Bonjour
Nicolas me ha dejado este texto, bastante desgarrador, para que lo publique. Son sus sentimientos hacia mí.
Lestat de Lioncourt
Quisiera que mis venas fueran cuerdas y
mi sangre la música que se transporte hasta mi corazón. Amaría ser
un violín para desgarrar mis sentimientos y desbordarme por la
alegría. Mis pies se mueven ligeramente sobre las tablas del
escenario, sin importar que sean piedras, parquet o asfalto. Mis ojos
parecen gemas de color café, tan oscuro y tan enérgicos, que
atraparían el alma de cualquier desgraciado que se contonee frente a
mí. No intentes atraparme y ni mucho menos comprenderme. Ahora soy
un demonio con apariencia de ángel benevolente y sonrisa de
polichinela.
Desearía que me vieses ahora mismo con
las mejillas manchadas por lágrimas cristalinas, como la propia
lluvia que lame las calles de París, antes de caer a tus pies. Te he
buscado por la vieja ciudad donde nos embriagamos con el amor,
tocamos el cielo entre gemidos y nos dejamos ahogar por el vino.
Recuerdo los tejados que una vez nos vieron besarnos bajo la luz de
la luna, tan imponente como cualquier foco de aquel polvoriento
teatro donde eras marqués, príncipe y rey.
Para ti soy una fulana que llenas de
sueños colmados de vino, rosas y espinas. Me acaricias el pecho como
si fueras un cirujano, quizás palpando como hacerme la cicatriz sin
mucho esfuerzo, para sacarme el corazón. Tus besos son veneno y
saben amargos, pero me he acostumbrado a ellos y mi corazón ayuda a
componer las obras más maravillosas. Me torturas con tus mentiras y
yo sonrío haciéndote creer que no me importa. Durante un tiempo
incluso yo pensé que no me importaba, que sólo me vengaría, pero
la verdad es que quería vivir de nuevo para saber si volverías a
darme una oportunidad... ¡Qué tonto fui! Ni siquiera la tuve en su
momento. Duele saber que sólo fui un juguete del cual te cansaste y
arrojaste a las calles de Francia. Y pensar que yo hubiese dado mi
vida por ti y acabé dando mi cordura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario