Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 4 de marzo de 2014

Aquellos días

Os dejo ahora con un texto de Mael dedicado a su infancia. ¡No se lo pueden perder! Se titula Aquellos días. Es un texto donde recuerda a su padre, su madre, su tío y sus convicciones. 



Lestat de Lioncourt


Tenía seis años cuando él se marchó. Recuerdo aún como me alzaba con orgullo como si no pesara nada. Me sentía una pluma en sus manos. Aún puedo escuchar su voz. Es extraño que recuerde su voz después de tanto tiempo. Como extraño el levantarme cada noche y ver mi rostro, tan parecido al suyo, mirándome con cierto recelo. Sus manos eran ásperas, llenas de cayos y tenía un olor a hierro muy fuerte. Siempre con la espada en las manos, limpiándola y luchando con ella, para que las tierras que eran nuestras siguieran siéndolo.

No puedo olvidar como mi madre se palpaba el vientre. Aquel hermano nació muerto, pero en aquellos momentos era brote de vida. Mi padre se despedía de todos, incluso de su hermano druida y de su mujer, la cual era estéril como un campo de batalla. El sol resplandecía iluminando el mundo, colándose por las ramas de los árboles e incidiendo en las escasas armaduras que llevaban los hombres del poblado.

—Hermano, se quedan grandes guerreros para proteger el poblado. Ustedes también son fuertes y sabios.

El murmullo de su voz es tan firme como lo era en aquel entonces. A mi edad había visto partir a mi padre en varias ocasiones. Eran fieros y siempre regresaban, aunque no todos y muchos llenos de heridas. Yo confiaba en su regreso, al igual que mi tío.

—Descuida. No sucederá nada malo.

Respondió con la voz áspera concentrado en mantenerse firme, pues era una misión peligrosa y bien sabía que podía acabar en tragedia.

—Si muero cuida de mis hijos. Ella sabrá valerse sola porque es como una loba herida, pero ellos no.

Se abrazaron, quedé entre ambos aferrado a la pierna de mi padre mientras mi madre acariciaba mis cabellos. Todo estaba bien entonces. Nada malo ocurriría de momento. El viento traía malos augurios, pero el sol aún lucía firme.

—Haré todo lo que esté en mis manos.

—Papá, papá...

Mis manos buscaban las suyas, pero el momento de la despedida debía ser breve. Ellos se marcharon y yo me quedé allí, con mi madre y mi tío, esperando pacientemente que regresara. Mi tío se casó con mi madre mucho después de la muerte en el parto de mi hermano, de saber que mi padre no regresaría y que yo cumpliera ocho años.

Si soy druida es porque mi tío me influyó, pero jamás dejé de ser un guerrero dispuesto a luchar por mi pueblo. Por eso acepté la misión del nuevo Dios y por eso mismo huí cuando supe mi fatal destino, pero no lo hice solo. Me llevé conmigo a otro guerrero, un ser que habían escondido como si fuera la salvación del mundo y sólo era un vampiro que se marchitaba quemado y sediento. Mi vida fue fácil, pero ahora rodeado de lujos me pregunto si queda algo de la inocencia de mis seis años.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt