Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 4 de mayo de 2013

Oración del vampiro


Dios bendiga a los ángeles
pues son ellos los más cercanos.
Seré Rafael, el sanador de cuerpos y almas,
en esta noche de primavera.

***

La noche grita en el imperturbable jardín
y las lágrimas son el rocío de la mañana.
Hoy es el día en el cual caminarás conmigo,
cruzarás la verja y serás parte de los cazadores.

Mis colmillos ya conquistan tu largo cuello
y clavo en ti dos largas y hondas espadas.
Te abrazo con firmeza para que no huyas,
aunque siento que ni te mueves.

Pronto tu corazón y el mío son uno,
tus manos que aferraban mi camisa
caen a ambos lados de tu dulce cuerpo.
Pronto tú serás uno de los nuestros.

Esa encantadora y pérfida sonrisa
será parte de tu encanto de nuevo
y tus ojos verán al fin un mundo
que aún desconoces por completo.

Verteré en tus fríos y violáceos labios el Don
y vociferaré que soy tu compañero y padre.
Pues, hoy ha venido a las entrañas oscuras
un nuevo iluminado por la inmortalidad.

Te acogeré en mi pecho mientras mueres
para que al renacer seas rosa con espinas.
Nada ni nadie te podrá hacer daño
y lo único que alcanzarás será décadas.

***

Era tu destino,
mi insufrible destino.
Era tu sino,
tu dulce despertar lo es.  


Realizado para EL JARDÍN SALVAJE

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt