Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 5 de febrero de 2014

Monstruo maldito

Nicolas de Lenfent quiere hablarnos de su tragedia o más bien de una verdad incómoda. El texto está dedicado a Memnoch.

OOC: Recupérate. Si no te recuperas pronto ¿quién me va a molestar? 


Lestat de Lioncourt


Abrí camino a los infiernos con mi dedo apuntando a los cielos. Miré al mundo y le sonreí sin cobardía, aceptando mi destino y entregando la música de mis partituras a las ascuas ardientes que lacerarían mi alma. No me conformé con ser marioneta, corté los hilos y decidí sobre mí. La oscuridad me rodeó, el dolor aumentó y las manos temblaron bailoteando sobre las cuerdas del violín.

Como un oscuro trapecista bailé un vals tenebroso sobre el arco y rompí los cabellos de la yegua que lo formaban. Quise gritar, pero me convertí en mimo disfrazado de arlequín. ¿Y mi alma? Era tuya. Pero decidí convertirme en estatua de tu cementerio. Con los brazos alzados al cielo, con las manos manchadas de sangre, un tatuaje de violín en mi espalda y un pentagrama en mi corazón rogué por ti, por mí y por todos aquellos que conocen los infiernos de tus besos.

Me he enamorado. Estoy loco y divago en cada frase que te dicto. Y ahora, en un susurro, dejo que la vida misma pase con un gemido de placer y un grito de terror. Me he enamorado de mi verdugo y en los infiernos he hallado mi hogar. Sonreiré de nuevo al mundo con una mirada llena de cólera y lágrimas carmín para pintar tus labios.

Siempre seré un diablo.
Yo nací monstruo, no tú.
Siempre seré violinista.

Yo nací maldito, no tú.  


Dedicado a Memnoch

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt