Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 16 de febrero de 2015

Hagamos memoria.

Nicolas ha hecho uno de los textos que más me han calado. ¿Debería reunirme con este nuevo demonio?

Lestat de Lioncourt


Tal vez ahora sólo soy un demonio, un recuerdo enquistado en su negro corazón, una balada amarga que sopla el viento o la melodía mortecina de un violín a punto de languidecer. Es posible que sólo soy palabras escritas en viejos documentos, una firma que ya casi no puede leerse, el aroma a polvo de unos viejos harapos y la última composición que logré acabar. Soy todo eso. Soy las lágrimas de tormenta y la risa arrolladora.

Quizás quedé atrapado entre el cielo y el infierno, encarcelado a un tormento tan cruel como es recordar los buenos momentos con la hiel del hoy. Sufro, pero el sufrimiento ayuda al bohemio a sacar lo mejor de su alma. Aquello oscuro, viscoso y terrible que nadie quiere tocar, pero que todos desean presenciar como si fuera el último aliento de un moribundo.

He enterrado cualquier sentimiento que no esté prohibido. El odio es lo más delicioso que han sentido mis dedos, los cuales muevo aún con gracia sobre el violín, y la rabia la sensación más sensata que mi alma ha sostenido. Estoy decepcionado con la vida, pero también con la inmortalidad. Porque, esta forma nueva, es también ser un inmortal. Cargo las cadenas del purgatorio y las alas negras de un príncipe terrible.

Demonio. Eso siempre fui. Un demonio. Un terco y demente demonio. Soy quien se alza ante ti, sin piedad y con el rostro bondadoso, para clavar en tu pecho el más terrible desasosiego. Pronto todos morirán y nuevas flores brotarán para marchitarse. El ciclo vitar dará rienda suelta. Y yo, como el mundo mismo, estaremos presentes para contemplar el fin de todo. El dolor es delicioso, pero aún más el dolor añejo y terrible que se clava como daga.

Y tú, mi dulce y tenebroso príncipe, espero volver a encontrarte más allá de este camino de penurias y acertijos. Sé que sabes de mí, del mismo modo que yo sé de ti. Podemos encontrarnos otra vez y danzar, como si fuésemos macabros enterradores, en el lugar de las brujas donde todo comenzó. Tú y yo. Estaremos a solas en un duelo cuasi mortal.

Volveremos a herirnos con navajas artificiales de palabras hirientes. Nos acariciaremos con la hiel que siempre hubo en el perdido páramo de nuestro amor. Seremos enemigos e iguales. Tú y yo, volveremos a levantarnos como el polvo del camino y nos odiaremos para amarnos en silencio.


Te odio, pero también te amo. Te deseo la muerte, pero sin ti moriría de verdad. Maldita sea esta dualidad. Maldito tú, la sangre, el tiempo, el fuego, el demonio, los infiernos, la nueva vida que poseo y yo. Maldito sea yo.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt