Y vendrá el hermoso demonio
para arrastrarte a la oscuridad
besando tus labios y jurando su amor
llevándote a su ciudad,
allí donde reina el fuego y la
desesperación.
¡El caos te hará preso y te retendrá!
Querrás llorar, pero no hay lágrimas
suficientes.
Sentirás en tu piel las más intensas
llamas
y querrás consumirte en tu propio
jugo.
¡No tendrás libertad ni podrás
siquiera pestañear!
“Encantado de conocerte, di mi
nombre”
Escucharás con desasosiego a tus
espaldas.
“Éste es mi juego y de él nadie te
salva”
Te dirá mientras buscas la salida.
¡Pero no hay escapatoria! ¡Él te
esperaba!
Sus ojos serán los de un hombre
y sus labios tersos como los de una
cortesana.
Aprenderás de tu desconcierto y
sufrirás
por tus caídas y por cada uno de tus
aciertos
creyendo que vas a morir y perder tu
alma.
Sus alas negras cubrirán la noche
y se transformará en su propio manto,
pero sin estrellas que puedan guiarte,
mientras él sonríe con encanto
y tú sufres tu destino más incierto.
“Encantado de conocerte, di mi
nombre”
Escucharás con desasosiego a tus
espaldas.
“Éste es mi juego y de él nadie te
salva”
Te dirá mientras buscas la salida.
¡Pero no hay escapatoria! ¡Él te
esperaba!
Lestat de Lioncourt
Para Memnoch
Con "afecto"
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