Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 7 de junio de 2014

¿Y si los dioses mueren?

¿Y si los dioses mueren? Es un relato de Mael, cuenta como empezó todo. Él lo pudo sentir, pues estaba conectado íntimamente con aquellos seres. 

Lestat de Lioncourt 

Ven hermano, ven conmigo.
Acércate al círculo.
Ven y alza las manos hacia los cielos.
¡Imploremos por nuestros guerreros!
Y por los dioses del árbol, nuestros hermanos.

Los árboles, como si fueran gigantes descansando sobre la tierra, se alzaban hacia el cielo de un espeso color plomizo. Las ramas, gruesas y cargadas de hojas, se movían. La tormenta se acercaba. La guerra se recrudecía. Los romanos aparecían allá donde pudieras posar tus ojos, con sus inmaculadas coradas y sus faldas de cuero. Nosotros intentábamos luchar contra ellos, librarnos de su implacable avance, para que nuestra descendencia no cayera en desgracia.

—Mael... —un hombre mucho más joven que yo, de apenas unos quince años, se quedó a mi lado apoyado en un tronco retorcido—. ¿Cantas alabanzas?

—Ruego a los dioses—dije girándome hacia él—Endovéllico se apareció en mis sueños y me rogó que protegiera los bosques, pues una desgracia acaecería sobre los Dioses de los Robles.

—¿Una desgracia?—murmuró asombrado y temeroso.

—No temas, ahora lo único que debes tener en mente es como ensartar tu espada en el enemigo—comenté abriendo mis brazos para estrecharlo—. Será tu primera batalla—murmuré besando sus mejillas—. Ve dentro, las mujeres ya están preparando la carne de los corzos.

Él sonrió asintiendo con energía, completamente despreocupado, y cuando se marchó caí de rodillas llorando, enterrando mis dedos en la tierra mientras rogaba. La desgracia sucedería, lo presentía. Mis cantos de nada servirían, aunque los alzara por encima de las copas de los árboles y me quedara afónico. No, nada podía hacer.


Nota: Endovéllico es un dios celta que protegía los bosques.


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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt