Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 23 de junio de 2013

Vacaciones de verano - Parte 1

Dedicado a mi Rowan, la mujer que me ha hecho enloquecer. Te amo, feliz cumpleaños cariño. 




De improvisto estaba sentado en el porche de mi mansión contemplando las flores y en un pestañeo me encontraba montado en mi deportivo descapotable.

Es un hermoso vehículo con yantas resplandecientes, posee un vivo color rojo y un toldo blanco igual que en las películas antiguas. Invertí dinero y tiempo en encontrar subastas de coches de los años sesenta, también en restaurarlo y ponerle un motor nuevo. Tan hermoso, tan vivo, tan mío y tan de Rowan. El primer día que adquirí la mansión decidí llevarla a recorrer las calles aledañas, y la autopista, con mi nueva joya hecha para ir a verla. Sin embargo, Louis y yo tuvimos hijos cambiando mis planes y convirtiendo a éste en una atadura, que pese a amarlo me ahogaba. Ella se transformó en una mujer más distante y sentí que el brillo de sus ojos se volvió más opaco.

En menos de media hora, gracias al escaso tráfico, me hallaba en cancela acariciando los hierros mientras rogaba que no me rechazara. Cuando pasé dentro y caminé el pequeño sendero hasta la puerta principal noté como mi corazón latía, un corazón que a penas se movía si no bebía sangre. Me sentía completamente nervioso, igual que un novio ante un altar o un muchachito frente a su primer gran amor. ¿Y no era eso? Ella era mi primer gran amor tras tantos años.

Me abrió la puerta y sentí una bocanada de desesperación. ¡Qué hermosa era! Hacía meses que decidió dejarse el pelo algo más largo, sus ojos desprendían algo de cansancio pero su seductor pestañeo me hizo temblar de pies a cabeza. No importaba que hubiesen pasado algunos años desde nuestro primer encuentro, ella tenía una juventud fresca y casi eterna como si yo mismo le hubiese otorgado mi sangre.

-¿A qué vienes?-preguntó acariciando el marco de la puerta con la mano derecha y el pomo con la izquierda.

-A decirte cuánto te amo-respondí.

-Entonces deja a Louis-una frase que me quitó el aliento, ¿o fue el sonido de su voz rasgando el aire?

-Rowan... me quitará mis hijos. Sabes bien que a quién más amo es a ti, me he dado cuenta éstos días. Siento celos cuando Michael te toca, pero me contengo no sabes como me contengo- me apresuré a decir mientras la miraba.

Envidiaba a su esposo porque la tenía a su lado, aunque sabía que hacía mucho que ella no permitía que la tocara. Mi amor por ella la volvía loca del mismo modo que a mí me encerraba en un tormento. Sólo nos sentíamos libres al estar juntos, eso lo sabía. Pero a la vez, ¿no era eso una cárcel?

-Y crees que yo no tengo celos al verte con él...

Ambos nos moríamos de celos y a la vez nos alejábamos. Queríamos agarrarnos uno al otro, llorar por nuestro destino y a la vez besarnos bajo los aspersores del jardín, una fuerte lluvia o la silenciosa noche rota por el cantar de los grillos.

-¿Por qué no me dejaste ayudarte? La otra noche, junto a él...-me refería a su esposo y la conversación sobre la herencia Mayfair. Era cierto que no era un Mayfair, pero tenía unos poderes iguales o superiores a muchos Mayfair-me sentí tan excluido de tu vida.



-Así me siento al verte con Louis...-de nuevo ese aire triste en sus ojos. Sus pestañas pobladas pestañearon y se quedaron con los párpados algo caídos. Sentí que se desvanecía en tristeza y yo me moría con ella.

-¿Quieres huir conmigo? Al menos unos días, los dos juntos, sin nadie que nos mire y se inmiscuya... Rowan, por favor- rogué como un niño ruega unos abrazos o unos simples besos, pero pedía algo tan importante que era casi imposible que me dijese que sí.

-No lo sé, estarían como locos buscándonos... Lestat no es buena idea

-Es una magnífica idea -dije tomándola de la cintura - Te amo y quiero estar contigo sin que nos miren nuestros respectivos ¿entiendes? Sólo tú y yo.

-Agradezco tu idea pero Lestat, es muy arriesgado... -temor e ilusión mezcladas en su voz, pude notarlo y casi verlo con vivos colores.

-No te estoy pidiendo opinión, sino diciéndote que vayas y hagas las maletas- acabé tomándola de las mano para correr hacia el interior de la casa y subir las escaleras. Mis piernas se movían rápidas aunque me temblaban, estaba muy nervioso- Rowan, tenemos media hora para coger lo esencial.

-¡Lestat! -gritó sorprendida ante su impulsividad siendo arrastrada a las escaleras- No puedo irme tengo una operación mañana.

-Hay más médicos en ese hospital, pero el verano ha empezado y quiero hacerlo contigo ¿comprendes? Quiero ver fuegos artificiales, caminar junto al mar, ir a un parque de atracciones y contemplarte a la luz de las velas. Rowan, quiero hacer cosas que nunca he hecho y otras que he hecho pero que jamás, pero jamás, he compartido con alguien.

Lentamente negó sentándose al borde de la cama. Incluso el movimiento de su cabeza era atractivo y femenino, pese a su porte algo masculino debido a su fuerte carácter.

-Lestat... lo lamento, pero tengo otras cosas que hacer y el hospital me necesita.

No. No iba a temer al hospital y esa excusa. No. No iba a hacerlo. No permitiría que ella me dijera que era más importante salvar una vida, cuando otro en su lugar podía hacerlo, antes que salvar las nuestras. Había que ser egoístas por una vez. Egoístas e insensatos, eso era.

-Yo también te necesito- le dije arrodillándome frente a ella sacando una caja alargada-. Lo compré la otra noche, pensé que quedaría bonito en tu muñeca- susurré abriéndola y mirándola a los ojos con una intensidad que no le mostraba desde nuestros primeros encuentros. Era una pulsera de oro blanco con pequeños diamantes- Rowan... yo también te necesito.

Nuevamente negó con la cabeza observándome con melancolía. Parecía no comprender que la amaba y no podía estar sin ella, que ya era suficiente el dolor que ambos sentíamos.

-¿Por qué haces esto?...

-El amor nos hace cometer locuras, Rowan y yo soy el mayor loco -tomé sus manos para besarlas y colocarle la pulsera- Unas vacaciones, unos días, tú y yo...

-Mañana al anochecer -suavemente aparto mis manos llevando éstas a su rostro acariciando sus mejillas así como retirando algunos mechones de cabello- Mañana
-Oui -susurró rozando sus labios en sus mejillas, esas mejillas cálidas que tenían un delicioso colorete natural- Rowan, Je t'aime

Entonces, como si fuese un ángel, me sonrió con una dulce sonrisa surgiendo de sus labios, acercándose a los míos para besarme con ternura. Me conmoví. Cualquiera en mi lugar se hubiese conmovido y a la vez dejado arrastrar por el amor que se podía respirar en su perfume.

-Intentaré hacerte siempre una mujer feliz, intentaré que estos días sean para nosotros el inicio de una nueva etapa más feliz... Rowan no puedo prometer porque no todo está en mis manos, pero lo intentaré con todas mis fuerzas -dije agarrando sus manos mientras me incorporaba.

-Lo sé y te agradezco el esfuerzo pero todo estará bien -suavemente retiró sus manos acomodando su cabello hacia atrás- debo bajar a hacer una llamada.

-Iré a pedir una habitación en algún hotel elegante, cómodo y bonito en New York ¿o prefieres viajar en mis brazos hasta París?-ya mis planes se volvían locos.

Había pensado en un viaje por Estados Unidos, pero ella estaría harta de estar en éste territorio y pensé en algo que la uniera con sus raíces europeas. Irlanda, Francia, España, Italia y Alemania. Podíamos ir y venir de un lugar a otro, tomarnos fotografías y sonreír como recién casados. Vivir una locura, eso es lo que ella necesitaba para volver a ser la Rowan llena de vida y de fuego, un fuego que me quemaba y no me importaba.

-Sorpréndeme -sonrió al verme tan entusiasmado, levantándose de la cama acomodando la falda de su vestido azul.

Era un azul algo eléctrico, pero muy atractivo. Quedaba perfecto con sus ojos grises con tonalidades azules, tenía una sonrisa radiante como la de una niña en mitad de un festival de fuegos artificiales. Ella volvía a ser feliz y yo volvía a estar loco, porque la quería secuestrar para mí.


-Sólo te diré que espero que tengan piscina, así que mete en la maleta algún bañador o puede que te compre ropa allí. Mejor no hagas maleta, sólo toma algo cómodo y yo te compraré todo... ¡Moda de París! ¿Por qué no? E ir a Madrid a vivir la noche allí... oh Rowan, serán bonitas vacaciones europeas -murmuré antes de besarla de nuevo con intensidad pero suave, un simple roce de nuestros labios, para marcharme apresurado a meditar bien todos los planes y conducir alocado, casi atolondrado, por la autopista cantando canciones rock de los 70's y 80's.

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Lestat de Lioncourt