Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 18 de abril de 2015

Heredera de una verdad

Jesse Reeves se presenta. De nuevo toma el mando de su propia voz y decide recordar a Maharet, su legado y Khayman. 

Lestat de Lioncourt


En una pequeña habitación cabe todo lo que amabas. Hay tantas cosas que desconozco, que se han perdido como si las hubiesen tragado las arenas del desierto, y me conmuevo al recordar tu tenacidad, tu asombroso poder y la verdad que siempre me ofrecías. Sabías calmar mi alma y saciar mi sed de conocimiento, pero poco a poco te apagaste. Volver a tenerla fue una lápida pesada, pero aún más esa voz inconsciente que clamaba poder.

Recuerdo tus ojos azules vibrantes y poderosos. Me tocaste el rostro, pasaste tus largos dedos por mis mejillas, y me susurraste que me querías. Siempre me habías protegido. Creo que te recordaba el pasado y el futuro que no tuviste. Era parte de las raíces más fuertes. Me dediqué en cuerpo y alma en ser lo que tú deseabas que fuera. Quise ser tan firme como tú. Deseaba ser tan interesante y comprensiva. El misterio te envolvía. El poder de la sangre ardía en tus venas. Tú me salvaste, como si fueras un ángel, mientras él, Mael, lloraba mi destino.

Hubiese dado cualquier cosa por volver atrás, saborear los instantes más simples y vivir apasionadamente aquellos que dejé pasar. Quisiera escuchar tu voz llamándome, invocándome como si fuera uno de tus viejos espíritus, para sentarme a tu lado, como he hecho mil veces, mientras tejías intentando sentir la quietud del mundo. Un mundo que seguía latiendo, extendiéndose y consumiéndose mientras regresaba a la vida. Tú eras el germen sagrado de nuestra familia. Khayman te amaba. Jamás vi algo más que bondad y necesidad en sus ojos oscuros. Te contemplaba como si fueras una diosa.

Reconozco que no supe apreciar del todo los conocimientos que guardabas. Me sentía asustada, extasiada y doblegada. Pensé que jamás podría superar tu poder. Ahora comprendo que tampoco podré aceptar la responsabilidad que cargabas. Guardaste el dolor. Conservaste la calma frente a mí. Me alejaste. Decidiste que debía seguir siendo inocente. Querías ocultarme la verdad como si fuese una niña. Sin embargo, ahora ya no estás y debo afrontar el silencio de tu voz, olvidar la sensación de tus caricias y seguir luchando porque la tribu necesita a todos y cada uno de nosotros.


Soy Jesse Reeves y estoy orgullosa de ser descendiente de Las Gemelas y Khayman. Pertenezco a La Gran Familia.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt