Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 12 de julio de 2015

Supervivientes

Daniel Molloy ha decidido compartir con nosotros esta reflexión. Esperamos que os interese.


Lestat de Lioncourt 


El mundo tiene demasiadas escalas sociales, aunque esto ocurre desde sus albores. Sin embargo, en los primeros años del hombre sobre la tierra poseían una organización similar a la que disfrutamos los vampiros hoy en día. Era una pirámide marcada, aunque simple. Los ancianos eran quienes destacaban entre los moradores de los pueblos, ellos eran los dirigentes y se escuchaba también a los guerreros. El resto participaba, pero era una participación más nimia donde tan sólo dejaban ciertos matices ante los puntos de vista de las esferas superiores.

Actualmente el ser humano arrincona a los ancianos en horribles edificios donde los abandonan y olvidan. Ellos se quedan desconsolados contemplando las paredes vacías de recuerdos, algunos con la mente perdida en viejas fotografías que ya ni siquiera existen y cientos con la angustia de saberse un trasto inútil que se irá apagando lentamente. Se han convertido en escombros de aquello que fue parte de la civilización. Muchos apartan la vista sin saber que ese pasado, el que les intenta hablar, pronto serán ellos y se verán en las mismas penosas circunstancias. Sin embargo, los jóvenes no piensan en el tiempo perdido y en las oportunidades concedidas. Ni siquiera creen que las arrugas y la muerte son algo habitual en todo ser humano, si bien el miedo los alienta a desear ser inmortales.

Nosotros tenemos una civilización que está basada en el diálogo. Se tiene en cuenta a los más antiguos y en aquellos que poseen ciertas capacidades especiales. No se olvidan a los jóvenes, así como a los más débiles, porque es para ellos por quienes luchamos. En los últimos tiempos tuvimos un conflicto que provocó que muchos murieran. El dolor fue terrible, la pérdida incalificable. Actualmente nos movemos con los pies de plomos y acatamos unas normas, una forma de vivir y unas necesidades delimitadas por aquellos que nos dirigen.


El mundo que estamos construyendo no sólo servirá para los más ancianos, sino también para los jóvenes. Hay cabida para todos entre los nuestros. Desconozco porque los seres humanos olvidan y aíslan a muchos de sus mayores. Quizás es el miedo de verse reflejado en la inevitable muerte.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt