Mayfair es una bruja y por ello el poema se llama Mayfair Witch, pues sólo se hace referencia a una de las brujas de la familia y a su amante inmortal Lestat.
Como una premonición bajo una
tormenta...
¡Apareciste hechizando a este pobre
hombre!
Me hiciste caer de rodillas ante tu
belleza
y deseé besar tu cuello, manos y boca.
La cálida locura corre por mis venas
mientras las ruedas del vehículo dejan
marcas
y la carretera se vuelve estrecha ante
tal aceleración
¡Pronto nos saltaremos los semáforos
de nuestro corazón!
La lluvia sigue cayendo mientras la
vida se precipita,
desparramándose por el barrio francés
y las viejas casas de la Calle Primera.
¡No lo ves pero ahí vamos! ¡Estamos
enloquecidos!
¿Puedes ver la luna alzándose tras
las nubes?
El sabor de la lluvia y el olor a
tierra lo inundan todo.
¡Quiero gritar tu nombre! ¡Deseo que
me acaricies!
¿Nos besamos de nuevo bajo el roble
que ahora parece gris?
Hoy no ha muerto nadie, sólo hemos
dejado el pasado atrás.
¿Tal vez las fotografías ahora arden
en el infierno?
Ya no existen las largas manos de
Lasher para atraparte
sólo mis labios que te susurran con
jadeos “Live forever”
¿Eso que suena en la radio es la
Traviata?
¿Es Julien quien nos persigue? ¿New
Orleans estás viva?
¡A lo lejos se escucha el sonido de un
revolver!
La sangre de Dios y el Diablo será
tuya.
¡Vampiros y brujas! ¡Enloqueceremos
al final!
¡El deseo se hizo carne! ¡La carne se
hizo ciudad!
¡Lleva la estampilla de mi santo en tu
bolso!
¡Oh Dios mío! ¡Es el cántico a la
sangre en el repicar de la iglesia!
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