Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 28 de diciembre de 2013

Master

Bonsoir 

Tengo algo para ustedes de parte de Armand ¿tal vez se está ablandando? Quizás. 


Lestat de Lioncourt


Sentía sus manos sobre mi pelo, acariciándolo dulcemente y con fascinación igual que si fueran ríos de sangre, una sangre espesa y suave como la seda. Podía percibir el aroma fresco y atrayente de su piel. Sus cabellos dorados rozaban la punta de mi nariz, pues se hallaba inclinado en la cama sobre mí. Aquella túnica roja, tan roja como mi pelo y mis mejillas en ese momento, se pegaba ami figura desnuda y frágil. Mis dedos se hundieron en el colchón y finalmente mis brazos se alzaron, como si fueran inmensas alas, hasta el cielo de sus hombros apoyándose con delicadeza.

Abrí mis ojos y vi su alma reflejando la mía. Aquello era irresistible. Podía contemplarme en su mirada, completamente fascinado e intrigado, mientras que él podía admirar mi cuerpo tiritando por las múltiples sensaciones que él me ofrecía. Besó mis labios con ternura y convirtió aquello en un desatado beso cargado de pasión. Jadeé cerca de su boca y me aparté aterrado por vender mi alma a un diablo extremadamente hermoso, un ángel que pintaba a otros ángeles que realmente eran demonios corruptos como lo era yo.

-Amadeo- logré escuchar en un murmullo- Amadeo.


Entonces desperté súbitamente rodeado de oscuridad, en una cama de tacto áspero y con el silencio del amanecer roto por el trino de algunas aves. Me llevé ambas manos a mi rostro y me eché a llorar. Esos momentos estarían siempre en algún lugar de mi alma, no muy recóndito pues solía ir a buscarlos, y que me jugaban malas pasadas. No quería volver a su lado, ni siquiera admitir que le extrañaba, porque eso significaría haber vuelto a perder otra vez.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt