Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 23 de julio de 2014

Vieja carta

He encontrado esta carta apolillada de David Talbot, sin su permiso la he colocado aquí. Lo haré en nombre de Merrick.

Lestat de Lioncourt


Hace años que debí escribir ésta carta, pero el tiempo para mí no cuenta del mismo modo que para ti. Predije que sería una carga más que una bendición y decidí retirarme, alejándome de ti y de todo lo que construimos. Fui un estúpido. Reconozco que no me porté como el caballero que debía ser, transformándome en un ser despreciable. No fui más que un gusano. Tuve miedo a ser feliz y me retiré. Aprendí una cosa de todo eso y es sin duda alguna que no puedo estar sin ti. Llevo conmigo una vieja fotografía en la cual sonríes, tienes una mirada tan profunda que parece salir del papel y siento que me envuelves con tus brazos como aquella noche. Por Dios, Merrick, te juro que es así.

Mis palabras suenan a papel mojado, quizás húmedo por tantas lágrimas debido a mi estúpido deseo. Sin embargo, te he estado buscando. No sé porque lo he hecho, quizás porque pienso que ahora tengo la condena que merezco. Tal vez, sí tal vez, porque he pensado en ti como en una compañera ideal. Pero, cuando pienso en lo difícil que es mantenerse cuerdo, debido a tantas voces y tantas imágenes escalofriantes que aún llegan a mí, siento que en estos momentos es cuando más debo alejarme.

Te he visto caminando por las calles, con esa enigmática sonrisa tuya y ese pelo negro rizado cayendo por tu estrecha cintura. Merrick, te veías preciosa con ese vestido blanco tan simple. No necesitas mucho para verte como la Diosa del Vudú que tú eres. Sigues siendo mi diosa. Para mí no habrá nunca una diosa como tú. Descubrí parte de tu poder, pero no todo el que yo hubiese deseado. En mis viejos ojos te contemplado tu imagen miles de veces, porque aunque haya cambiado de cuerpo no hay manera de olvidar esa forma de mirarte.


Me pregunto si debería entregarte ésta carta o hacerla pedazos, arrojarla a la basura y olvidarme de ella. Posiblemente tan sólo la doble, la guarde en una de mis cajas junto a varios de tus recuerdos. No puedo volver a tu vida destrozándola. No puedo hacerlo. Eres demasiado importante para mí como para hacerlo. Sólo pido tener la fortuna de volvernos a encontrar, de casualidad, y poder mirarte frente a frente sin ocultar mi nuevo rostro, mi nueva voz y mis viejos sentimientos.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt