Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 18 de junio de 2016

Él

Yo diría que tiene miedo de Santino cierto maestro.

Lestat de Lioncourt 




—No hemos vuelto a hablar con profundidad tras la muerte de Santino—dijo apoyándose en el marco de la puerta.

—¿Acaso importa?—susurré deslizando el pincel por las hermosas flores del bodegón.

—A mí me importa—respondió.

Aparté el pelo de la brocha del lienzo y lo introduje en un vaso con agua que estaba en el taburete. La paleta la solté sobre una mesa adyacente. Me giré hacia él con aires majestuosos mientras limpiaba mis manos con un trapo. Llevaba una túnica borgoña y mi cabello se encontraba suelto. Yo era la imagen del pasado. Él vestía como un chiquillo de esta época porque los pantalones tejanos estaban desgastados, algo rotos, con deportivas negras y una camiseta con el logotipo de Batman. Se había cortado el pelo y su rostro parecía incluso más dulce.

—¿Por qué lo mataste?—dijo como si se sintiese herido—. Lo mataste gratuitamente.

—¿Cómo? ¡Él me quemó la casa, destruyó a mis pupilos, quiso destruirme y para colmo acosó a Pandora! Además, a ti te torturó durante meses. ¿Ya lo has olvidado? ¡Es increíble que me digas eso!—la ira se acumulaban cada pedazo de mi ser. No podía ser. Él estaba defendiendo a Santino.

—Nos salvó la vida. A mí me salvó de las llamas porque todos deseaban exterminarnos a todos en aquella playa, él no estaba obligado a salvar al hijo del monstruo que le atacó cuando quiso saber la verdad, y a ti te sacó de entre aquellas aguas gélidas. No me sueltes ese discurso victimista perfectamente planeado. No—sus palabras eran tajantes y sinceras. Realmente creía lo que decía.

—Estás tan desesperado e ido de la cabeza que deseas ser amado incluso por el más grande de los villanos—respondí.

—Él me amaba—contestó provocando que alimentara aún más mi ira.

—¡Y qué!—grité.

—Ha regresado como fantasma—susurró con una sonrisa maliciosa—. Ahora no puedes destruirlo. No podrás ser un opresor a quien le interesa sólo las leyes cuando son en su beneficio.


Admito que quedé impactado. Santino había regresado de algún modo. Tuve miedo por unos segundos, pero luego me entristecí. Recordé que él jamás haría daño a otro si le importaba a Armand o Pandora. Apreté los puños mientras él se marchaba dejándome allí sin saber qué decir.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt