metido en el mundo de el filme y la fotografía. En cuanto a mi respuesta sobre hacer película sobre mi vida, me temo decir que no. Yo no la haría. Suficiente he dicho en mi libro y prefiero que sea sobre alguien que sienta interés por llevar su historia a la pantalla grande. Sería todo un gusto y honor para mi llegar a ver una de mis obras siendo expuesta en las pantallas.

En ese punto había descubierto una gran verdad. Marius había narrado su historia. Él había querido mostrar la verdad desde otro punto de vista, la había narrado y entregado a otra persona que se dedicó a publicarla. Todo inmortal que se precie en estos momentos, uno con una vida intensa, termina dejando que su lengua quede suelta. Sin embargo, tras cántico de sangre todos habían mermado. Lestat había tenido un momento de gloria y decaimiento en esa obra, pero no era el Lestat brillante y enérgico que en esos momentos estaría en su mansión ideando que hacer para la siguiente noche.

-Comprendo- dijo con una leve sonrisa- Era mi última pregunta, pero como ha visto he venido con un libro entre mis manos. El libro que usted dictó y que ofreció a muchos un nexo con su persona. He decidido pedir una encuadernación especial en borgoña con letras que son de pan de oro, la cual espero que cuide con cautela pues es delicada. Un regalo que tendrá que estar en vitrina, pero que espero que disfrute como muchos disfrutaron contemplando las líneas que usted les arrojó- se incorporó para hacerle entrega de aquel obsequio y le miró a los ojos- Sé que no soy de su agrado, pero eso no quita el deseo de conocerle y afrontar con usted algunas verdades. Tome este regalo como una ofrenda a una relación duradera conmigo y con los jóvenes que verán ésta entrevista al maestro, el hombre, el romano y sobre todo el mecenas.

Alzó sus cejas hacia arriba al escuchar que la entrevista se había terminado, pues entre pregunta y pregunta ni cuenta se dio del tiempo que había transcurrido, y con la misma sorpresa recibió aquel obsequio que el joven vampiro le ofrecía tras escuchar con atención sus palabras y lo sostuvo con cuidado entre sus manos mientras se ponía de pie. Tras salir de su pequeño estupor se permitió sonreír.

-Agradezco vuestro presente, lo guardaré con el respeto que merece. Gracias por la entrevista y los halagos. Cuando gustes puedes volver, las puertas de mi palazzo están siempre abiertas para los invitados.

La cámara fundió en negro cuando se atrevió David en tomar una de las manos de Marius ofreciéndole un leve apretón.  


Respaldo del trabajo de David Talbot y Marius en EL JARDÍN SALVAJE

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt