Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 4 de febrero de 2014

Appassionata

Bonsoir mes amis

Hoy martes Armand ha venido a mí con una pequeña carta. Me ha exigido que la publique y yo he decidido hacerlo. No lo hago por él, pues él no me importa, pero Sybelle me parece que realmente se merece algo así.

Lestat de Lioncourt



Appassionata

Siempre he dicho que sus dedos son bailarinas que se mueven en una danza demencial. Tiene la vista perdida de nuevo. Su cuerpo se inclina y se mueve como si estuviera poseída y posiblemente lo esté por la pasión que desborda su alma bañándola por completo. Puedo aspirar el perfume de sus cabellos cuando agita su cabeza. Tiene las mejillas sonrojadas como si estuviese haciendo el amor y sus pechos se ven apetecibles, igual que las manzanas del paraíso, envueltas en su camisón de seda negro.

Quiero atraparla entre mis brazos y jurarle que es mi ángel. Pero sé que ella me contempla con cautela cuando logro colocar mis manos junto a las suyas. En sus ojos puedo ver que observa en mí el ángel que la protege incluso de sí misma. No sé como decirle que la amo sin lastimar más su alma. Sé que ella me ama porque me lo ha dicho y lo demuestra con los pequeños besos que suelen rodar por mi rostro. Quiero que me ame por encima de todo, pero también comprendo que la Appassionata es su propia alma y la libera para mí, para ella y para todo aquel que quiera detenerse a escucharla.

La amo sin piedad y a la vez es esta la que me hace arrodillarme frente a ella, tomar sus piernas y acariciarlas para colocar unos zapatos cómodos, elegantes y de su agrado con los que pueda pasar horas sentada frente al piano. No me importa rezar a Dios agradeciendo la bendición de su compañía, aunque posiblemente mis oraciones no lleguen a sus oídos.


Estoy enamorado de su locura, belleza y ternura. Cautivado por su sonrisa y su intensa mirada. Sybelle es la única mujer en mi vida y mi alma.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt