Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Tu poder

"Tu poder" es de nuevo un texto de Khayman. Hacía tiempo que no daba señales de vida, pero así es nuestro compañero más viejo. Este va dedicado a Maharet. Ella es una mujer fuerte y firme... me ató y fue terrible... pero la quiero muchísimo. 

Lestat de Lioncourt 


Las intrincadas raíces humanas son complicadas. La cultura subsiste si se recuerda, pero siempre se pierde gran parte de su contenido y simbolismo. He visto naciones masacrar a otras por un pequeño trozo de tierra para arar, pero en estos días se mata por piedras preciosas y petróleo. Los intereses humanos son demasiado extraños y su vida muy frágil. Cuando contemplo las obras de arte en los silenciosos museos, como si fueran palacios engalanados para que lo disfruten sus propios fantasmas, siento como mi corazón se encoje y mi alma vibra. Tantas guerras, tanto dolor y tanta miseria. Las injusticias hacen crecer a éste mundo, pero lo hace de forma desigual. Los poderosos consiguen su poder gracias al oportunismo y los trámites de una falsa democracia. Cientos de demagogos vierten sus sabias palabras en libros vacíos, carentes de sentido, y que venden como si fueran el pan que alimentará al hombre. Pero el alimento es mediocre.

Aún creen que los monstruos no existen más allá de los genocidas, violentos y ladrones. Piensan que son la especie dominante, dotados de gran astucia y un poder incalculable. Nosotros los inmortales sabemos bien que es el verdadero poder, su germen y raíz, y por lo tanto lo ocultamos porque sentimos que es nuestra responsabilidad. Somos seres de leyendas, populares o no, entre jóvenes y ancianos. Hemos sido temidos en otras épocas, e incluso tomados por dioses. La Gran Familia humana es judía, árabe, cristiana, budista, atea o de cualquier religión como raza, origen, idioma o metas. Son distintos todos ellos, pero tienen un germen común. El odio llena sus mentes porque el miedo los agita.

En ocasiones imagino una sociedad más justa. Un mundo dominado forma distinta a la actual. Pero es imposible. Los hijos de mis hijos se han convertido en seres abominables. Ella lo sabe, y aún así mantiene la calma esperanza en sus sonrisas tibias. Quizás es lo único que nos queda; la esperanza es lo único que queda cuando todo lo demás falla.

Contemplo sus ojos vidriosos, tan vivaces como únicos, que fueron un regalo de Thorne. Su cabello rojizo, ondulado y espeso caen sobre sus pechos llenos y pequeños. En ocasiones la veo suspirar mientras teje, en otras la encuentro en el jardín de las vieja fortaleza donde vive. Sus delgados dedos de mármol juegan con los pétalos de las flores, sus ojos se hunden en los frondosos arbustos y tararea viejas canciones que el mundo ya no recuerda. Suelo caminar a su lado en silencio, esperando que ella inicie la conversación.

Provoca que quiera estrecharla contra mí, decirle cuánto la amo y rogarle que haga algo más que aguardar el momento. La Gran Familia Humana, nuestra familia, se extiende por todos los continentes. Miriam fue la raíz, nuestra pequeña semilla, y se extendió por el planeta como si fuera un virus mortal. Miles de millones, una cifra incalculable, son nuestros descendientes que se matan unos a otros, se desprecian o anhelan, igual que yo, que la barbarie acabe. Si tan sólo supieran que el amor, la esperanza, la cultura y la unión dan más fuerza que las mentiras baratas y codiciosas que sostienen sus vidas. Si tan sólo... Ah, Maharet... Tú podrías hacer que todos te escucharan, pero sé que no es tu lucha. Tu único deber es proteger tu poder, pasear en el jardín y tejer hasta que caiga la noche.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt