Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 21 de marzo de 2017

El ser humano da asco

Memnoch ha hablado... 

Lestat de Lioncourt

El ser humano parece despojado de todo. Insensible e impasible a las tragedias. Al menos, cuando las tragedias tienen un idioma diferente, ocurren en países “tercermundistas” y en pueblos de etnias distintas a la suya. Pero todo difiere y se magnifica cuando su color, idioma o posible nacionalidad les invita a ponerse en lugar del otro. No se han dado cuenta que bajo lo superfluo, que es la religión o el color de piel, yace un ser indefenso y propenso al sufrimiento. Somos mártires de malas decisiones, de momentos equivocados y de la mala fortuna. Porque la mala fortuna existe ya que es una cadena de sucesos que no podemos controlar y que, en cierto sentido, tampoco deberíamos hacerlo. Es el orden natural, por así decirlo, que tiene el mundo de recordarnos quienes somos.

Frente a la barbarie muchos miran hacia otro lado. Aprietan los puños y tuercen sus labios con una sonrisa macabra. Intentan ignorar. Incluso ponen la música actual más llamativa. Bailan al son de las noticias manipuladas de última hora, pues la verdad es demasiado dolorosa. Se insensibilizan recordándose unos a otros que “fue lejos”, “no los conocía”, “su religión es salvaje” o “son países poco democráticos”. Inyectan el virus de la ira para incluso cargar contra las víctimas, así como del machismo, la homofobia más clásica y toda clase de motivos que les alientan a sentirse “a salvo” y “buenas personas”. Se olvidan que ellos son posibles víctimas por cualquier otro hecho. La violencia no libera a nadie, sólo los encadena como si fueran presos en una enorme cárcel.

Han arrasado la tierra con bombas, talado el Amazonas, encerrado a animales “para evitar su extinción y exponerlos como payasos circenses” buscando “sensibilización” y “amor” hacia estas criaturas, aplauden las nuevas construcciones de fábricas, usan el coche para un desplazamiento de cinco minutos y el deporte únicamente se hace por “moda” y no por mejorar la salud. Visten ropa con publicidad y se burlan de otros que carecen de ella, lo cual demuestra lo estúpidos y vacíos que están. Colapsan redes sociales con vídeos virales de niños discutiendo hasta llegar a los puños, en vez de paralizar su difusión y buscar soluciones a la violencia en las aulas. Violencia que siempre estuvo ahí, pero que ahora es cada vez más palpable gracias a las cámaras en los móviles que no debería tener un niño o un adolescente. Creen que son mejores por el uso de la tecnología, pero no son capaces de distinguir aves, plantas, sentimientos o libros que dicen haber leído... Las películas de moda son cada vez más vacías, fáciles de digerir para mentes frágiles y sencillas, porque la política les ha mermado y aniquilado. La cultura, la educación y el sentimiento patriota están afianzados como un puñetero virus que les dice que las fronteras son necesarias, que el odio es normal y que hay que mirar con ojos sospechosos a quien viste mal. Si bien, ¿les ha robado miles de millones el mendigo que vive en una sucursal o quien trabaja como director general? Ahí está la clave. Las cárceles están abarrotadas de chicos que fueron juzgados como delincuentes siempre, por su raza o sus orígenes, y que para buscarse la vida en esta jungla podrida, llena de flores nauseabundas, decidieron ser el animal más venenoso y llevarse lo que era de otro. El reparto de la riqueza cada vez va a peor. Ricos cada vez más ricos, pobres cada vez más miserables y os hablan de la clase media mientras aplaudís como focas.

Eso es el ser humano. Eso es lo que sois. Si esperabais de mis labios algo agradable, lo siento. El optimista, el soñador, el crédulo que lucha por vosotros es Lestat y no yo. Yo soy su polo opuesto, su némesis. Y su némesis está harto de haber caído por vosotros. Caí por defender que deberíais tener conocimiento, verdades, y libertad. ¡Al infierno con todo! La oscuridad que hay en vosotros es tan grande que ni la luz de mi conocimiento, ni mis verdades, harán nada. ¿Qué sucederá después de todo esto? Ira porque pretenderéis creer que no sois así. Frustración porque pensaréis que no hay cambio posible. Humillación al ser descritos de este modo. E insultos. Me insultaréis. Vendréis a mí y me escupiréis a la cara que soy el demonio y como tal os miento, os intento poner en vuestra propia contra porque ese es mi juego. Sois tan estúpidos, miserables y aberrantes que me dais asco.


Esto es libertad de expresión y no vuestras pancartas contra los gays, transexuales, negros o árabes. Esto y no vuestras revistas sensacionalistas. Esto y no vuestra propaganda política innecesaria. Esto y no vuestra ropa de marca que sólo grita que os gusta pagar mucho dinero por ropa cosida por manos infantiles. Imbéciles, desgraciados, simios mal evolucionados... ¡Eso sois!  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt