Desde los viejos tablones del teatro, allí donde se acumuló polvo de sueños y mentiras hechas realidad, regresan los últimos versos que Nicolas de Lenfent escribió. Él os lo ofrece con toda su locura y desesperación.
Lestat de Lioncourt
¿Recuerdas como giraba el mundo?
¿Qué se siente no tener alas en tu espalda?
¿Encontrarás al fin las agujas del rumbo?
¿Has meditado la oferta del demonio?
Flores negras para acariciar tus pies
para que puedas bailar en la oscuridad
y al fin encontrar en mis brazos la piedad
que jamás te ofrecieron, amada mía.
Soy el ángel que tanto desprecian
pero sé que tú serás distinta a todas.
Escucha mi voz que en lágrimas se ahoga.
Yo te haré alma errante en eterna poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario