Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 4 de mayo de 2013

Entrevista desde el más allá


La cámara gravaba en un ambiente casi teatral. Hermosas cortinas rojas caían lánguidamente como telones de un teatro, sobre un pequeño escenario habían objetos, sobre todo libros y algún traje, que perteneció a Julien Mayfair, el cual estaba sentado acomodando en la mesa auxiliar algunas galletas de animal. El cámara enfocaba sus manos, las cuales él podía jurar que eran reales de no saber que él había muerto hacía décadas, de movimientos elegantes y uñas limpias.

David apareció acomodando su elegante traje negro, al igual que sus zapatos. En ésta ocasión no llevaba corbata y su camisa blanca parecía destacar con su leve tono dorado, el cual ya poseía la piel de su nuevo cuerpo. Sus gemelos brillaron así como el anillo que lo comprometía con Mona, la cual ahora era su delirio. Siempre una Mayfair, siempre, provocaba en él cierta pérdida de juicio.

-Mi nombre es David Talbot y como saben llevo un programa de entrevistas- comentaba a la cámara mientras caminaba de espaldas hasta Julien, donde se giró suavemente y apoyó su mano en el respaldo de la elegante silla XVI tapizada en color crema-. Y él es Julien Mayfair, uno de los fantasmas de los Mayfair. Como saben, en vida fue un gran brujo y un hombre de numerosos líos amorosos. Se le puede considerar carismático, encantador, conocedor de secretos y con un carisma que puede condenarte a sus encantos- sonrió de forma escueta y encantadora mientras se giraba suavemente hacia el fantasma. Podía ver con claridad su presencia, éste sería grabado con un prestigioso equipo de sonido y únicamente podría ser visto por aquellos que tuviesen el don. El resto, posiblemente, tan sólo veía brisa suave, movimiento de objetos y el peso de su cuerpo, o mejor dicho su alma, sobre la silla-. Bienvenido Julien, no hace falta que nos presentemos ni tengamos un trato demasiado correcto ¿no es así?-comentó dirigiéndose a su silla para sentarse esperando respuesta.

-Buenas tardes un placer estar aquí –sonrió adoptando una forma más nítida-. No sé cuánto tiempo pueda mantener esta forma sin embargo aquí estoy para contar y relatar a gran detalle algunos aspectos de mi vida; ¡Si supieras lo que me cuesta regresar! –Exclamó lanzando una suave carcajada cruzando la pierna muy varonil- a pesar de ser destruidos mis escritos por Mary Beth estoy dispuesto a contar mi historia.

-Deseo preguntarle algo interesante, ya que en su familia las mujeres son las más poderosas y las que suelen tener los beneficios. Es una sociedad matriarcal, de igual modo que en algunos países de Asia como zonas de la India- indicó con una sonrisa aún más gentil mientras tomaba sus documentos, los cuales estaban sobre una mesa auxiliar que él poseía. Posiblemente no seguiría un orden cierto, pues como había dicho Julien la entrevista podía verse cortada por fatiga, por así llamarlo, del fantasma- ¿Cómo se siente siendo uno de los fantasmas y familiares con mayor talento? Debió ser extraño verse bajo la lupa de todos.

-Desde pequeño se debió a ser más poderoso que mi propia hermana Katherine, creo que en gran medida es lo que aun me mantiene- sentención aunque al proseguir suavizó su afirmación, dejando esta en un “soy fuerte, eso es todo”- No digo que sea el mayor brujo que la familia haya dado ya que Rowan al igual que Mona son las brujas con más dotes de poderes sobrenaturales les fueron concedidos. A decir verdad, es un verdadero placer ser recordado no solamente por las absurdas historias de Carlotta si no por todo lo que aporte a la familia, como el incremento de la fortuna Mayfair en manos de Mary Beth, y mío, así como la fundación de Mayfair & Mayfair –entrelazando sus manos deposito su barbilla sobre estas- ¿Y Mona ¿dónde está mon fils? –interrogó solamente para observar su reacción- ¿Se encuentra bien? Últimamente mi me ha llamado ni buscado ¿Por qué?

David lo escuchaba maravillado hasta que aquella pregunta hizo desvanecer su concentración. Una sonrisa de hombre enamorado surcó sus labios. No era la primera vez que caía en los encantos de una bruja, pero a decir verdad en esos momentos se sentía en una segunda adolescencia.

-Ha decidido colaborar conmigo con la mejora de mi despacho y la habitación que me cedieron aquí, así como en ocasiones sale a pasear sola porque necesita su propio espacio -carraspeó y acomodó sus folios para mirarlos largamente, intentando volver a temas más serios- Pero, no le he hecho venir para hablar de mí. Cuénteme ¿es cierta y bien merecida su fama de conquistador? Aún desconozco cual es la cifra total de su descendencia.

-Conquistador, bueno-su rostro parecía animarse con esas palabras en sus labios, como si las pudiese saborear -como bien me dijeron mis primos y tíos, alguna vez, los hombres Mayfair podemos obtener fama, fortuna y mujeres. A decir verdad, todos estos desmanes fueron provocados por Lasher cuando tomaba posesión de mi cuerpo- aclaró su voz carraspeando suavemente y continuó-. Con respecto a las mujeres Mayfair pues ¿Qué otra opción tenía? Todas sus parejas eran incapaces de engendrar brujas. Así que para ser sincero, fue algo con lo cual debía tomar cartas en el asunto y no me disgustó en absoluto, he de confesar –río con satisfacción y cierto encanto mostrando una galanura y porte capaz de conquistar tanto a hombres y mujeres sin la necesidad de aquel ser.

David estaba perplejo por su forma de hablar pues parecía racional, no como muchos de los fantasmas que rondaban las viejas mansiones de podridos tablones olvidadas incluso por aquellos que las conocieron hermosas, llenas de vida, con jardines arreglados y risas de niños cerca de las baldosas de la calle. Calles olvidadas incluso por el eco de los coches, pues había ciudades abandonadas repletas de fantasmas que él había visitado. La presencia del mal podía rondar como si fuese una caricia fría, un aliento que soplaba en la nuca.

-Muchos no aman a los Mayfair, otros sólo quieren a ciertos miembros y hay pocos, muy pocos a decir verdad, que ven en ustedes una belleza enigmática y están fascinados- comentó con gesto serio, aunque estaba completamente relajado. Julien era un ser extraño, poderoso, que sabía manejar su encanto y él lo sabía. A decir verdad, ambos lo sabían.

-Podemos parecer frívolos, o seres sin sentimientos, pero a todos en algún momento hemos pasado por cosas difíciles. Imagina a mí sin poderme mover de la noche a la mañana, postrado en una cama sabiendo claramente que mi cuerpo físico moría. Observé la lluvia sobre First Street como con mi abuela, mi madre y hermana. Esa misma lluvia provocada por Lasher anunciando la partida de una bruja. Para él yo fui esa bruja, así como muchas otras, es difícil pues aún recuerdo ver a mi pequeña Stella y Evelyn llorar desconsoladas al pie de la cama al observarme inerte. En el funeral, y por supuesto el entierro, y aun tiempo después ésto causa dolor –sonrió con suavidad suspirando con cierta melancolía- Creo que los que nos juzgan es porque no conocen mon fils, siempre lo he dicho.

Todos teníamos nuestra cruz. Incluso tras la fiesta había máscaras de soledad. El mundo no era siempre lentejuelas y tenía sus puntos oscuros, donde sin duda, se hallaba la muerte sonriendo con la misma ternura de un niño. Él había recordado su muerte y David no tardó en recordar la suya provocando que bajase los párpados.

-Dígame, ¿qué le pareció la interrupción de los vampiros en su vida? Estoy hablando por supuesto de Lestat, pues Quinn ya era conocido e incluso es parte de su descendencia -sabía que era un tema espinoso, pero tenía que preguntarle antes que se desvaneciera.

-Lestat, el simpático Lestat -suspiró en respuesta callando unos instantes- Enojo, molestia y algo de envidia. Me recuerda mucho a mí en mi época de gloria. A decir verdad, tanto a mí, un hombre de conquistas, le dio una segunda oportunidad a Mona es cierto. Sin embargo, fue muy egoísta por parte de ambos ya que no pensaron en todos los que la esperábamos.

-Tal vez ella no estaba dispuesta a morir tan pronto, por eso aún vive para siempre y en éstos momentos a mi lado- respondió jugueteando con los documentos-. ¿También me va a odiar a mí por intentar cuidarla?

-¿Intentas o la cuidas? -irrumpió la conversación con seriedad.

-La cuido todo lo que ella me deja, pero en ocasiones no me permite acompañarla y he decidido que todos tenemos nuestro espacio. Si bien, vuelvo a pedirle que retomemos la conversación con una pregunta final. ¿Por qué sigue con nosotros?- preguntó intentando desviar la atención del fantasma que estaba sobre su persona.

Lentamente fue suavizando su expresión entrecerrando sus ojos, tras emitiendo un suave suspiro. Julien se había tensado, pero pronto aquel fantasma que podía ser temible, se relajó del mismo modo que su interlocutor.

-Para ayudar a mis brujas y estar al pendiente de la familia estén donde estén. Ellos son un gran legado inclusive mayor que la fortuna Mayfair a lo largo del tiempo- afirmó.

-Realmente me ha encantado conocerlo, más adelante espero poder hablar de ésta forma tan amena- comentó notando que la leche iba desapareciendo igual que las galletas.

Cuando se giró a cámara para comentar un apunte a los televidentes, los cuales verían la entrevista en retransmisión, comprobó como él ya no estaba. Tan sólo quedaba el olor dulzón de la muerte, pero que era tan sólo un residuo. Julien ya no estaba en su silla y él sonrió a cámara antes que quedase en negro.  

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Lestat de Lioncourt