Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 30 de abril de 2015

Música

Sybelle y otros vampiros a lo largo de la historia han demostrado que la sangre puede quedar en un segundo plano, pues la pasión por la música también los alimenta.

Lestat de Lioncourt


Para un músico cada nota es un latido. Aprendí a vivir en la música olvidando el dolor. Podía tener mi alma rota en mil pedazos, el ánimo arrastrándose hacia un acantilado y mis ojos cubiertos de lágrimas, pero yo seguía tocando con una fuerza desconocida. Mi mundo eran partituras y el hilo frenético de la música de mi piano. Jamás creí encontrar a un igual, alguien que comprendiera el dolor que yo albergaba y la ilusión que aún me pertenecía.

Con el paso del tiempo no me creí tan única. Comencé a abrirme al mundo después de ser introducida en la Sangre por Marius. Sí, soy un vampiro. Muchos creen que perdí el juicio mucho antes de ser transformada para convertirme en compañera de Armand, un hermoso querubín que por siempre contará con diecisiete años, y el intrépido Benji, que cuenta con trece años eternos. Pero no es cierto. Tan sólo vivo de forma distinta la necesidad de beber. Para mí tocar y beber sangre es lo mismo. Me provoca tanto placer tocar el piano como sentir el bombeo acelerado de mis víctimas.

Hay muchos vampiros como yo. Hay cientos de ellos en todo el mundo. Incluso tras las horribles Quemas que se propagaron a lo largo y ancho de éste paraíso de sangre, oscuridad y secretos. Todavía hay quienes se alzan desde la oscuridad con una canción en los labios, una melodía entre los dedos o el ritmo introducido en sus zapatos. Los artistas de la música y la sangre nos conmueve éste tipo de arte, pues se funde con nuestra alma y nos hace vivir.

No hace mucho conocí a un vampiro que me provocó un gran alivio. En ocasiones he pensado que estoy loca, como así me definen muchos, pero he visto en sus ojos la misma necesidad y furia. Él se deja llevar por el violín como un maldito demonio, pero también se arroja contra el piano y toca con un énfasis propio de una revelación religiosa. Dice que ama mi música, pero yo amo la suya. Y si nuestras almas son música es posible decir que le amo y admiro. Armand también lo ama. He visto como se miran en silencio durante largo rato. Aprecia la ternura de sus ojos azules y se deja llevar por el coqueteo de sus dedos sobre el violín. Benji nos invita a diario a tocar para su magistral intervención en la vida de todos, pues con su radio puede llegar más allá de la ciudad, el país y el continente. Llega a todos los rincones del mundo nuestra pasión, nuestra verdad... nuestro amor. Y el amor siempre ha sido parte de la felicidad y la verdad de un mundo que parece más podrido, roto y desmoronado que nunca. La música es necesaria para que el nuevo brote de vida sea firme.



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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt