Avicus ha decidido dejar un texto para Zenobia, por si algún día aparece. Creo que tiene demasiadas esperanzas, pero es agradable saber que el amor no se desvanece ¿no es así? A pesar de todo.
Lestat de Lioncourt
La inocencia de tu mirada guardaba un
gran misterio. Tenías una inteligencia despierta, un cuerpo seductor
con una piel que parecía ser leche recién ordeñada, y unos labios
carnosos que ocultaban terribles secretos. Debí alejarme de ti, pero
tuve miedo de desprenderme de los escasos sentimientos que
alimentaste con facilidad. Tu voz era como el de una sirena, y yo
había caído preso de su canto. Podía notar tus pequeñas manos
entre las mías, toscas y grandes como las de cualquier guerrero, que
te mantenía firme rogando que no fueras parte de mis sueños.
Te arropé con mis brazos, te di todo
lo que pude, y mi corazón lo dejé entre tus manos. He amado muchas
veces, de formas intensas, pero tu recuerdo aún alimenta ese
sentimiento y jamás he dejado de amarte. Nunca podré dejar de
amarte. Si vuelves a mí yo apareceré, iré a tu encuentro y besaré
tus mejillas. Sabes que estaré dispuesto a conquistar valles,
colinas y desiertos. Llevaré conmigo las palabras más voraces, las
sencillas y las delicadas. Te vestiré si lo deseas con caricias,
pero también con la fiereza de mis armas. No dejaré que nada te
dañe si tú así lo deseas. Seré para ti el guardián callado que
siempre fui, sólo tienes que pedirlo.
He compuesto miles de poemas con tu
nombre, cientos de canciones y millones de cartas que jamás has
podido leer. Mis memorias son muy antiguas, el tiempo que vivimos
juntos fue escaso y aún así no puedo dejar de buscarte. Tú eras el
ángel que me guió hasta la vida, pues avivaste la llama que sentía
que se consumía.
Zenobia, ¿por qué tanto misterio?
¿Dónde te encuentras? ¿Alguna vez descifraré tu mirada? Tan
intensa, tan callada, tan dulce y tan fiera. Eras el emblema de la
brutal naturaleza que yace en nuestros corazones, pues te convertiste
en bella dona para cientos de hombres. ¿Y yo? ¿Por qué me dejaste
escapar? ¿Ese es tu amor? No me interesa el daño que puedas causar,
tan sólo regresa a mí para que pueda cuidar de nuevo de tu frágil
figura y tu intensa alma.
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