Pandora hacía mucho que no se comunicaba, pero aquí está de nuevo. Siempre es un placer saber de ella.
Lestat de Lioncourt
Volver a escribir. Un nuevo reto. Hacía
algún tiempo que no escribía mis pensamientos. Recuerdo cuando él
se presentó ante mí, arriesgándose a quedar alarmado por mis
bárbaros actos con mis víctimas, para que narrara mi historia. No
me impuso norma alguna. Tan sólo me pidió que dejase plasmado cada
uno de mis sentimientos. Narré todo lo que pude, sin embargo ¿dejé
mi alma en cada frase? Es posible que ocultara parte de lo que soy.
Todos nos reservamos un trozo de nuestro corazón, uno que no puedan
destruir con vanas esperanzas y motivos equivocados. David me dio una
oportunidad y no la desaproveché. Sin embargo, ¿qué estoy haciendo
ahora? ¿Por qué?
He vuelto a encontrarme con mis
errores. He mirado nuevamente los oscuros y soñadores ojos de Arjun.
Él siempre me provocó un miedo terrible. Jamás me hizo daño, pero
su forma de ser me aterra. Nunca se interesaron en escucharme, más
allá del amor paternal, y él lo hace. No deja de ser un iluso, al
igual que Flavius, pero de una forma más romántica y casi
enfermiza. Puedo ver su pasión, aunque no la comprenda del todo.
Si he regresado a estar a su lado era
porque pensé que era el momento del reencuentro. Lo hallé recostado
bajo una de sus propiedades. Hacía siglos que se hallaba allí
aguardando el regreso de su diosa, su compañera y amiga. Tiempo
atrás quise dar con él, pero fue imposible. Temí que Akasha lo
hubiese destruido, como destruyó a gran parte de nosotros, si bien
él estaba allí esperando despertar.
En estos momentos he visto un agradable
atardecer. El cielo parecía arder. La noche es agradable, muy fresca
pero no demasiado fría, y puedo oler la fragancia de lirios que
recién se plantaron en el jardín próximo a la vivienda. He
meditado volver a Londres, París o cualquier otra parte del mundo.
Sin embargo, en estos momentos sólo deseo ver el papel cubierto de
numerosas frases que compongan mi alma.
¿Y Marius? No sé dónde puede estar
él. Tampoco comprendo el motivo por el cual pregunto por dónde se
encuentra. Lo hago constantemente. Quizás porque hay algo en mí que
me invita a creer que las lágrimas, el dolor, la frustración e ira
se han disipado y sólo queda la templanza suficiente para afrontar
el futuro con valentía. Un ser como él sabe reponerse a los
horrores de la noche. Sin embargo, lo desconocido le ha sobrevenido y
ha comprendido quizás que somos frágiles. La eternidad no es tan
duradera y puede acabar siendo una débil cáscara.
De momento quiero viajar en mis
pensamientos sin detenerme. Necesito olvidar por un instante el lugar
remoto donde me encuentro. No quiero aspirar los aromas agradables de
las flores, ni sentir cercano el calor frío que emana el cuerpo de
Arjun. Sólo quiero meditar hasta que mi mente quede como un folio
virgen, sin mácula, mientras la música de la vida, tan extraña en
ocasiones, acompaña a mis latidos.
Sé que pronto echaré a caminar,
viajaré y arrastraré conmigo poco equipaje. Soy una mujer de mundo
y poseo la necesidad de volverlo a recorrer. Tal vez... mañana...
Hoy deseo disfrutar del sonido de la pluma deslizándose por el
papel, mis pensamientos discurriendo y el silencio de una noche más.
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