Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 27 de febrero de 2015

Petronia, mi hermosa criatura

Arion y Petronia... Muchos señalan a las personas hermafroditas, andróginos, transexuales o simplemente con rasgos distintos. Hay quienes odian a los de distintas razas, culturas, etnias o religión. Cosas absurdas, ¿verdad? Pero aún sucede. Te juzgan y te condenan. Petronia vivió en una época peor que la actual y tuvo que soportar muchas burlas. Arion aún intenta curar esa parte que carga, ese dolor que la aplasta, y eso es digno de una ovación.

Lestat de Lioncourt

Quizás todo lo que importa se pueda reducir a una solo sentimiento, el cual pervive a pesar de los pasos de los milenios. Ella logra que el dolor se evada y la soledad se marchite en mi corazón. Ella desahoga su rabia, la cual provoca que no pueda descansar, en mis brazos y contra el arte donde encontró su refugio. Ella sacó el amor y lo grabó en mi pecho, del mismo modo que sus útiles dan forma a los camafeos. En ella puse mi fe, mi corazón y todos los consejos que nadie me dio. Amor, eso es lo que importa.

Hablo con ella cada noche lanzando miradas cómplices, sonrisas silenciosas y manos suaves que se entrelazan entre las suyas. He secado tantas lágrimas como calmado sus puños. Ella sobrevive con las miserias ocultas en cada rincón oscuro de su alma. Entre nosotros impera el silencio lleno de amor, pasión y libre de cualquier perjuicio. Yo conozco bien su dolor, el peso de sus cadenas y el dolor que se arrastra en cada milímetro de su fina figura.

Mi amor es ella. Para mí es una dama, una guerrera y el chico desgarbado que todos señalaban. No me importa el sexo que elija, pues para mí siempre será la perfección hecha piel de seda color marfil, labios suculentos, pómulos marcados y ojos de violenta tormenta color café. Tan hermosa, tan delicada, tan fuerte y tan villana. La ensalzaron entre las zarzas de la mentira y la crueldad, pero ella demostró que en realidad sólo mostraba cuan dura podía ser la vida, la cual podía ser una terrible condena.

—¿Qué ves cuando me miras? Sé sincero, mi dulce maestro—murmuró una noche. Ella lo hacía tomando mis manos entre las suyas, acariciando la yema de mis dedos, mientras intentaba no llorar.

—Un ser hermoso—dije soltando sus manos, para estrecharla contra mí.

Se había maquillado para mí, recogido su cabello con cuidado y realzando sus pequeños pechos. Era mi dulce criatura. Un ángel entre las ruinas de un mundo destrozado por la codicia y las malas lenguas. Ella nunca fue amada como yo lo había hecho. Todos la despreciaban. Pero para mí, Petronia, simboliza la belleza más absoluta. Es perfecta. No importa que su sexo esté dividido y sea tabú todavía para miles.

—¿Mujer u hombre?—preguntó con la voz rota por el miedo.

—¿Eso importa?—respondí a su pregunta—. Lo importante es que tú has logrado que siga viviendo, pese a mis miserias y tragedias.


Para mí siempre será la criatura que secuestró mi aliento y me dio el alimento del amor.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt