Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 14 de octubre de 2015

Comprensión y amor

Louis me ha dedicado esto...


Lestat de Lioncourt

El amor que te profeso es tierno y sincero, secreto cruel que anida en mi corazón, y se hunde hasta envenenar cada músculo de mi débil alma. He caído en el infierno y he conocido al ángel que allí reside, me ha sonreído y me he dejado enamorar por sus ojos salvajes. Comprendí que era amar cuando me tocaste con tus manos, suaves y frías, reteniéndome entre tus brazos y convirtiéndome en un santo sin nombre.

La pena, la agonía, el dolor y la rabia se transformaron en sentimientos poco prácticos, pero que siguieron latiendo como nunca antes. Mi torva mirada, llena de malicia, dibujaba tu silueta como la de un monstruo perfecto, pero en realidad estabas condenado a la misma soledad que yo sentía. Juntos no nos sentíamos huérfanos. Uno junto al otro éramos uno solo. Me perdí en mi estupidez, olvidé que se crea por amor y se destruye por odio. Quise destruirte sin dejar de odiarte, te odié sin saber el verdadero significado de esa palabra y amé demasiado a la imagen adorable de una santa en miniatura.

Nos convertimos en padres de una religión distinta. Fuimos la legión de la noche, los monstruos despreciables de siempre, que arrancaban sueños y dejaban pétalos de lirios sobre sus lechos. Transformamos el concepto de familia, hundimos nuestras armas en el frágil cuello de aquellos que nos admiraban y aplaudimos a la maldad convertida en belleza. Vimos belleza en las pompas fúnebres y nuestro lecho era de raso, roble y encajes. Nos convencimos que seríamos eternos sin saber siquiera que la eternidad es pesada, dolorosa y angustiosa cuando no se sabe amar, se lleva el pecado en cada latido y uno se deja llevar por las miserias de siempre.


Ahora, con el paso de los años, y éste libro entre mis manos me doy cuenta que te amo, que nos amamos, que el mundo necesita amor y comprensión. Ahora, con el paso de los siglos, he visto la luz que tú llevabas siempre en soledad.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt