Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 7 de septiembre de 2016

La esperanza

Jesse ha querido sacar a la luz estas memorias...

Lesat de Lioncourt 


Durante años mantuvo la esperanza. Pero a veces la esperanza sólo se usa para poder sobrevivir ante una gran tragedia. Su historia estaba plagada de dolor y miseria. Me sentía un tanto culpable por no poder ofrecerle más apoyo que mi hombro. Pero, ¿qué iba a poder hacer una mocosa como yo? Eso era, sin duda alguna. Ella era mi antepasada, la mujer más fuerte en la familia durante generaciones y la maravillosa sombra que nos había protegido. Muchos de nosotros habíamos vivido inocentes de su bondad. Yo era una privilegiada; sobre todo porque pude ver en persona como ella nos mantenía unidos. Siempre se presentaba con nombres distintos, asumía una identidad nueva pensada para cada generación; pero ahí estaba, nunca se apartaba. Si estabas en apuros ella, la poderosa Maharet, te ayudaba a solventarlos antes que se convirtieran en una soga y tú en un ahorcado.

Podría decirse que era la madre de todos y pronto lo fue también de su propia hermana gemela. Era doloroso ver como tomaba sus manos, acariciaba con suma ternura su idéntico rostro, besaba la comisura de sus labios e intentaba reflejarse en esos impávidos ojos azules. Ella sufría terriblemente porque su hermana no la reconocía. Cuando aquel médico indio, creación del hijo de la misma tirana que hizo que tanto Las Gemelas Pelirrojas y su guardián Khayman cayeran en desgracia, apareció en nuestras vidas sentí que la esperanza valía para algo, pero no fue así. No era así. Pese a todo mantuvo incluso después de un terrible diagnóstico.

Fareed y Seth, creación y creado, aparecieron con sus elegantes e impolutas batas en la sala donde aguarda ba ella con unos nuevos ojos que le habían otorgado la vista para siempre, sin necesidad de matar cada noche para lograr unos que siempre estuviesen frescos, sentí que algo no iba bien. Esa sensación se produjo cuando Seth se arrodilló ante ella tomándola de la mano. Había visto miedo en sus ojos cuando examinaban a Khayman, pero ante ella lo único que pude observar fue dolor, pena y amor. Amaba lo que había hecho y la admiraba profundamente, pero tenía que desengañarla. Fareed procedió intentando ser lo más profesional posible.


—Tenemos que ofrecerte información sobre tu hermana. Ya tenemos el resultado de los diversos estudios—anunció—. Lamento tener tan malas noticias, pero al parecer su cerebro está atrofiado desde hace algún tiempo. Es posible que llevase así siglos, aunque su cuerpo es autónomo gracias a pequeñas conexiones. Puede moverse, puede cazar, puede observar; pero ella no puede recordar, memorizar, hablar y creo que jamás logrará salir de esta especie de coma—su voz sonó firme, pero podía ver como se quebraba ante el llanto silencioso de Maharet. Sólo un monstruo no lo haría. Khayman la estrechó por los hombros y él siguió hablando—. Te he podido devolver la vista, pero lamento no poder devolverte a tu hermana.

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt