Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 4 de mayo de 2015

Terror

He conseguido ésta nota. No se destruyó. Quedó para la historia. Jesse nos la ofreció.

Lestat de Lioncourt 

Siempre deseé volver a verte. En los breves instantes en los que podía descansar, hundiéndome en dulces sueños y no amargas pesadillas, nos veía a ambas en aquel valle lleno de frutos y de un manto color verde. La hierba rozaba nuestros tobillos desnudos, las túnicas eran ligeras y vaporosas, el viento enredaba y peinaba nuestros cabellos, los espíritus hablaban con nosotras contándonos los misterios del mundo, la verdad absoluta de las cosas y los encantos ocultos en los manantiales, rocas y diversas criaturas. Las preguntas eran murmuradas sin necesidad de palabras. Las miradas eran como llamas que ardían en plena noche. Nuestra madre nos contemplaba amorosamente cocinando algo para ambas. Ella nos amaba. Nosotros la amábamos. El mundo entero parecía amarnos. Los vientos, la lluvia, la tierra y todos los seres eran nuestros hermanos, parte de nosotros y de la historia. Por eso siempre deseé volver a tenerte frente a frente, entre mis brazos, sintiendo la vida que yacía en tu pecho y el murmullo de tu aliento.

Pero no fue como yo quería. No te recuperé. Sólo tenía el envase hermoso que siempre conservó tu alma destruida. Tantos años sola, desvalida, sin saber donde pisaban tus pies heridos y las noches, esas noches cargadas de estrellas y miseria, pudrieron tu cerebro y dañaron lo que eras. Te convirtieron en un ser yermo y vivo a la vez. Eras como esas flores que sienten, son hermosas, pero no pueden vivir por sí mismas ni son capaces de expresar el amor que aún conservan. Algo en ti aún vivía, latía debajo de tu piel, y supe que si tenías que morir que fuese junto a mí. No quería vivir sin ti. Pensé que todos lo comprenderían. Que él, nuestro amado Khayman, no nos odiaría por aquel acto desesperado. Sin embargo, también sabía que todos morirían. No teníamos escapatoria.

Tenía miedo Mekare. Tenía miedo y tú no estabas. Por primera vez estaba aterrada como cuando éramos niñas y tú no podías apretar mis manos. Sin embargo, sé que algo en tu interior me decía que seguías latiendo y no te defraudara. Por eso no lo hice. Por eso conservé la calma y recé porque las Quemas no se sucedieran. Khayman enloquecía. Él no estaba hecho para vivir en la eternidad. La Sangre lo dominaba. La voz lo incitaba. El mundo yacía a sus pies convertido en cenizas.

Aún tengo miedo...


20 de Noviembre del 2013

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt