Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 20 de marzo de 2017

Padre

¿Puedo decir que estoy orgulloso?

Lestat de Lioncout


Ni siquiera sé bien qué es un padre, pero tengo ciertos referentes. Cuando conocí al mío pensé que al fin comprendería al cien por cien qué era, cómo se comportaban y la forma especial en la que un padre y un hijo tratan temas transcendentales. Sin duda alguna, siendo mi padre Lestat, me equivocaba.

Es como ser el hijo de Indiana Jones. Siempre está detrás de tesoros ocultos, verdades incómodas y locuras asombrosas. Él dice que es importante saber la verdad más que su protección. Estúpido. Me parece demasiado insano. Sin embargo, pese a que nos parecemos físicamente, incluso en muchos rasgos intelectuales, somos opuestos.

Él no fue a ningún colegio de pago, ni a la universidad y tampoco tiene un título universitario que puede colgar en su pared. Tampoco viajó en su infancia ni tuvo un desarrollo intelectual amplio, esmerado en todos los sentidos y casi sin límites. Fue un niño que se conformaba con ver las ascuas de la hoguera, escuchar historias de monstruos feroces, salir a cazar algún conejo y conformarse, de alguna forma, con una buena azotaina como caricia. No viajó más allá de los bosques y ríos de su zona hasta que cumplió aproximadamente mi edad. Estar ebrio para él era divertido, igual que levantar las faldas de las mujeres. Yo no había tenido novia formal hasta conocer a Rose y, con cierta timidez proclamo, que tampoco una que pudiese considerarse una relación más allá de unos meros besos, salidas al cine y conversaciones online. No era porque no pudiese, era porque no entenderían como era mi “familia” y el traslado continuo de los equipos, de un lado a otro, evitaba que me hiciese amigo íntimo de alguien y mucho más que pudiese surgir la chispa.

No obstante, si nos ponemos el uno al lado del otro parecemos hermanos. Somos testarudos, hacemos gestos similares, suspiramos y ponemos el grito en el cielo cuando Marius comienza con sus batallas imposibles, sus reglas intransigentes y su forma de obligarnos -o al menos intentarlo- a ser formales. También si comparo a Rose con Louis hay cierto parecido. Ambos son tranquilos, hogareños y amantes de la lectura. Además, nos soportan.

Somos unos tipos con suerte, ¿pero debería decir que es mi padre? Creo que más que mi padre es mi amigo. ¿Pero no es eso también un padre? No lo sé. ¿Importa? No lo sé. ¿Me duele? No lo sé. No sé nada en estos momentos. Sólo quiero chillar y sentirme libre, absolutamente libre, pero a la vez atado a unas raíces y sintiendo el amor incondicional de un hombre que ha hecho demasiadas cosas, es símbolo de una revolución y ahora lo llaman líder de todos y todo.



No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt