Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 29 de marzo de 2016

TALAMASCA (Su fundación) y el amor.

Tesjamen es parte de los bebedores iniciados por La Sangre para que luego Akasha los formara como parte de su culto. Ella no los creó, pero bebieron de la fuente original. Es uno de los tres dioses que continúan vivos. Los otros dos dioses son el paciente Avicus y el indómito Cyril. 

Aquí nos vuelve a contar la historia de amor hacia su bruja y la amistad con el espíritu Gremt.

Lestat de Lioncourt 

Las heridas eran terribles y casi no podía caminar. A duras penas lograba mantenerme de pie aferrado a los troncos rugosos de los árboles. Era tan lento y torpe como un recién nacido y caía de bruces sobre la crujiente hojarasca. La luz penetraba entre las ramas incidiendo sobre mi piel ya lastimada. Estaba horrorizado por el aspecto de mis manos pues sólo podía imaginar mi rostro deforme, calcinado y ensangrentado. No podía dejar de llorar pero tampoco debía detenerme. Me llevé días caminando sin saber donde estaba realmente. Aunque puede que fuesen meses o años. No lo recuerdo bien. Cuando al fin encontré un lugar seguro me refugié, pero el miedo me hizo salir esa misma noche. El miedo y una sed terrible. Cacé algunos animales pequeños y escuché una conversación que me destruyó el alma.

A pocos metros de donde me encontraba, oculto tras unos espesos matorrales, escuché las burlas de unos hombres de corazón oscuro hacia una mujer que parecía rogar por ser tratada con respeto. Se burlaban de su aspecto y la acusaban de no ser útil siquiera como curandera. Cuando se marcharon entré en su vida rogándole piedad y asilo. Creí que ella sabría entender mi padecer y podríamos ayudarnos. Yo la ayudaría leyendo las mentes de los que iban a buscarla y ella ayudaría a curarme las heridas proporcionándome un lugar acogedor.

Durante algún tiempo todo funcionó, pero decidí convertirla completamente enamorado. El aspecto no importa cuando los corazones son hermosos y las almas se convierten en ángeles bondadosos. Ella era pura bondad y tenía una belleza en la que nadie más reparaba. La hice mi hija, mi compañera y por supuesto el amor de mi vida. Jamás había amado así. Pero no nos dejaron mucho tiempo tranquilos porque pocas décadas después fue quemada acusada de brujería.

Creí volverme loco. El dolor que soporté ese tiempo, pensando que ella estaba muerta, fue peor que el dolor del sol cayendo sobre mi piel. Ni siquiera esas terribles llamas podían emular mi sufrimiento en esos días tan oscuros. Hesketh era una flor en mitad de un desierto. Se había convertido para mí en un oasis en el cual olvidar el encierro, el sol y las preguntas que aún consumían mi alma.


Lloraba entre unas ruinas como un miserable cuando él dio conmigo. Gremt me localizó y comenzó a conversar ofreciéndome su compañía. Sentí que al fin encontraba un poco de consuelo para la muerte de mi compañera. No tardó en desvelarme que ella estaba “viva” de algún modo y que en esos momentos era un poderoso espíritu. No recuerdo cuántos días fueron los que tuve que esperar para que me desvelara la verdad. Ella ahora es hermosa y parece humana ante los ojos de cualquier mortal. Juntos hicimos una alianza forjada en el mutuo respeto y cariño. Investigaríamos a Amel, el espíritu que habitaba en la sangre de los inmortales, y colaboraríamos con el mundo sin que este supiera de nuestra existencia. En aquellas ruinas iniciamos lo que hoy se conoce como TALAMASCA.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt