Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 3 de marzo de 2015

Te odio, pero te amo

Ni contigo ni sin ti, ¿no? Pues así nos va.

Lestat de Lioncourt 


Detesto absolutamente todo de ti. Detesto esa forma descortés de marcharte cuando quiero replicar todas tus sandeces. También tu sonrisa canalla y esa pose de Dios irreverente. Maldigo cada uno de mis días a tu lado, pero cuando no estás siento la horrible necesidad de llamarte en plena noche. Llegas a dominarme con cada reto silencioso de nuestras airadas miradas. Hace más de dos siglos que mantenemos este hilo que tira de nuestras almas, ata nuestros corazones y nos sumerge en un pantano aún más terrible que aquel donde te abandoné una vez.

Eres un maldito estúpido que comprende mis inquietudes, mis deseos, mis necesidades y también sabes mis debilidades. Odio que me abraces cuando estoy a punto de llorar. Mi voz se quiebra, tus brazos se abren y tus labios me besan con ardiente deseo. ¿Y qué hago yo? Me dejo llevar. Permito que nuestra última discusión se convierta en caricias, palabras intensas y mediocres mentiras. Te he dicho mil veces que no te necesito, que puedo prescindir de ti, pero es mentira. Puedo clamar que te apartes, pero tú sabes bien que necesito que me rodees con firmeza.

Cuanto más te odio más te necesito, y cuanto más necesito más cuenta me doy de mi amor por ti. Es un círculo vicioso que nos mantiene unidos. Aunque estés lejos, al otro lado de éste extraño mundo, puedo sentirte cerca murmurando lo equivocado que estoy. Quise huir, ¿recuerdas? Me marché de tu lado y aún así cada noche, en New York, te buscaba entre la marea de extraños que se aproximaban hasta a mí.

Siempre he intentado llenar el vacío que dejabas. He caminado por la noche, visitado viejos teatros, saciado mis deseos de lectura y rememorado cada palabra de nuestras terribles discusiones. El fuego nos ha consumido, no sólo a nuestros enseres y al tiempo que compartimos. Un fuego terrible que aún arde y nos destruye. Es la pasión misma que nosotros poseemos en nuestras almas. Y, sin embargo, no sabemos vivir son esas llamas.

Me siento humillado y derrotado cuando me seduces con esas sutiles caricias. Hoy, como ayer, he caído en tu hechizo. Sabes que soy el único que no has podido controlar, pero a la vez dominas con tan sólo un par de tus maravillosas frases. Me gustaría que me dijeras que soy para ti, pero sería demasiado pedir para un estúpido que tan sólo ríe cuando pregunto si aún me amas. Sin embargo, no voy a decir que te amo en voz alta, pues mi orgullo me impide volver a pronunciar esas palabras, las cuales no son más que una terrible condena.


No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt