Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 7 de octubre de 2015

El ángel

Armand nos deja éste texto.

Lestat de Lioncourt


¿Qué ves cuando me miras? Observas a un ángel caído del cielo, el cual ha llegado a recoger cada una de tus lágrimas y dar fe de tus pesadillas. El mismo que te arropará con sus alas, calmará tu dolor y besará tus mejillas. Un ser celestial que te amará como Dios mismo y te hablará de las bondades del Padre de todos. Esperas que rece por ti, por tu oscuro futuro y el terrible pasado que cargas. Deseas que te perdone cada uno de tus pecados, libere tus hombros del peso de tus mentiras o terribles actos. Quieres ser fuerte junto a mí, que sea tu espada y la sostenga contra tus enemigos. Eso deseas. Cuando me ves caminar hacia ti, querido mortal, deseas que te ame como nunca te han amado y despliegue mi generosidad. Lástima.

No soy un demonio, pero tampoco soy un ángel. Soy lo peor que puedas imaginar. Me he convertido en la espada de Damocles, en la justicia sin venda, en el monstruo del laberinto que aprendió donde está el pliegue de cada muro y el demonio más retorcido con el rostro más inmaculado. He venido hasta ti, pero no para salvarte. Vengo con la condena entre mis manos pequeñas y blancas. Salpicaré mi rostro con tu sangre, si deseo arrancarte el corazón y beber directamente de éste su último latido. Soy un vampiro, querido estúpido.

Vengo a matarte. Quiero tu alma podrida y oscura. Los rezos no cuentan cuando los ángeles somos tan terribles. Recuérdalo.


Los demonios también parecen niños del coro y su concepto de justicia puede dejarte tuerto.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt