Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 7 de noviembre de 2014

Mi salvación y mi dulce condena.

Me he sentado mil veces a tu lado contemplando tu perfil. He observado como me mirabas con los ojos cansados, casi ciegos por el dolor, y he querido estrecharte entre mis brazos como si fueras un ángel misericordioso que pierde la fe en Dios. Puedo escuchar tu voz sin que pronuncies palabra alguna. Es un canto al dolor, pero también una canción a la vida. A veces la tristeza te inunda, como si diluviara sobre tu pecho, pero luego me doy cuenta que sólo te conmueve que me percate de tus pequeños cambios de humor.

Es delicioso tener mis manos entre las tuyas. Sentir el calor tibio que estas poseen después de alimentarte. Aprecio cada pequeña arruga que ya no está, como si el tiempo la hubiese borrado lentamente a causa de tus lágrimas, y que a su vez, como si fuera un milagro, iluminara más tus pupilas dándote un aspecto de muñeca de porcelana. Tus labios carnosos, sensuales, con un toque de pétalos de rosa se curvan con una sonrisa sincera, aunque a veces siento que me ocultas miles de cosas que ni siquiera sospecho.

No sé de quién te has alimentado hoy. Quizás de un pobre idiota que se cruzó en mal momento, tal vez de un desarrapado por la vida, puede que de un iluso como lo eras tú o es posible, remotamente posible, que sea un canalla como lo soy yo. Si bien, lo importante es el rubor que le ha dado a tus mejillas y la animosidad que parece emitir cada rasgo de tu rostro. Tienes el cabello húmedo por la lluvia, las ondas oscuras de tus mechones caen graciosamente rozando tus pómulos y quedando pegadas a tu chaqueta. Deseo abrazarte, pero no lo hago. Sólo te contemplo. No puedo dejar de mirarte. Quiero contarte cosas que me he callado durante siglos, pero luego recuerdo que las hemos vivido juntos.

Sé que muchas veces sólo soy capaz de besar cómplice tus labios, en un gesto simple y breve, como si fueras un santo. Tú me miras con esa torva mirada, intentando descifrar que ocurre bajo esa maraña de rizos dorados, y luego me preguntas de forma gentil si he cometido algún pecado. Los demonios siempre cometemos pecados, el mayor de todo es convertir por amor. Pues tú eres mi debilidad, mi talón de Aquiles, y siempre estoy alerta por si algo malo sucede. He amado y amo a muchos, pero tú eres mi condenación. Me condenas como me condenó aquel violinista, ese hombre cuya lengua era afilada y sus manos cálidas. Tú eres igual en muchos aspectos, pero tan distinto que pareces hecho de materiales que no existen.


No soy romántico. No sé ser romántico. Sin embargo, deja que hoy lo sea. Deja que grite: Je t'aime.

Lestat de Lioncourt  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt